El castillo de Predjama, una fortaleza de cuento, ¡y de récord! Pues este ‘milagro’ medieval que ha resistido en el tiempo durante 8 siglos está inscrito en el libro Guinness como el más grande dentro de una cueva. 

Su historia también tiene todos los ingredientes de un relato emocionante, ya que cuenta que este era el escondite donde se escondía el rebelde caballero Erasmo de Predjma, el Robin Hood esloveno, protagonista de una bella leyenda romántica. 

A medio camino entre Liubliana y la costa eslovena, el castillo de Predjama es una excursión de ida y vuelta en el día desde la capital de Eslovenia –a una hora en coche–, y forma parte del parque de la Cueva de Postojna, otro trocito maravilloso del mundo kárstico que se esconde entre los Alpes y el mar Adriático y se descubre conjuntamente con el castillo.

Fue propiedad de los nobles del Patriarcado de Aquileia, luego los duques austriacos se adueñaron de él, más tarde un asedio hizo que fuera pasto de las llamas y serían los caballeros de Lienz los que volvieron a darle vida, lo que demuestra que, pese a su verticalidad y complicado acceso, que se antoja inexpugnable, no siempre pudo defenderse. Su actual fisonomía es obra del barón de von Cobenzl que, tras la cesión del archiduque de Austria, amplió su tamaño original y le dio ese estilo gótico centroeuropeo que luce.

Pero el cuento continúa en el mundo kárstico que se esconde debajo del castillo, una cueva con cuatro pisos interconectados, menos el superior, el de la Galería de Erasmo, habitada desde la Edad de Piedra, que se visita con linternas durante el recorrido.

En realidad, solo una parte, 700 metros de los 14 kilómetros que han sido descubiertos, otras partes están reservadas a las visitas de adrenalina.

En invierno, la cueva no se puede ver porque alberga una colonia de murciélagos que pasan aquí su hibernación.