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Ángeles y seres de luz

EL MUNDO ANGELICO

Es importante aclarar que los ángeles no son espíritus.

Son entidades de Luz que moran en el 6º plano de vibración supraenergética y cumplen distintas funciones, siempre para servicio del ser humano.

No sólo son mensajeros divinos, como el amado Arcángel Gabriel.

También hay ángeles protectores que tratan de evitar accidentes u otras desgracias, salvo que la persona tuviera que vivir determinado incidente por karmas pendientes.

Los ángeles actúan tanto en el nivel material como en los niveles espirituales donde hagan falta.

Su vibración tan elevada está en concordancia con su amor, por eso los ángeles se abstienen de emitir juicios… y gozan haciendo servicio.

Los seres encarnados visualizan a los ángeles proyectando sobre ellos las características humanas. Ven la imagen angélica de acuerdo a sus necesidades.

La persona protectora puede ver a un bebé con alitas.

Aquel que se refugia en la soledad, quizás vea a un ángel con figura humana adulta y, aunque los ángeles no tienen sexo, pueden llegar a visualizar a una mujer o a un varón, según las expectativas del subconsciente.

La verdadera imagen angélica no tiene nada que ver con un ser antropomórfico sino con una luz.

Aquel que tenga el don de la mediumnidad vidente, podrá visualizar un trazo de luz, una línea o un punto brillante, generalmente en tonos blancuzcos. Entonces sabrá que estará viendo un ángel.


Aunque la mayoría de los seres humanos, debido a conceptos ya establecidos, sólo ven a los ángeles con las formas ya conocidas.

Algunos estudiosos describen a los ángeles como pulsaciones lumínicas, pero no de la luz visible que todos conocen, sino de una luz que surca el universo supraenergético y mora en el 6º nivel de vibración espiritual.

De los que están en contacto con el ser humano hay cuatro que son más conocidos: los arcángeles serafines Gabriel, Miguel, Rafael y Uriel.

Existe una jerarquía angelical que está formada por nueve cualidades: Serafines, Querubines, Tronos, Dominaciones, Potencias, Virtudes, Principados, Arcángeles y Ángeles.

Cada cualidad está conducida por un Príncipe, al cual acompañan ocho ángeles.

El Príncipe de los Serafines es Metatrón, que en hebreo significa “Rey de los Ángeles”.

Otra traducción sería “El que ocupa el trono vecino al trono de Dios”.

Su energía es tan sutil que roza la energía de los elohim o dioses menores. Aun estando en el 6º nivel de vibración supraenergética, tiene el don de comunicarse en forma periódica con las Energías Divinas del 7º nivel.

Dirige con amor a la mayoría de los seres espirituales, siempre en beneficio de todos los espíritus en evolución.

El príncipe de los Querubines es Raziel, que en hebreo significa “Secreto de Dios”.

Esta entidad de amor orienta espiritualmente a todas las criaturas que se sienten desamparadas.

El príncipe de los Tronos es Tsaphkiel, que en hebreo quiere decir “Ángel de la noche”. Otra denominación es Auriel.

Éste ángel ayuda a los seres encarnados a encontrar su camino espiritual.

El príncipe de las Dominaciones es Tsadkiel, del hebreo “Fuego de Dios”.

Su función es ayudar a aquellos seres que se encuentran faltos de ánimo para emprender una tarea altruista.

También se lo conoce como Uriel, el Arcángel de la Salvación. Fue quien condujo a Téraj, a su hijo Abraham y a su nuera Saray fuera de la ciudad de Ur, hacia Jarán, en Canaán.

Uriel se ocupa de ayudar a las personas a organizar su vida, tanto laboral como afectiva.

El príncipe de las potencias es Camal, que en el idioma hebreo es “Socorro y fuerza de Dios”. Influencia en los espíritus en evolución para que, a través de la unión con otros seres, encuentren la fuerza para salir adelante.

El Príncipe de las Virtudes es Raphael, o sea, “El Ángel que Cura”.

También se escribe Rafael. Está a cargo de remediar los males espirituales, armonizando con su amor a cada ser que se sienta abatido.

En el Libro de Tobías se lo describe como un ángel misericordioso, que cura a Tobit, padre de Tobías; libera a Sarra del influjo maléfico de Asmodeo, un espíritu del error, y la entrega como mujer al joven Tobías, de quien es fiel compañero de viaje en la ruta a Ragués de Media.

Rafael actúa también sobre los problemas psicosomáticos.

El príncipe de los Principados es Haniel, que en hebreo quiere decir “Gloria o gracia de Dios”.

Este ángel trata de orientar a todos los espíritus del error. También apuntala en la parte afectiva a los seres encarnados en el plano físico.


El príncipe de los Arcángeles es Miguel, del hebreo Micael, que significa “Quién es como Dios”.

