Cualquier persona común y corriente puede sentir envidia por lo que tiene otra persona: una relación, un auto, una casa, un buen trabajo, fama, simpatía, etc.
Sin embargo, no todos los sentimientos de envidia son igual de negativos, lo que hace la diferencia, es cuando la persona que siente envidia es capaz de darse cuenta de ello y valorar los méritos y esfuerzos del otro, incluso más, tratar de conseguir lo mismo, pero sin querer «quitárselo al otro».
Pero hay otras personas, que sienten una profunda envidia y rabia por lo que otra persona posee, esto se da en hombres y mujeres, un ejemplo típico de esto, es cuando un hombre siente envidia de la novia que tiene un compañero de trabajo o amigo, otro ejemplo, es cuando una mujer siente envidia de la belleza de otra o de sus logros en el trabajo. Esta envidia que no es sana para las relaciones, puede quitarle mucha energía a la persona que es envidiada.
La envidia es un sentimiento, es una energía y como toda energía produce cambios en la realidad, en el mundo esotérico es sabido que una persona puede «quitarle energía» a otra, son los llamados «vampiros energéticos», personas que se siente atraídos por las cualidades de otra y van llenándose de su energía, debilitando a la otra persona en diversos grados, pudiendo ser incluso una situación muy delicada.
Se sabe que los sentimientos de envidia y odio que una persona proyecta sobre otra pueden causarle daño, especialmente cuando estas personas envidiosas proyectan mucha energía negativa focalizada sobre alguien específico o cuando una persona sufre la envidia de mucha gente.
Actualmente hay personas que han estudiado los efectos visibles que producen en el agua los sentimientos que se proyectan, es el caso por ejemplo del japonés Masaru Emoto, quien ha demostrado la diferencia de la formación de figuras en el agua de acuerdo a los sentimientos que se le proyecta.
Existe una creencia en el imaginario popular en el sentido de atribuir a un daño, mal de ojo, maleficio o magia negra, la sucesión sistemática de hechos considerados por la persona como catastróficos, como despidos laborales, síntomas severos de dolor o falta de ánimo sin que los médicos puedan saber qué está provocando eso, accidentes, robos, asaltos, pérdida de embarazos etc.
Cuando a una persona le han sucedido en un corto período de tiempo hechos catastróficos como los descritos sucesivamente (uno tras otros), a veces un amigo o amiga le dice «a lo mejor te hicieron algo», dando a entender que esa persona puede ser víctima de magia negra, dicho sea de paso, así como existe la magia blanca que representa el bien, existe el mal, que se vincula con la magia negra.
Sin embargo muchas personas tienen el problema que de repente «todo les sale mal», pero no necesariamente alguien ha hecho magia negra con ellos, muchas veces la envidia o el odio proyectados sobre otro por alguien que tiene cierto poder mental o por varias personas, puede tener efectos como los que se atribuyen a la magia negra.
Lo importante es saber que existen formas y métodos de limpiarse de esta energía negativa y de protegerse de estos «vampiros energéticos» que a veces nos hacen recordar el dicho popular «es mejor estar solo que mal acompañado».
En muchas ocasiones de nuestra vida hemos escuchado sobre «la envidia sana», sin embargo, éste es un sentimiento colmado de rencor y de malos deseos. Lo que sucede es que, en muchas ocasiones, para disminuir el efecto que la palabra «envidia» tiene, le solemos llamar «envidia sana», con el propósito de que no sea tomado como un sentimiento negativo hacia una persona, pero ¿realmente existe la envidia sana? o ¿simplemente se trata de una falsedad que se suele decir para quedar bien frente a otras personas?
Por qué surge la envidia
La envidia puede tener muchos orígenes, pero lo más destacado de este sentimiento negativo hacia los demás es la misma persona y su forma de ver las cosas en su vida.
Generalmente, esta emoción surge debido a que se padecen frustraciones personales,baja autoestima, o a la dificultad de poder conseguir objetivos que se han planteado en la vida. Cuando a otras personas del entorno tienen una mejor condición de vida y esta situación no es aceptada, es allí cuando surge este sentimiento.
La inseguridad es otro de los factores que hace que se genere este estado de resentimiento.
El anhelar lo que los demás poseen o tener una vida similar a la de otros es una clara muestra de que la persona es insegura y egoísta. Este profundo sentimiento negativo generalmente lo podemos observar en nuestro grupo familiar o amigos, vemos a personas que nos rodean que no son capaces de disfrutar de los buenos momentos en la vida de otros.
¿Puede catalogarse a la envidia como una actitud positiva y sana?
La envidia es un sentimiento negativo que también se compone de otros estados emocionales como el rencor, la avaricia, el odio, la frustración, y nunca puede ser catalogada como un sentimiento positivo o sano. El término tan popular de «envidia sana» no es más que una máscara.
Las personas que sienten envidia de forma constante padecen una gran frustración, lo cual puede desembocar en una depresión.
La envidia se asocia a una baja autoestima, al miedo o inseguridad, así como a la depresión, por lo que hablar de «envidia sana” puede considerarse, sobre todo, como una manera de atenuar, en el discurso, los sentimiento negativos que muchas personas tienen hacia otras.