El aceite de árbol de té tiene numerosos beneficios para el acné, los hongos, candidiasis o los piojos. Se ha empleado durante siglos por todas sus propiedades medicinales. Hoy en día, a pesar de que no es el más popular de todos (el de oliva, argán o aloe vera le superan), se ha ganado un merecido hueco dentro del cuidado personal y la salud.
Existen diversos modos de uso del aceite de árbol de té:
- Directamente sobre la piel. Es el método más común. Simplemente hay que depositar unas gotas del aceite esencial sobre las yemas de los dedos índice y corazón, y masajear realizando pequeños movimientos circulares hasta su completa penetración. En ningún caso puede entrar en contacto con heridas abiertas. El tratamiento se puede llevar a cabo tanto sobre la cara como en el cabello.
- Haciendo gárgaras. Cuando hay dolor de garganta, como se hace con el limón con miel, preparar aceite de árbol del té para remediar una posible infección en la faringe. No ingerir.
- Para tratar el acné. Sobre una piel limpia, depositar una gota de aceite puro en cada granito y dar pequeños golpecitos hasta su absorción completa. Es un uso similar al aceite de onagra.
- Para reducir las verrugas. En este caso, conviene combinarlo con otros activos naturales como la esencia de limón. Hacer el tratamiento cada noche unos minutos antes de irse a dormir, hasta que la verruga desaparezca por completo.
- Para el pie de atleta, en vez de aplicarlo directamente, un remedio efectivo resulta de remojar los pies en agua a la que previamente se le ha añadido unas gotas de aceite de árbol de té y aceite de pomelo.
- Para los piojos y liendres. Antes de la ducha, añade un poco del aceite y distribúyelo bien por el cabello. Dejar actuar media hora. Después retíralo bien con tu champú habitual para que el pelo no te quede graso.
- Para masaje corporal. Una mezcla ideal resulta de un complejo de aceites con árbol de té y almendras dulces, que cuida las pieles más sensibles. Añadir tocoferol para proporcionar un efecto antioxidante y conservante natural.
¿Cómo se aplica el aceite esencial de árbol del té?
Acné y granitos ocasionales: aplicar directamente sobre el granito con un bastoncillo de algodón 3 veces al día.
Psoriasis, dermatitis, alergias: se diluyen 10 gotas en una cucharada de aceite base, de jojoba o de almendras dulces, y se aplica sobre la zona 3 veces al día.
Piel irritada por la depilación o el afeitado: diluir unas gotas en un poco de aceite base y masajear suavemente.
Hongos en las uñas de los pies y pie de atleta: aplicar 2 veces al día masajeando durante 2 minutos. En el caso del pie de atleta mezclar 5 gotas con una cucharada de aceite de almendras y masajear poniendo especial cuidado en los espacios interdigitales. También es muy beneficioso hacer baños con agua caliente y 10 gotas de aceite.
Picaduras de mosquitos y otros insecto: aplicar sin diluir en el área afectada.
Verrugas: aplicar el aceite por la noche sin diluir y cubrir con un apósito. Al día siguiente destaparlo. Repetir el proceso hasta que la verruga desaparezca.
Piojos: añadir 30 gotas a 100 ml del champú habitual. En caso de infestación aplicar diluido por todo el cuero cabelludo y tapar la cabeza durante 30 minutos. Luego usar una lendrera o peine especial empapado en aceite para eliminar todos los huevos.
Cabello graso o reseco, cuero cabelludo sensible, caspa: el aceite de árbol de té regulariza las glándulas sebáceas y calma la irritación. Añadir unas gotas al champú habitual.
Herpes labial: aplicar regularmente con un bastoncillo hasta que se seque.
Sarpullidos de varicela, sarampión: calma el picor y acelera su cicatrización.
Resfriados, bronquitis, congestión nasal, sinusitis, tos: hacer vahos durante 10 minutos con agua caliente y 10 gotas de aceite de té un par de veces al día o poner el aceite en un humidificador para descongestionar.