Cuando la evolución espiritual recién comenzaba, este ángel era el paladín en la lucha contra el mal. Actualmente, es el arcángel de la Paz. Al invocarlo, se le pide que trabaje por la armonía y la confraternidad entre todos los seres encarnados.

Algunos estudiosos de la Cábala lo llegaron a confundir con Metatrón.

El príncipe de los Ángeles es Gabriel, del hebreo Gebher y su traducción es “La humanidad de Dios”.

Su misión es recordarle a todos los seres vivos que El Padre los ama y que jamás van a estar desamparados.

Cuando se lo invoca se le debe pedir por la unión de todos los hombres y que equilibre las emociones de aquellos que son muy impulsivos.

Los mahometanos sostienen que Gabriel le dictó el Corán a Mahoma. En la Biblia está escrito que el amado Gabriel le anunció a María el nacimiento del Maestro Jesús.

Hay que destacar la labor de Rehael, el Séptimo Ángel de las Potencias.

Su tarea es proteger a los seres encarnados que están en Misión, de todas las influencias negativas que entorpezcan dicha misión, sea de sanación espiritual o de difusión de la Palabra Divina.

Al hablar de las entidades angélicas es de suma importancia destacar el rol de Luzbel, cuyo nombre significa “Portador de la Luz”.

Tiene un papel preponderante en la evolución espiritual de los seres encarnados, puesto que El Absoluto lo eligió para tentar al ser humano y así fortalecer su resolución espiritual.

Lo acompañaron 72 ángeles voluntarios, a los que se les borró la memoria por Misericordia Divina y de esa manera fue como se formaron los llamados Demonios.

Luzbel mantuvo su memoria intacta y fue viendo a través de los milenios cómo los hombres sucumbían a las tentaciones, haciendo casi infinito su sufrimiento. Pero lo soportaba por su incondicional amor a Dios.

Luzbel es conocido como Lúcifer, el Príncipe de los demonios.

La tradición dejó de verlo como una entidad de Luz que ayuda a crecer espiritualmente al ser encarnado, sino que lo compara con un ser maligno que corrompe el espíritu.

Hay que tener una gran fortaleza interior para vencer a las tentaciones y sobreponerse al lastre del ego.

El Maestro Jesús salió airoso de la prueba y Luzbel vivió una gran satisfacción por ello, aunque a muchos todavía les cueste entender esa emoción.

El Absoluto es La Sabiduría y no todos los seres pueden llegar a entender Su discernimiento.

Uno de los ángeles más importantes y que muy pocos tienen en cuenta es el Ángel de la Tierra. Así como la Tierra tiene un Logos Planetario, también tiene un Ángel que la protege, junto con todos los seres que la habitan.

Es como un Ángel de la Guarda, pero a nivel planetario. Su nombre es Geanel y está en la cualidad de los Tronos. (Otra denominación es Gaianel).


CONCEPTOS ERRÓNEOS

Muchas personas tienen un concepto erróneo de las entidades angélicas, no sólo en cuanto a su forma, sino en cuanto a su comportamiento y carácter.

Primero: Los ángeles son seres de Luz y se visualizan como trazos. Aquellos que los ven con forma humana, sea como bebés o como seres adultos esbeltos, los visualizan así por una necesidad propia.

Segundo: Así como nosotros, que estamos en el plano físico 1, no podemos visualizar a los seres más sutiles, salvo que tengamos el don de la mediumnidad, tampoco los demonios y los espíritus del error los pueden ver.

Ellos también están en planos más densos, por lo tanto, tampoco pueden coexistir en el mismo hábitat. Razonando eso, sabremos que no tienen cómo interactuar con los seres angélicos y menos dañarlos.

Por lo tanto, nunca un ángel tendría miedo de un ser demoníaco. Y aunque pudieran convivir en un mismo plano, los ángeles tienen tan alta dosis de amor que, con tal de apagar la ira de los demonios, se prestarían a sufrir si con eso lograran transmutar el mal inherente de esos seres de las sombras.

Jamás podría luchar un ángel con un demonio por dos razones:

1) Los seres angélicos dan Luz a través del Amor. No cabe en ellos el más mínimo pensamiento de agresión.

2) Están en distintos planos de vibración. No pueden interactuar ángeles y demonios.

Los ángeles no se enojan, son Amor. Los ángeles no castigan, son Misericordia. Los ángeles no ponen reglas, son Servicio.


Si el ser humano encarnado empieza a conocer el carácter dulce de los ángeles, aprenderá a amarlos. Ellos son alegría y solo sufren cuando nos ven sufrir a nosotros. No saben lo que es el odio, pues viven para Amar.

Podemos llegar a ellos, viviendo para amar y en función de Servicio, pues esa es la única manera de elevarnos. Depende de cada uno de nosotros.

EL KARMA EN LOS ÁNGELES

El plano físico es como un inmenso pozo gravitatorio.

