Cada viajero es un mundo y descubre la belleza en rincones muy dierentes entre sí. Hay quien disfruta en grandes avenidas comerciales en las que el shopping se convierte en una religión. Otros, en cambio, prefieren pasear por pequeñas callejuelas con un encanto único.
Ahora bien, con independencia de los gustos y el tipo de viajes que uno disfruta haciendo, hay calles en España que merecen ser paseadas, como mínimo, una vez en la vida.
No hay una lista absoluta de calles preciosas, ya que, las que a un explorador pueden parecerle fascinantes, a otro le pueden espantar.
Y, a pesar de ello, he creado un listado con 10 calles preciosas a las que es difícil que ningún viajero le saque un ‘pero’.
- Calle Ciegos, Jerez
La calle Ciegos de Jerez de la Frontera, dentro de la bodega González Byass, suele aparecer casi de forma fija en todos los listados de calles más bonitas de España. Con su característico emparrado y el suelo adoquinado, los juegos de luces que le imprimen esa atmósfera de cuento y con vistas a la Catedral de Jerez. Una calle imprescindible para todo aquel viajero que haga parada en Jerez de camino a las playas gaditanas.
Las primeras referencias a esta calle datan del siglo XVI y se hace referencia a la existencia de una casa o asilo para ciegos cuyos moradores contarían con el denominado privilegio de excepción de ciertos tributos. Además, numerosas publicaciones internacionales la suelen incluir entre las calles más bonitas del mundo. ¿Un ejemplo? El portal inmobiliario británico Getagent ha colocado la calle Ciegos en el puesto 31 de las más hermosas del mundo.
2. Calle Cuevas de la sombra, Setenil de las Bodegas
Nos trasladamos ahora hasta uno de los pueblos que forman la ruta de los pueblos blancos de Cádiz: Setenil de las Bodegas. Incrustado en el tajo conformado por el río Trejo, destaca porque cuenta con varias calles que se cobijan bajo un impresionante peñón que parece que en cualquier momento va a caer sobre nuestras cabezas.
La calle Cuevas de Sombra de Setenil de las Bodegas (uno de los pueblos más curiosos de España) es una auténtica joya y, precisamente por ello, si se visita en fines de semana, el viajero puede quedar un poco decepcionado. No por la calle en sí, si no por la gran cantidad de público que se congrega en los numerosos bares para tomar algo. Y es que precisamente y gracias a la sombra que ofrece la roca que techa gran parte de la calle es un lugar en el que pasar un rato agradable. Además, hay muchas tiendecitas de artesanía y souvenirs que harán las delicias de todos aquellos viajeros que disfrutan comprando algún recuerdo de los lugares visitados.
3. Carrer del Bisbe, Barcelona
De Cádiz viajamos hasta la Ciudad Condal para descubrir una de sus calles más impresionantes. Y, en esta ocasión, no hablamos de La Rambla, sino de la calle del Bisbe, que significa obispo en castellano. Este pequeño callejón fue la arteria principal de la ciudad en época romana y, en la actualidad, une la plaza de Sant Jaume, donde encontramos el Ayuntamiento y el Palau de la Generalitat de Barcelona con la plaza Nova.
Lo más llamativo de esta calle es, sin duda, el puente del Bisbe. Construido en 1928 por Joan Rubio i Bellver, es un arco puente con balcón y una decoración inspirada en las formas del gótico flamígero. Y según cuenta la leyenda, al pasar por debajo, hay que pedir un deseo… También se puede apreciar una calavera atravesada por un puñal si se mira hacia arriba al cruzar bajo el puente. Y el viajero debe saber que hay quien dice que esta calavera, situada entre los símbolos de Alpha y Omega es real y no una escultura.
4. Calle de las Flores, Córdoba
En Córdoba, muy cerca de su Mezquita-Catedral y en pleno barrio de la Judería descubrimos una callejuela que llama la atención por sus balcones enrejados y la infinidad de flores que adornan el pasaje, con aromas embriagadores que le añaden aún más encanto. Es un enclave único, ya que permite obtener una preciosa foto de la torre de la Mezquita-Catedral.
En sus orígenes la calle era más bien un antiguo patio de vecinos típico cordobés. Y según se cuenta, la primera vez que se adornó con flores fue en torno a 1939, cuando una nueva vecina se instaló en la que entonces se conocía como calle de los Jazmines. Llegó allí con centenares de macetas y, a falta de espacio en su terraza, decidió colocar el resto en la misma calle, dándole un aspecto único que la convierte en una de las calles más preciosas de España.
5. Calle La Rúa, Puebla de Sanabria
Entre robles y castaños, en un entorno natural excepcional, emerge la villa medieval de Puebla de Sanabria, en la provincia de Zamora, pero ya lindando con Portugal. Pasear por su casco histórico es sumergirse en un viaje al pasado y es que, precisamente su cercanía con el país vecino, la convirtió en el siglo XII en una villa fortificada y un ejemplo de fortaleza defensiva.
