En un mundo en constante evolución, la percepción de lo que se considera adecuado y educativo para los más pequeños cambia con el tiempo. Esto se ha visto reflejado en la decisión de Disney+ de modificar la clasificación por edades de varios de sus clásicos más queridos, abriendo el debate sobre cómo las grandes corporaciones de entretenimiento están abordando el contenido considerado racista o desactualizado.
Teniendo en cuenta el contexto social actual, algunos de estos clásicos han sido revisados bajo una lente mucho más crítica, especialmente en lo que respecta a representaciones culturales, lenguaje y mensajes subyacentes. Esta reevaluación ha llevado a que ciertas películas de Disney, que una vez se consideraron aptas para todos los públicos, ahora sean vistas bajo una nueva luz, mostrando que incluso los clásicos pueden no estar exentos de críticas y cambios en su percepción pública.
Dumbo (1941)
La emotiva historia del elefante de grandes orejas que aprende a volar, enfrenta críticas por su representación de los cuervos, especialmente el personaje de Jim Crow, cuyo nombre y características perpetúan un estereotipo racista vinculado a las leyes segregacionistas del sur de Estados Unidos. La película, que data de 1941, ahora se considera apta para niños mayores de 7 años en Disney+, un cambio que busca fomentar una discusión crítica sobre las representaciones problemáticas del pasado.
Peter Pan (1953)
La icónica película que lleva a los niños al mágico mundo de Nunca Jamás, ha sido señalada por contener representaciones estereotipadas y ofensivas de los nativos americanos. Particularmente, la escena y la canción ¿Por qué dicen ‘au’? ha sido criticada por perpetuar estereotipos negativos y ofrecer una representación caricaturesca y racista de los pueblos indígenas. Estos elementos han llevado a Disney+ a clasificar la película como apta para mayores de 7 años, sugiriendo que su contenido puede requerir supervisión y explicación por parte de los adultos.
Mary Poppins (1964)
Ha sido un pilar de la programación familiar durante décadas, celebrado por su música pegadiza, efectos innovadores para la época, y una historia que mezcla lo fantástico con lecciones de vida. Sin embargo, recientemente, la British Board of Film Classification (BBFC) ha decidido revaluar esta querida película, clasificándola como no apta para todos los públicos debido a lo que han identificado como lenguaje discriminatorio. La decisión de la BBFC de cambiar la clasificación de Mary Poppins de U (universal, adecuada para todos los públicos) a PG (guía paternal sugerida) refleja un cambio significativo en la percepción de lo que se considera adecuado para los niños.
La controversia gira en torno al uso de la palabra hotentote, un término peyorativo utilizado históricamente por colonos holandeses y otros europeos para referirse despectivamente a los Khoikhoi, un grupo étnico del sur de África. En Mary Poppins, el personaje del Almirante Boom usa este término en dos ocasiones distintas, una vez al hablar con Michael sobre aventuras imaginarias y otra al confundir a los deshollinadores danzantes con una amenaza, refiriéndose a ellos como hotentotes. La organización argumenta que, aunque el término puede no ser ampliamente conocido hoy en día, su uso en un contexto despectivo es suficiente para requerir una guía parental, sugiriendo que los padres discutan con sus hijos el contexto histórico y las connotaciones de las palabras y actitudes presentadas.
Los Aristogatos (1970)
Sigue las aventuras de una familia de gatos de alta sociedad en su viaje de regreso a casa a través del campo francés. Sin embargo, el personaje de Shun Gon, un gato siamés, ha sido señalado por representar una caricatura racista de las personas asiáticas, utilizando estereotipos ofensivos tanto en su apariencia como en su comportamiento. Este contenido ha llevado a que Disney+ eleve la clasificación de la película a recomendada para mayores de 7 años, destacando la importancia de revisar y contextualizar el contenido antiguo para las audiencias actuales.
La reciente reevaluación y ajuste de clasificaciones por edades de clásicos de Disney en plataformas como Disney+ y por entidades como la British Board of Film Classification (BBFC) marcan un hito en el esfuerzo por alinear el contenido mediático con las sensibilidades culturales contemporáneas. Este proceso refleja un compromiso con la promoción de una comprensión más inclusiva y respetuosa de la diversidad cultural y la historia, reconociendo al mismo tiempo los valores y normas de épocas anteriores. La decisión de mantener películas como Mary Poppins, Peter Pan, Dumbo y Los Aristogatos disponibles, pero con clasificaciones actualizadas y advertencias, proporciona un espacio para que familias dialoguen sobre cómo ciertos estereotipos y representaciones, que alguna vez se consideraron aceptables, son vistos hoy en día bajo una luz crítica. Esta medida no sólo busca garantizar que el contenido sea adecuado para las audiencias modernas, sino que también invita a reflexionar sobre cómo el entretenimiento puede influir en las percepciones y actitudes, promoviendo así un entendimiento y respeto mutuo más profundos.
Este enfoque consciente hacia la clasificación del contenido destaca la evolución de las normas sociales y culturales y el papel que juegan las corporaciones de entretenimiento en este cambio. A medida que la sociedad avanza hacia una mayor conciencia de las implicaciones de ciertos contenidos, es probable que veamos más iniciativas de este tipo, extendiéndose a través del amplio espectro del entretenimiento familiar. Este movimiento hacia una mayor sensibilidad cultural no sólo reconoce errores del pasado sino que también enfatiza la importancia de aprender de ellos.