Las entidades espirituales que encarnan están sujetas a los vaivenes de dicho plano:

El ego actúa en forma nefasta, haciendo que el ser encarnado protagonice distintos roles de dramatización.

El apego desmesurado puede llegar a transformar a la persona en un ser egocéntrico.

Su cuerpo de deseos se verá expuesto a diversas tentaciones egoicas y tanto los espíritus del error, los demonios, como las energías lúdicas, aprovechan esa brecha para manipular al ser humano y así sumirlo en conductas negativas, entorpeciendo su Evolución.

Los ángeles no están exentos de caer en las mismas circunstancias, pues al encarnar en la Misión que fuese, su memoria es automáticamente borrada por el velo akáshico.


Al igual que los espíritus, los ángeles encarnan con solo un 10% y su 90% restante permanece en el plano 6º.

Entonces… ¿Cómo revierten su asignatura pendiente aquellos ángeles que cometieron errores?

Dentro del plano 6º hay un sub-plano llamado Limbo, donde van esos ángeles que sufren un efecto kármico debido a una conducta errónea.

Además, si las entidades angélicas que han encarnado en el plano 1º cometieron actos de crueldad, ya sea por impulsos emocionales o por ansias de poder, también pueden (de alguna manera) descender de nivel de vibración.

¿Cómo? Así como la parte que encarna en el plano físico es un 10% del total de la entidad, si arrastra karmas graves ese 10% puede bajar a los niveles 3, 2, -1 y -2, y ya allí vivenciar el apego, la ignorancia o el dolor de los seres que habitan esos planos.

O sea, no desciende el total de la entidad (como pasa con los espíritus), sino el 10% que cometió los actos hostiles que generaron esos karmas.

Una vez aprendida la lección kármica puede retornar a su plano o pedirle a los Lípikas volver a encarnar en el plano físico para terminar la Misión que había dejado inconclusa en su vida terrenal anterior.

Recuerden que en el plano 1º no hay garantías de nada. Aquellos que encarnan (ángeles o espíritus) pueden volver a equivocarse.

LA SANACIÓN ENERGÉTICA

La materia que nos rodea no es más que la imagen relieve de una realidad fundamental hecha únicamente de ondas de frecuencias.

Esto significa que la materia está formada por las mismas ondas del mundo espiritual, pero con una vibración más densa.

En los años treinta, un anatomista de Yale, Harold Saxon Burr, descubrió que un campo electromagnético envolvía el cuerpo de todo ser vivo. Confirmó que todos los seres encarnados tenemos un campo energético de protección que filtra las vibraciones negativas. Es conocido con el nombre de aura.

Con la esperanza de poder visualizar ese cuerpo eléctrico, había conectado un voltímetro en el cuerpo de dos mil mujeres a quienes se les practicaba un Papanicolao. Y algunos de esos cuerpos eléctricos, observó, presentaban a la altura de la pelvis un accidente característico. Eso era sorprendente, porque dichas mujeres gozaban todas de buena salud. Pero seis meses después, volvieron con un cáncer…

Este campo de Burr revela la calidad del tránsito, vía cerebro, de las informaciones del espíritu hacia el cuerpo.

Supongamos que la conciencia de un individuo se encuentra un día «oscurecida» por un stress, una angustia o un dolor moral. ¿Qué va a suceder? Su córtex va a dejar pasar menos información del campo de la conciencia y por ello la calidad de proyección holográfica va a bajar, deformando el cuerpo eléctrico.

Dañado, ese último ha de mandar, mediante fotones, una señal degradada o corrompida a las células, que van a comenzar entonces a degenerarse. Y luego aparecerá la lesión clínico-anatómica. Ese bajón energético será lo que desequilibre la parte física.

Actualmente hay una nueva medicina que se ocupa del aura, una medicina supraenergética. Porque la medicina actual cura solamente el órgano, que no es más que la fase final de la enfermedad. Apenas se comienza a reconocer la importancia del cuerpo electromagnético, cosa que los chinos llegaron a comprender hace muchísimo tiempo.

Pronto podría pensarse en restablecer un campo electromagnético en su forma normal, aplicando en el organismo, por ejemplo, una frecuencia acústica que influiría en el equilibrio físico-químico de las células.

Esa medicina no lucha contra las bacterias, sino contra un desequilibrio más fundamental… el desequilibrio del aura. Debemos saber que las bacterias sólo proliferan peligrosamente en presencia de un desequilibrio somático.

En caso contrario, permanecen tranquilas. Entonces ,¿qué es lo que provoca tal desequilibrio? Yo pienso que el miedo, el estrés y también el sentimiento de culpa son responsables de muchas enfermedades, porque perturban la conciencia, alteran el holograma y desinforman las células.

