Tarde o temprano, todos vamos a pasar por el horrible trámite de una ruptura amorosa. Es algo desagradable y doloroso (en la mayoría de los casos) y más cuando la relación la ha finalizado la parte contraria.
En terapia psicológica es una de las causas de demanda más comunes, pues pasar por esta situación no es fácil y muchas veces, nos encallamos en el camino y nos estancamos en la tristeza y la obsesión.
Es por esto que intentaré daros unas pautas generales para poder pasar por todo esto de la mejor manera posible e intentar superarlo de forma sana y adaptativa.
Pasos para superar una ruptura amorosa:
Llora, llora y vuelve a llorar: Desahógate, grita, saca el dolor fuera, compártelo con los demás hasta que no te queden más lágrimas que sacar. Una ruptura es un proceso de duelo, así que uno tiene que pasar por diferentes etapas. Llorar te ayudará a pasar a los siguientes pasos.
Habla con amigos: Diles lo que sientes, exprésate, analízalo, charla con tus seres queridos hasta que se te quiten las ganas de hablar.
Escribe: Puede ayudarte a ver las cosas de forma más objetiva, a estructurar y a no olvidarte de las cosas, tanto las buenas como las malas.
Mantente ocupado: Pensar en lo sucedido está bien, pero no dejes que te obsesione. Haz cosas, sal con gente, trabaja, haz deporte, intenta tener tu mente ocupada.
Piensa de forma positiva: Pues sí, estar así es un rollo y todo esto duele mucho, pero intenta ser positivo. De todo lo malo se aprende y con el tiempo, incluso te das cuenta de que romper la relación era lo mejor. No te preocupes, te volverás a enamorar. En esta vida, todo pasa y las cosas irán a mejor.
Sé racional: Claro que hubo cosas buenas, pero si se terminó fue porque las cosas malas pesaban más. No te olvides de lo malo, por eso lo dejasteis.
No te castigues ni culpabilices: No sirve para nada excepto para sentirte peor. Elimina esos “y si…” de tu vocabulario. Ya no puedes tirar para atrás, lo que pasó, pasó y por mucho que te machaques, las cosas no cambiarán. Actuaste como lo hiciste porque en cada momento creíste que era lo mejor, así que, mira para adelante y continúa con tu vida.
En momentos de crisis no tomes decisiones importantes: Estás confuso y no tienes las ideas claras. Hay muchos cambios ya como para hacer más de los necesarios. En estos momentos estás en una nube y es mejor no tomar decisiones importantes porque no es el momento. Más adelante, cuando estés un poco mejor ya tendrás tiempo de decidir con más claridad.
Déjate ayudar: Tus amigos y tu familia están contigo, pídeles ayuda, déjate cuidar, no renuncies a ellos. Si, con el tiempo, ves que no mejoras, consulta a un psicólogo, haz yoga o meditación. Si ves que no puedes tu solo, no te avergüences ni seas orgulloso, y pide ayuda.
Deja pasar el tiempo de luto: Desgraciadamente este proceso lleva tiempo, así que durante días, semanas o meses estarás mal. Tómatelo con calma, pues necesitas tiempo para digerir todo esto. No te impacientes.
Continúa con tus responsabilidades y obligaciones: Pero tampoco te auto exijas. La vida continúa y no puedes dejarlo todo. Aun así, no te agobies, sé compasivo y comprensivo contigo mismo.
Cuídate y quiérete mucho: Haz cosas por ti, ve a la peluquería, cómprate algo bonito, date un masaje. Mímate y quiérete, tú eres lo más importante.
Permítete estar triste. Para algunas personas estar triste es tan desagradable que no se lo permiten. Incluso con el discurso de “el/ella no lo merece” podemos impedir que fluyan de manera natural nuestros sentimientos, y esto es totalmente necesario. En una ruptura se produce una pérdida, no solo de la pareja si no también de un estilo de vida. Es importante que te permitas sentir y asumir esta pérdida. Esforzarte en estar bien no te permite procesar lo que estás viviendo y además implica un desgaste emocional al forzarte a no sentir; incluso puede que tomes decisiones de las que no te sientas muy orgulloso a posteriori.
