CONSEJOS PRÁCTICOS PARA ESTIMULAR LA MEMORIA EN LAS ACTIVIDADES COTIDIANAS :
La memoria puede ser entrenada a través de pequeños “trucos” dirigidos a mejorar la atención.
Uno de los problemas que llegan con los años, es la dificultad para prestar atención a dos o más actividades que se realizan al mismo tiempo. Para registrar toda la información que nos llega, hay que: Organizar una imagen visual del nombre u objeto que queremos recordar. Agrupar los recuerdos en listas de temas relacionados.
Utilizar ayuda-memorias, como agendas o anotadores. Con ellos se pueden registrar fechas, datos, nombres importantes que deseemos recordar y nos faciliten la planificación de nuestras actividades.
Por ejemplo: usar reloj con alarma, un cordón para sostener las gafas, dejar las llaves en un lugar en particular (y siempre en el mismo), tener una carpeta especial para las cuentas a pagar, exponer las cuentas y otras informaciones importantes a recordar en un lugar visible (como en la nevera), tener siempre a mano un anotador con los teléfonos de emergencia (o tenerlos pre-marcados en la memoria del teléfono), guardar los medicamentos en una caja o en un pastillero, anotar las dosis diarias de cada remedio en una libretita, etc.
Hallar una forma de relacionar el nombre con la persona o con algún objeto que nos permita recordar o hacer asociaciones. Cuanto más intensa sea la imagen que tengamos del nombre y la persona, más fácil será recordarla. Las personas que tienen pérdida precoz de la memoria pueden usar muchas técnicas para ayudarse con este problema.
Concédase el tiempo para hacer las cosas que necesite y no se sienta apurado ni permita que otras personas lo acosen.
Tenga relojes y calendarios alrededor de la casa de manera que permanezca orientado respecto a la hora y la fecha.
Adopte hábitos y rutinas que sean fáciles de seguir.
Mantenga la mente activa: Lea mucho si tiene problemas para recordar palabras y mantenga un diccionario a la mano.
Tome parte en actividades que estimulen la mente, como crucigramas y juegos de tablero. Esto ayuda a mantener activas las neuronas en el cerebro, lo cual es especialmente importante a medida que uno envejece.
Practica la meditación: Según un estudio del Instituto Tecnológico de Massachussets, en colaboración con las universidades de Harvard y Yale, la meditación puede ayudar a fortalecer las áreas de la corteza cerebral encargadas de la atención y de procesar los estímulos sensoriales externos. Además de luchar contra el estrés y la ansiedad, la práctica de meditación diaria tiene muchos más beneficios.
Haz ejercicio físico: El ejercicio mental es importante para fortalecer la memoria, pero también lo es el físico. Y es que la práctica de ejercicio ayuda a mejorar la oxigenación del cerebro, lo que le permite a éste trabajar mejor. Ya sabes, “mens sana in corpore sano”.
Usa tu otra mano: Tanto si eres diestro como si eres zurdo, es importante que no olvides que tienes otra mano. Hacer pequeñas tareas con la mano con la que no estamos acostumbrados hace que nuestro cerebro se vea obligado a crear conexiones nuevas. A partir de ahora, abre las puertas con la otra mano, dibuja, ponte el reloj en el otro brazo o simplemente remueve la comida en la cazuela: tu cerebro te lo agradecerá.
Descansa bien:Cuando estamos durmiendo nuestro cerebro no descansa y es que, para él, es el momento de clasificar toda la información que ha ido absorbiendo a lo largo del día. Por eso, son tan importantes las pausas en el estudio y también lo es dormir de manera suficiente.
Come bien:La alimentación también juega un papel importante en nuestra tarea por reforzar la memoria. Es clave que elijamos alimentos ricos en ciertas sustancias que ayudan al cerebro a trabajar bien. Así, debemos incluir alimentos ricos en fósforo (cacao en polvo, yema de huevo, pescado azul, almendras, productos lácteos…), potasio (aguacate, plátano, germen de trigo, naranjas…) y magnesio (pipas de girasol, cacahuetes, soja, cereales integrales…). También debemos asegurar al cerebro su aporte necesario de glucosa, mejor de asimilación lenta.