El cuerpo se transforma en una esponja y absorbe influjos nefastos en grandes cantidades. A partir de ahí vienen los trastornos psicosomáticos.

¿Qué rol tienen los ángeles en este tipo de trastornos?

Tengamos en cuenta que los ángeles son Entidades de Luz que vibran en una sintonía muy elevada. Esa vibración es curativa, aún en una proporción mayor que los conocidos ultrasonidos.

En distintos talleres angélicos he constatado que venía gente con problemas psicosomáticos, lo que les causaba alteraciones en el funcionamiento corporal.

Y luego de “visualizar” a su ángel, las personas se sentían mejor.

La energía angélica había obrado en la parte física, sanando a la persona con trastornos.

En otros casos, la persona manifestaba directamente el problema que tenía y se le pedía al ángel que envíe su energía sanadora a la parte donde se hallaba el desequilibrio. El resultado era sorprendente: la persona se aliviaba considerablemente.

Debo hacer hincapié en que la energía sanadora no reemplaza a ningún tratamiento médico, solo es una terapia alternativa y complementaria de la medicina tradicional.

Ejercicio mental para poder contactarnos con los ángeles:

Es importante, aunque no imprescindible, estar con ropa cómoda. El lugar puede estar en silencio o con una música suave.

Pueden estar sentados sobre almohadones o en una superficie que no sea rígida. Lo que se busca es que estén lo más cómodos posible.

Una vez acomodados, cierran los ojos. Intentarán trabajar con el sentido del tacto, pero sin tocar ninguna parte de su cuerpo. “Sentirán” mentalmente toda su piel.

La recorrerán mentalmente hasta sentir un cosquilleo. Eso indicará que estarán percibiendo su propia aura. Podrán percibir el calor de sus manos, la pesadez de sus brazos, el cuello, los hombros… la respiración acompasada. Sentirán sus piernas, sus pies… todo su cuerpo. Una sensación de armonía les invadirá.

Luego visualizarán su chakra coronario, el centro energético que se encuentra en el centro de su cabeza. «Tocarán» mentalmente ese centro y notarán una presión en el mismo, como si “algo” lo tocara. En ese momento la persona instructora les pedirá visualizar un rayo blanco azulado, la luz del Creador.
Ese rayo penetrará por el centro de su cabeza e inundará con su Luz vuestro cuerpo.

Esa Luz bañará vuestro rostro, el cuello, los hombros, el tórax, la cavidad abdominal, los brazos, las manos, las piernas y los pies.

Notarán una energía muy armonizadora. Un segundo rayo, ahora de color dorado, llegará a vosotros. Es la energía Crística. Entrará por el chakra coronario y hará el mismo recorrido que el anterior.

Notarás un cosquilleo vivificante. Luego, un tercer rayo, que será de color violeta, hará el mismo recorrido que los dos rayos que lo precedieron.

La energía transmutadora del mismo cubrirá todos los influjos nefastos que pudiesen haber absorbido y la transformará en Luz supra energética.

Ya los tres rayos en combinación habrán llevado vuestro ser a un estado de semiconciencia llamado alfa, donde estarán aletargados, pero sin perder el control de vosotros mismos.

La voz de la persona instructora los seguirá guiando. Su mente se transportará hacia una vibración muy sutil, llevándolos fuera del plano físico. Allí, intentarán captar a vuestro ángel. Cada uno lo visualizará de acuerdo a sus necesidades.

Podrán ver la figura que vuestro subconsciente capte: La mayoría siempre visualiza figuras antropomorfas, ya sea un querubín o un esbelto mozalbete con largas alas.

En realidad, los ángeles se pueden percibir como trazos de Luz, en su forma real. Otros los ven como mándalas o figuras geométricas, como símbolos, como jeroglíficos, etc.

La mente humana es un gran decodificador del concepto espiritual: “traduce” las ideas en palabras e imágenes, aunque el ego, inherente al ser humano, “deforma” tanto esa traducción, que nuestras emociones participan de los que captamos y entonces adecuamos a nuestra necesidad lo que visualizamos.

Por eso no todos vemos lo mismo.

El contacto angélico es importante pues, una vez que visualizamos mentalmente a nuestro ángel guía, le podemos pedir orientación (si tenemos problemas a resolver) y Sanación (si nuestro organismo tiene altibajos físicos). Es entonces cuando el ángel nos manda su Luz sanadora y la focaliza en el punto donde no circula la energía.

El cuerpo electromagnético o campo áurico se restablecerá y nuestras células normalizarán su recepción de energía espiritual. De esa manera, el cuerpo tenderá a sanarse. La voz de la persona instructora nos devolverá lenta y sutilmente al plano físico. Nuestra vibración será más lenta… volveremos a sentir nuestro cuerpo, nuestra respiración… hasta el cosquilleo de nuestra circulación sanguínea.

