La espiral es uno de los símbolos más antiguos se encuentra en todos los continentes. Ha jugado un papel fundamental en el simbolismo desde su aparición en el arte megalítico (desde el 10.000 a. C.).
Parece que en muchos lugares representaba el ciclo «nacimiento-muerte-renacimiento» así como al Sol, que se creía seguía ese mismo ciclo, naciendo cada mañana, muriendo cada noche y renaciendo a la mañana siguiente.
La espiral es la forma más esquemática de la evolución del Universo.
En el sistema jeroglífico egipcio designa las formas cósmicas en movimiento, que equivale a la relación entre la unidad y la multiplicidad.
Se relacionan con la espiral las serpiente y los lazos. Es un signo macro cósmico. Por su sentido de movimiento y desarrollo progresivo es el atributo del poder que se haya en el cetro del faraón egipcio.
La espiral está asociada la idea de la danza, debido a que un gran número de bailes primitivos evolucionan siguiendo una línea espiral, a una evolución en nuestra vida, es un símbolo de la energía de la tierra.
En el arte religioso, la espiral aparece en la naturaleza y en la ciencia: describe la rotación del Universo, los movimientos de las estrellas.
Tanto el movimiento del agua como los torbellinos, tornados e incluso las espirales del ADN que se encuentran en el núcleo de las células, siguen, todas, las leyes del vórtice de la espiral. El vórtice de la espiral no sólo regula la vida desde un nivel galáctico hasta un nivel subatómico, sino que también refleja e incluso rige la consciencia.
“El conocimiento es una aventura en espiral, su punto de partida no es un punto absoluto, sino histórico, y esa aventura carece de finalización, permanece siempre abierta y realiza círculos concéntricos permanentemente”.
Espiral celta:
Es bien sabido que, en general, el espiral posee en nuestro mundo moderno un sinfín de explicaciones y significados. En el caso de los pueblos celtas, el espiral representa a la vida eterna, ya que es algo que no posee ni comienzo ni final, sino que cambia y evoluciona permanentemente. La espiral es uno de los símbolos más relevantes de la cultura celta.