No dejes que la tristeza ocupe demasiado. Antes te he dicho que te permitas estar triste, pero esto no es que la tristeza se apodere de ti y te arrastre a un hoyo de desolación. Tienes que mantenerte activo. La tristeza a veces es un poco “tramposa”, te invita a quedarte en casa, sin arreglarte, sin comer o comiendo inadecuadamente, incluso cambiando tus hábitos de sueño e higiene. Seguir esta senda nunca hará que salgas de la tristeza, si no que caigas en una peligrosa espiral de autodestrucción.
Queda con tu gente. Explica en la medida que te sientas cómodo cual es la nueva situación y cómo te encuentras, pero no permitas que esto monopolice la conversación: interésate por cómo están tus amigos, qué novedades interesantes hay en sus vidas, etc. Intenta distraerte con ellos, escuchar sus bromas y reír si te apetece.
No le idolatres. No es el momento de endiosarle o recordar exclusivamente los mejores momentos con él/ella. Se trata de ser justo y comprender que siendo yo o siendo la otra persona quien finalice la relación, esta estaba fallando, algo no iba bien, o puede que se tratase de una relación tóxica. Esto es más justo que machacarte o machacar a tu pareja, tampoco pensar que tú eres el bueno o lo es el otro.
No le odies. Pensar que es la peor persona del mundo o desearle mal, no hará que te encuentres mejor. El odio solo genera malestar al que lo sufre. Intenta pensar más en tu bienestar que en su malestar.
Piensa en ti. Qué te apetece hacer ahora? ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida? Ponte a trabajar en ello. Concreta los pasos necesarios para lograr tus objetivos y comienza lo antes posible. Tienes oportunidad de realizar nuevas actividades y sueños además de luchar por mantener aquellos que consideres importantes en tu vida.
Acepta y asume la distancia con algunas personas del círculo de tu pareja. Intenta ser comprensivo y respetuoso con sus amigos y familiares. A ti también te gusta que tu gente te apoye y a veces es complicado apoyar a los dos después de una ruptura sentimental. Habrá quien se posicione de tu parte y quien se posicione de la suya. Intenta que esto no te haga más daño del necesario y para ello comprende que es algo normal.
Olvídate de las redes sociales. Al menos temporalmente. A través de ellas puedes obtener cierto nivel de información pero seguramente tu imaginación ponga el resto y lo haga de una manera cruel y dolorosa. Mejor mantener distancia con estas fuentes si quieres superar la ruptura lo antes posible. Evita controlar a tu pareja, es más importante que empieces a centrarte en ti.
¡No dramatices! No es el momento de pensar en todo aquello con lo que no estamos conformes, o al menos también darnos cuenta de todo lo que nos va bien en la vida. Cualquier excusa puede ser buena para hacer un drama. Pero también para verlo como una oportunidad de crecimiento.
Aunque a veces no tengamos claro cómo superar una ruptura, y como en cualquier situación conflictiva, ten paciencia y se tolerante contigo mismo. Cierra el capítulo: Y pasa página. La vida continúa, esto no es el fin. En el libro de tu vida, esto es tan solo un capítulo más. Con el tiempo dejará de doler y pasará a ser un recuerdo más.
No te pongas una fecha límite para encontrarte bien y no desesperes si pasado cierto tiempo siguen existiendo momentos de recuerdo y melancolía. Es lógico que esto suceda, ya que has compartido un tiempo y vivencias muy privadas con esta persona pero llegará el día en que el recuerdo no escueza tanto. Si tienes experiencias previas en rupturas sentimentales o pérdidas de alguien o algo de valor, sabrás que esto es así, tenlo presente.
Si a pesar de poner en marcha estas pautas, y si habiendo trascurrido cierto tiempo no consigues remontar, no dudes en contactar con un psicólogo que te ayude a reinterpretar esta vivencia de una forma constructiva que te permita salir adelante y superar este dolor.