Lentamente iremos abriendo los ojos. Quizás haya bajado un poco nuestra temperatura corporal y tengamos algo de frío. Eso se soluciona con una infusión caliente de té o de alguna otra hierba.

Aprendan a “estudiarse” ustedes mismos. Traten de sentir todos sus órganos. Notarán que después de la experiencia que tuvieron se sentirán mejor, no solo física, sino anímicamente.

Antes de retirarse den gracias a vuestro ángel y sepan que él los ama incondicionalmente, porque el Servicio es Amor y así como la función del Sol es dar luz y calor a nuestro pequeño mundo, la función de los ángeles es Sanar a través del Amor.

Os agrego una técnica explicando como un Sanador, por intermedio de su ángel, puede llegar a estabilizar el desequilibrio áurico que produce trastornos físicos en la persona:

Las técnicas son variadas: Se puede sanar con colores, con gemas, con reiki o  canalizando la Energía Crística.

La técnica a realizar es la siguiente: La persona que realiza la Sanación tiene también el Don de»captar» a la entidad angélica a traves de todo su cuerpo. Recordemos que el ángel contactado se manifiesta como una elevada vibración.

Esa sintonía fina se puede percibir en toda la piel como un cosquilleo, de la misma manera que percibimos nuestra circulación sanguínea.

«Sentimos» el ángel en nosotros, nos invade una sensación de armonía.
Si estamos conectados en empatía total entramos en éxtasis, un estado donde nos sentimos transportados fuera del mundo sensible.

A medida que vamos practicando la técnica, la»conexión» se realiza más rápidamente y llega un momento en que lo podemos hacer casi en forma automática. Aclaro que eso no significa perder el estado de éxtasis.

Entonces, cuando percibimos a una persona con deficiencias en su campo áurico, pedimos ayuda a nuestro ángel guía. Se juntarán ambas energías, la angélica y la que canalizará nuestro Yo Superior.

Ambas vibraciones estarán mancomunadas y proyectarán su luz al campo electromagnético de la persona en cuestión, sanando su aura. De ese modo, los trastornos psicosomáticos irán desapareciendo.

La fe es muy importante, pero la energía Divina actúa en forma independiente.

Pero reitero que la energía sanadora no reemplaza a ningún tratamiento médico, solo es una terapia alternativa y complementaria de la medicina tradicional.

¿Cómo puede hacer un sanador para protegerse diariamente y antes de hacer imposición de manos?

El secreto (que no es tal) es “envolverse en Amor”.

Toda persona posee un Yo Interno contactado con su Yo Superior.
Éste, a su vez, está conectado con la Divinidad. Si buscamos con afán dentro nuestro, detectaremos esa Divinidad y ella nos colmará de Amor.

Esa será la protección adecuada contra todo tipo de influencias negativas.
La persona que realice imposición de manos, al estar “empapada” de ese Amor Divino, cumplirá con creces su Misión Sanadora.

Para evitar que el ego influya en el Terapeuta, dejo en claro que la persona NO ES la que sana, sino que en ese momento la misma se transforma en un canal Divino.

El Amor del Creador es el que Sana y agrego que para canalizar dicho Amor, la persona sanadora tiene que estar en total sintonía con Dios… y eso solo se logra con la ausencia total de Protagonismo.

La identidad de los Trabajadores de la Luz

Los Trabajadores de la Luz son almas que llevan el fuerte deseo interior de esparcir Luz (conocimiento, libertad, y amor) sobre la tierra. Ellos sienten esto como su misión. A menudo se ven atraídos hacia la espiritualidad y hacia alguna clase de trabajo terapéutico.


Debido a su profundo sentimiento de misión, los trabajadores de la luz suelen sentirse diferentes de otras personas. Al experimentar diferentes clases de obstáculos en sus caminos, la vida los provoca a encontrar su propio, único camino. Los trabajadores de la luz casi siempre son individuos solitarios, que no se adaptan a estructuras sociales establecidas.

Una observación en el concepto de ‘trabajador de la luz’

El nombre ‘trabajador de la luz’ puede provocar malentendidos, ya que éste eleva a un grupo particular de almas del resto. Además, puede llegar a sugerir que este grupo particular es de algún modo superior a los otros, por ejemplo a aquellos ‘no trabajadores de la luz’. Esta línea completa de pensamiento no está de acuerdo con la verdadera naturaleza e intención del trabajo de la luz. Permítanos establecer brevemente qué está mal con esto.

Primero, las pretensiones de superioridad generalmente no son iluminadas.
Ellas bloquean su crecimiento hacia una libre y amorosa conciencia.

Segundo, los Trabajadores de la Luz no son ‘mejores’ o ‘superiores’ que cualquier otro. Ellos simplemente tienen una historia diferente que la de los otros que no pertenecen a este grupo. Debido a esta particular historia, que discutiremos más adelante, ellos tienen ciertas características psicológicas que los distinguen como a un grupo.

