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Conjuro de la Queimada Gallega

La queimada es una bebida preparada a base de aguardiente y azúcar a la que Se le atribuyen propiedades curativas y mágicas. Es típica de la zona de Galicia, en España, y se debe tomar luego de la pronunciación de un conjuro especial.

Se tiene la creencia de que protege contra los maleficios y que mantienen a los espíritus y seres malvados alejados de quien la toma. Sus orígenes se desconocen, pero es probable que venga de la Edad Media.

Al parecer el uso del aguardiente era muy común en la Galicia rural como medicina contra el catarro. Más tarde empezó a consumirse en fiestas y tras las comida y se solía acompañar de la proclamación de un conjuro hecho para la ocasión.

Cualquier ocasión es buena para preparar una buena Queimada, sobre todo en la noche de San Xoán (24 de Junio) o durante todo el verano. Muchos las preparan después de una buena cena a la luz de la noche y acaban tan buena velada con su dulce y embriagador sabor. En el conjuro de la Queimada se invoca a los 4 elementos (fuego, tierra, agua y aire), deidades fundamentales de la cultura de los druídas y de los ritos célticos, todos quedan simbolizados en el ritual aunque el fuego el elemento clave:

EL FUEGO: Deidad de la purificación.

LA TIERRA: Simbolizada por el pote de barro da Queimada.

EL AGUA: Simbolizada con el aguardiente.

EL AIRE: Sobre el cual se elevarán y danzarán las llamas.

Tan importante como el rito y el famoso conxuro contra las malas meigas es que el aguardiente sea de gran calidad, sino no lograremos que toda esta mágica mezcla de aguardiente, azúcar, fruta y granos de café arda bien.

También debemos hacerla al aire libre y de noche, viendo como se va apagando poco a poco la llama azulada que le da el azúcar.

 

Preparación de la Queimada:

Colocamos en un recipiente de barro cocido propio para hacer Queimada (los podéis encontrar en casi cualquier ferretería o tiendas de cerámica) el aguardiente y el azúcar, en la proporción de 150 gramos de azúcar por cada litro de aguardiente. En este caso como son 2 litros de aguardiente, 300 gramos de azúcar fina blanca.

Reservamos 2 cucharadas de azúcar para plantar el fuego.
Pelamos los limones y la naranja. Los echamos al recipiente de barro.

Ahora viene la parte más importante:

En un cucharón ponemos las 2 cucharadas de azúcar con un poco de aguardiente y le plantamos fuego, cuando plante la llama la aproximamos al recipiente de la queimada para que empieze a arder. Vamos removiendo la queimada con cuidado, dando vueltas sin llegar al fondo, donde se acumula casi todo el azúcar. A continuación podemos elevar el cucharón lentamente dejando que suban las llamas del alcohol y creando cascadas con ellas (esto para los más atrevidos…)


Añadimos el puñado de granos de café, los que nos quepan en una mano. De esta manera la bebida tendrá un color tostado, gracias también al caramelo que se va a ir formando con el azúcar.

Seguimos removiendo pero ya levantando un poco del azúcar del fondo de la cazuela de barro. Tened cuidado pues es fácil quemarse con el cucharón, yo normalmente utilizo un trapo de cocina para agarrarlo.

Tal como dice el nombre debemos dejar que se vaya quemando el aguardiente, la llama nos indica que se está consumiendo el alcohol (es azulada debido al azúcar).

Si te gusta fuerte apágala con una tapadera pero el que la quiera más floja debe esperar a que se reduzca poco a poco para terminar apagándola con un fuerte soplido.

Si dejais que se queme todo el alcohol lo que conseguireis será agua dulce y caliente.

La Queimada se sirve caliente, cuando la hayamos apagado la servimos en cunca de barro o en un vaso de cerámica para que mantenga la temperatura y nos la bebemos poco a poco sin quemarnos. Disfrutad de ella y de la compañía de los vuestros/as en este momento mágico.

Consejos: Hay quienes apagan la queimada con algo de café o vino tinto (aunque los más puristas de este licor no lo aceptan) y otros le echan trozos de manzana u otras frutas (que luego también te acabas comiendo, pero con moderación pues acumulan mucho alcohol). Ahora os dejo el conjuro que se suele recitar en el último paso cuando se está acabando la llama azulada:

Cuando empiece a apagarse se recita el conxuro:

CONXURO DA QUEIMADA GALEGA:

Mouchos, curuxas, sapos e bruxas. Demos, trasgos e diaños, espíritos das neboadas veigas.

Corvos, píntegas e meigas. Feitizos das menciñeiras.

Podres cañotas furadas, fogar dos vermes e alimañas.

Lume das Santas Compañas, mal de ollo, negros meigallos, cheiro dos mortos, tronos e raios.

Ouveo do can, pregón da morte, fociño do sátiro e pé do coello.

Pecadora lingua da mala muller casada cun home vello.

Averno de Satán e Belcebú. Lume dos cadáveres ardentes, corpos mutilados dos indecentes, peidos dos infernais cus, muxido da mar embravecida.

Barriga inútil da muller solteira, falar dos gatos que andan á xaneira, guedella porca da cabra mal parida.

Con este fol levantarei as chamas deste lume que asemellan as do Inferno, e fuxirán as bruxas a cabalo das súas vasoiras, índose bañar na praia das areas gordas.


¡Oíde, oíde! os ruxidos que dan as que non poden deixar de queimarse no augardente quedando así purificadas.
E cando este beberaxe baixe polas nosas gorxas, quedaremos libres dos males da nosa alma e de todo embruxamento.

Forzas do ar, terra, mar e lume, a vós fago esta chamada, se é verdade que tendes máis poder ca humana xente,
aquí e agora, facede que os espíritos dos amigos que están fóra, participen con nós desta Queimada.

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