Para llegar hasta la iglesia románica de Santa María del Azogue y a las puertas del Castillo de los Condes de Benavente hay que subir una empinadísima calle que es una de las más coquetas de España: la calle de La Rúa. En ella, podemos observar casas perfectamente conservadas y varios alojamientos y restaurantes en los que poder disfrutar de la exquisita gastronomía sanabresa. Y es que conviene coger fuerzas porque la pendiente es bastante pronunciada.
6. Avenida Puerta de Aires, A Coruña
Saltamos hasta A Coruña para descubrir una de las calles más cuquis de España. Y, lo curioso es que, a pesar de ofrecer una imagen única, no suele ser muy frecuentada por viajeros ya que no suele aparecer en las diferentes guías turísticas. Nos referimos a la Avenida Puerta de Aires y su bella escalinata con casa de colores que la flanquean. Y, al fondo, la plaza de María Pita.
Lo curioso de esta bonita calle es que, como hemos dicho, no aparece en guías viajeras y si por algo se ha hecho conocida es, precisamente, por volverse viral en Instagram. Ahora bien, mucha gente no sabe muy bien como etiquetarla y, por tanto, encontrarla puede llegar a ser todo un desafío. Hay quien la conoce como la calle con las escaleras de casas de colores, aunque, en realidad, se llama Puerta de Aires.
7. Pasaje Gutiérrez, Valladolid
Calles floridas, calles sinuosas, calles con escalinatas… y ahora llega el turno de descubrir uno de los tres únicos pasajes modernistas que se conservan en España. Estas galerías servían en sus inicios para comunicar calles como si fueran pasadizos y así poder estar a cubierto ante las inclemencias meteorológicas. Allí se podía comprar en alguno de los negocios que flanqueaban la galería o tomar algo en cualquiera de sus terrazas.
Ponemos un pie (o los dos) en Valladolid. Y, a pocos metros de la Catedral, descubrimos el Pasaje Gutiérrez. Inaugurado en 1886 por iniciativa del comerciante Eusebio Gutiérrez, comunica las calles Fray Luis de León y Castelar y fue proyectado por el arquitecto fue Jerónimo Ortiz de Urbina. Años después de su inauguración calló en desuso, pero actualmente se encuentra totalmente rehabilitado y constituye uno de los enclaves imprescindibles que visitar en la capital vallisoletana.
8. Gran Vía, Madrid
Debemos remontarnos a 1899 cuando los arquitectos José López Sallaberry y Francisco Andrés Octavio Palacios presentaron el Proyecto de reforma de prolongación de la calle de Preciados y enlace de la plaza del Callao con la calle de Alcalá de Madrid. Las obras comenzaron el 4 de abril de 1910 y hoy en día se puede apreciar parte de ese proyecto original que, sin embargo, ha sufrido considerables modificaciones a lo largo de su historia.
Conocida como el Broadway madrileño, la Gran Vía de Madrid constituye una de las vías más transitadas de la ciudad y una de las calles más preciosas de la capital. Solo hace falta levantar la cabeza y admirar algunos de los imponentes edificios que la flanquean, desde el mítico cartel luminoso de Callao hasta el edificio Metrópolis
9. Ría del Nervión, Bilbao
Llegamos a Bilbao para admirar su ría, también conocida como la ría del Ibaizabal o la ría del Nervión, que constituye la arteria principal de la capital vizcaína. Destaca por ser un enclave histórico ya que por ella se transportaban antaño los minerales que se extraían de las minas bilbaínas, así como, los grandes buques construidos en los astilleros vizcaínos.
Hoy en día es un enclave único, ya que en un solo tramo los amantes de la arquitectura tienen su edén particular. ¿El motivo? En una misma curva se concentran 5 premios Pritzker de arquitectura: Frank Ghery (museo Guggenheim), Rafael Moneo (Biblioteca de la Universidad de Deusto), Álvaro Siza (paraninfo de la Universidad del País Vasco), Zaha Hadid (Zarrozaurre) y Norman Foster (metro de Bilbao).
10. Paseo de Gran Canaria, Firgas
Y llegamos a la última calle preciosa que conviene pasear: el Paseo de Gran Canaria en la localidad de Firgas. Este municipio, situado en la provincia de Las Palmas, destaca por ser el de menor extensión de la isla, siendo además uno de los once municipios canarios que no poseen salida al mar. El Paseo de Gran Canaria se encuentra en pleno casco urbano y en lo que antiguamente era la calle Real del Centro. Es una vía con una pendiente natural que se ha aprovechado para construir una preciosa cascada de 30 metros de largo, en piedra de cantería, y rematada con una hermosa fuente.
Un enclave único, al igual que el resto de esta lista, que bien merecen un tranquilo paseo y unas cuantas fotos que nos hagan recordar que estamos ante 10 calles preciosas que se deben recorrer, al menos, una vez en la vida.