Tercero, cada alma llega a ser un trabajador de la luz en determinada etapa de su desarrollo, por lo tanto la calificación ‘trabajador de la luz no está reservada para un número limitado de almas.

La razón por la cual utilizamos la frase “trabajador de la luz (a pesar de los posibles malentendidos) es porque ésta trae asociaciones y remueve memorias dentro de ustedes que los ayuda a recordar. También hay una conveniencia práctica en ella, ya que este término es frecuentemente utilizado en su literatura espiritual corriente.

Raíces históricas de los Trabajadores de la Luz

Los trabajadores de la Luz llevan con ellos la habilidad de alcanzar el despertar espiritual más rápidamente que otras personas. Ellos llevan semillas internas para un rápido despertar espiritual. Debido a esto, ellos parecen estar en una vía más rápida que la mayoría de la gente, si ellos así lo eligen. Esto, otra vez, no es porque los trabajadores de la luz sean en ningún modo almas ‘mejores’ o ‘superiores’.

Sin embargo, ellos son más viejos que la mayoría de las almas encarnadas en la tierra actualmente. Esta edad más vieja debería preferentemente entenderse en términos de ’experiencia’, más que en ‘tiempo’.
Los trabajadores de la luz han alcanzado un estadio particular de iluminación, antes de que encarnaran en la tierra y comenzaran su misión.

Ellos conscientemente eligieron llegar a estar arraigados en la ‘rueda kármica de la vida’ y experimentar todas las formas de confusión e ilusión que existen en ella.

Ellos hicieron esto con motivos de comprender completamente ‘la experiencia de la tierra’. Esto les permitirá a ellos cumplir su misión.

Sólo yendo ellos mismos a través de todos los estados de ignorancia e ilusión, poseerán ellos finalmente las herramientas para ayudar a otros a alcanzar un estado de verdadera felicidad e iluminación.

¿Por qué los trabajadores de la luz siguen esta genuina misión de ayudar a la humanidad, corriendo el riesgo, de este modo, de perderse a ellos mismos por años en la densidad y confusión de la vida terrestre? Ésta es una pregunta que trataremos extensamente más adelante. Ahora diremos que esto tiene que ver con un tipo de karma galáctico.

Los trabajadores de la luz presenciaron la víspera del nacimiento de la humanidad en la tierra. Ellos formaron parte de la creación del hombre. Ellos fueron co-creadores de la humanidad.

En el proceso de creación, tomaron decisiones y actuaron de maneras por las cuales más tarde tuvieron profundos remordimientos. Ellos están aquí ahora para resarcir sus decisiones de aquél entonces.

Antes de entrar en ésta particular historia, nombraremos algunas características de las almas trabajadoras de la luz, que generalmente los distinguen de otras personas.

Estos rasgos psicológicos no pertenecen exclusivamente a los trabajadores de la luz, y no todos los trabajadores de la luz reconocerán todos ellos como propios.

Al detallar esta lista, simplemente queremos dar un perfil a la identidad psicológica de los trabajadores de la luz (me incluyo yo).

Al considerar las características, el comportamiento exterior es de menor importancia que las motivaciones internas o intenciones sentidas. Lo que ustedes sienten por dentro es más importante que lo que ustedes muestran afuera.

Características psicológicas de los Trabajadores de la Luz:

-Desde temprano en sus vidas, ellos sienten que son diferentes. Muy frecuentemente se sienten aislados de los otros, solitarios y no comprendidos. Ellos a menudo se vuelven individualistas, y tendrán que encontrar sus propios únicos caminos en la vida.

– Tienen problemas con sentirse cómodos dentro de los trabajos tradicionales y/o estructuras organizativas.

– Los trabajadores de la luz son naturalmente anti-autoritarios, lo cual significa que ellos naturalmente se resisten a las decisiones o valores basados solamente en poder o jerarquía. Este rasgo de anti-autoritarismo está presente incluso si ellos parecen tímidos y vergonzosos. Esto está conectado a la verdadera esencia de su misión aquí en la tierra.

– Los trabajadores de la luz se sienten atraídos a ayudar a las personas, ya sea como terapeuta o como profesor. Ellos pueden ser psicólogos, sanadores, maestros, enfermeros, etc. Incluso si su profesión no está directamente relacionada con ayudar a personas, sus intenciones de contribuir al más alto bienestar de la humanidad está claramente presente.

– Su visión de la vida está matizada por un sentido espiritual de cómo todas las cosas están relacionadas unas con otras. Ellos consciente o inconscientemente llevan memorias dentro de ellos de esferas de luz no terrestres. Ellos pueden ocasionalmente-sentir añoranza por estas esferas y sentirse como un extraño en la tierra.

– Honran y respetan la vida profundamente, lo cual a menudo se manifiesta como una afición por los animales y una preocupación por el medioambiente.
La destrucción de partes del reino animal o vegetal en la tierra por los actos del hombre evoca en ellos profundos sentimientos de pérdida y aflicción.

– Son bondadosos, sensibles y empáticos. Pueden sentirse incómodos al enfrentarse con un comportamiento agresivo y generalmente experimentan dificultades en defenderse ellos mismos. Pueden ser distraídos, ingenuos o profundamente idealistas, así como también no estar suficientemente arraigados, por ej., no tener los pies sobre la tierra. Debido a que fácilmente captan sentimientos y humores (negativos) de las personas que los rodean, es importante para ellos estar solos un tiempo regularmente. Esto les permite distinguir entre sus propios sentimientos y los de las otras personas. Necesitan momentos de soledad para tocar base con ellos mismos y con la madre tierra.

Han vivido muchas vidas en la tierra en las cuales estuvieron profundamente involucrados con la espiritualidad y/o religión. Ellos estuvieron presentes en números abrumadores en las viejas órdenes religiosas de su pasado, como monjes, monjas, ermitaños, psíquicos, brujas, chamanes, sacerdotes, sacerdotisas, etc. Ellos fueron aquellos que proveyeron de un puente entre lo visible y lo invisible, entre el contexto diario de la vida terrestre y los reinos misteriosos del más allá, de Dios y los espíritus del bien y el mal. Por cumplir este papel, a menudo fueron rechazados y perseguidos.

Muchos de ustedes fueron sentenciados y estacados por los dones que poseían. Los traumas de las persecuciones dejaron profundas marcas dentro de la memoria de sus almas. Esto puede manifestarse actualmente como un temor a estar completamente arraigado, por ej. un temor a estar realmente presente, porque ustedes recuerdan ser brutalmente atacados por ser quienes ustedes eran.

Perderse: el peligro de los trabajadores de la luz:

Los trabajadores de la luz pueden estar atrapados en los mismos estados de ignorancia e ilusión como cualquier otro.

Aunque ellos comienzan desde un punto diferente de partida, sus capacidades para romper con el miedo y la ilusión con el objeto de alcanzar la iluminación pueden ser bloqueadas por muchos factores. (Por iluminación queremos decir el estado del ser en el cual ustedes comprenden que son esencialmente de Luz, capaces de elegir la luz en cualquier momento).

Uno de los factores que se hallan interrumpiendo el camino a la iluminación para los trabajadores de la luz es el hecho de que ellos llevan una pesada carga kármica, la cual a veces puede llevarlos a extraviarse por bastante tiempo.

Como aclaramos antes, esta carga kármica está relacionada con decisiones que ellos alguna vez tomaron con relación a la humanidad en sus etapas infantiles.

Estas decisiones fueron esencialmente irrespetuosas de la vida (hablaremos de esto después en este capítulo).

Todos los trabajadores de la luz que viven ahora desean corregir algunos de sus errores pasados y recuperar y apreciar lo que ha sido destruido a causa de ello.

Cuando los trabajadores de la luz hayan completado su camino a través de la carga kármica, lo cual significa liberar cualquier tipo de necesidad de poder, ellos comprenderán que son esencialmente seres de luz. Esto les permitirá a ellos ayudar a otras personas a hallar su propio verdadero ser. Pero antes ellos deben pasar por ese proceso por ellos mismos. Esto generalmente exige gran determinación y perseverancia en el nivel interno.

Debido a los valores y juicios alimentados en ellos por la sociedad, que a menudo van en contra de sus propios impulsos naturales, muchos trabajadores de la luz se han perdido, terminando en estados de desconfianza en sí mismos, abnegación e incluso depresión y desesperanza Esto es porque ellos no se adaptan al orden establecido de las cosas y ellos concluyen que algo debe andar terriblemente mal en ellos.

Lo que los trabajadores de la luz tienen que hacer llegados a este punto es dejar de buscar ser valorados desde afuera, por los padres, amigos o por la sociedad.

En algún momento, ustedes (quienes están leyendo esto) tendrán que dar el salto a la verdadera habilitación, lo cual significa realmente creer en ustedes mismos y verdaderamente hacer honor de sus inclinaciones naturales y de su conocimiento interior y actuar basándose en ellos.

Los invitamos a hacer eso mismo, y les aseguramos que nosotros estaremos con ustedes en cada etapa del camino exactamente como ustedes, en un futuro no lejano, estarán ahí para ayudar a otros en su camino.

COMO CONTACTAR CON LOS ÁNGELES Y SERES DE LUZ:

Es posible contactar con los ángeles y seres de luz. Esto se hace más fácil si la persona que lo intente tiene una sensibilidad especial. Es importante que tengamos fe. Es importante recordar que los ángeles responden a solicitudes positivas, beneficiosas, que no perjudiquen a nadie.

Para contactar con estos seres tan especiales y luminosos es importante hacerles un sitio en nuestra vida, pues de nada servirá pedirle favores si no creemos en ellos ni tenemos fe en su poder.

Por eso es importante tener pensamientos positivos, porque los ángeles no albergan energía negativa. Es aconsejable concentrarse en soledad y hablarles mentalmente contándole los problemas, como si los tuviéramos al lado nuestro.

A su vez es bueno orar en voz alta. Pueden ser oraciones simples, recitadas o cantadas. Es muy positivo hacer esto con voz alta y clara, pues aunque si rezamos en silencio nuestros ruegos también llegaran a los ángeles, es más efectivo que oramos en voz alta.

Para que este contacto surja con mayor efecto, es muy bueno usar el nombre de Dios, ya que al estar El dentro de cada uno de nosotros, empleamos esa energía interna para dirigirla a los ángeles y seres superiores, con lo cual atraemos todo lo bueno hacia nosotros.

No dejes de rezar a diario a los ángeles, pues cuanto mas contactemos con ellos, más nos podrán ayudar y ellos siempre estarán dispuestos a ayudar en especial cuando estamos pasando momentos muy difíciles.

No solo basta con pedir ayuda en general, sino que cuando realmente nos hagan falta, hay que acordarse de invocar a los ángeles en esos momentos puntuales, ya que es particularmente en esos momentos cuando nos ayudarán.

Otra cosa que debemos considerar es invocar al ángel específico, por ejemplo si necesitamos es ayuda en el amor, hay que llamar a los ángeles del amor, y si es protección, a los ángeles de protección, y así sucesivamente. De este modo se estable contacto con el ángel específico, para de este modo nuestros ruegos sean oídos efectivamente.

Igualmente, hay que considerar de ser concretos con la petición, ya que cuanto más preciso y específicos seamos menos tardaran los ángeles en socorrernos.

Cuando hagamos la petición, debemos rezar con una imagen mental de lo que queremos, tal cual como si fuera una fotografía mental, esto ayudará mucho.

Claro está que debemos tener en cuenta que nuestro karma pesa mucho en como recibiremos la ayuda angelical, es decir, lo que hayamos hecho bueno o malo durante nuestra vida, influirá mucho en como se comporten los ángeles con nosotros a la hora de atender las suplicas, pues los ángeles y otros seres superiores se basan mucho en el karma a la hora de oír ruegos.

Otras maneras de contactar con los ángeles:

Como hemos visto, la oración es la forma más corriente de establecer contacto con los ángeles y otros seres superiores, pero esto no significa que sea la única.


Cristales:

Mediante cristales cargados por los ángeles, se cree que podemos establecer contacto con ellos. Se toma un cristal entre las manos y se pregunta en voz alta al querubín o Angel que hace que fluya su sabiduría a través de nosotros. Una vez hecho esto, se supone que el cristal ha sido cargado con esa energía emanada del Angel. Ya no habrá que cargar nunca más el cristal y mediante el los ángeles se verán ligados a nuestra vida.

 

Cartas:

Es muy positivo escribir cartas a los ángeles, como si fueran amigos nuestros. Es algo sencillo de hacer y muy gratificante para la persona que lo realiza. Simplemente se trata de tomar una hoja en blanco, y escribirle una carta, con su fecha y encabezamiento, por ejemplo: “Querido Angel mío”, o “Mi querido Angel”. Luego, dejar que fluyan los sentimientos a través de la mano como fluyen por la boca cuando rezamos. Cuando se termina la carta, se puede guardar en un bolsillo, o bajo la almohada, o incluso quemarla, pues se piensa que así el humo llega al cielo, y por tanto al Angel, de forma más rápida.

También se les puede pedir o meditar con ellos con una baraja de cartas de los Ángeles.

 

Sesión de canalización:

La canalización es una forma de contacto similar al espiritismo.

Suelen ser sesiones de una media hora, y se basa fundamentalmente en que el consultante y su conector hablen, pues se cree que el Angel está conversando a través de él. Tras entrar en trance, el conector va escribiéndolo todo con escritura automática. Hay quien ha notado una luz especial en la estancia mientras se realizaba la sesión de canalización, aunque aún no se oído hablar al Ángel.

 

Colores del vestuario:

Para una comunicación efectiva con los ángeles, es muy positivo elegir unos colores adecuados, ya que los ángeles tienen sus preferencias por tonos determinados, según el tipo de ángeles que sean. Por ejemplo, los serafines se conectan con el rojo, los guardianes prefieren el verde claro y el rosa pastel, los querubines conectan con el azul, los curativos con otro tipo de azul más fuerte, al arcángel Gabriel le atrae los tonos marrones y bronces y el verde oscuro, y el arcángel Miguel se ve atraído por el azul, dorado, rosa y verde oscuro.

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