Una de las situaciones más estresantes en nuestra vida es mudarse. No sólo porque implica desmontar y montar una casa en su totalidad, sino porque además supone un cambio, una situación nueva que nos genera grandes niveles de incertidumbre. Especialmente si el traslado no se produce de manera voluntaria o viene acompañado de una separación, un conflicto familiar o por motivos económicos, el estrés se genera mucho antes de empezar con la mudanza en sí.
No obstante, existen muchas maneras de convertir una mudanza en una experiencia agradable. El primer consejo ante esta situación es afrontar el cambio de una manera positiva y con alegría.
Los cambios son siempre buenos y, aunque dejemos atrás numerosos buenos recuerdos, hay que pensar en todas las cosas positivas que nos pueden aportar: vecinos nuevos, casa más acogedora, más luminosa, más económica etc…
En una mudanza lo más importante es planificarse. Lo ideal es contar con unas tres semanas para pensar cómo vamos a llevar a cabo el embalaje y el traslado de nuestras pertenencias, especialmente de aquellas a las que nos sentimos más unidos ya que su pérdida o deterioro podría originarnos tristeza.
Lo más recomendable es contratar a una empresa de mudanzas para que ellos se encarguen del traslado e incluso del embalaje, lo que reduciría en grandes cantidades nuestro nerviosismo y esfuerzo. Existen empresas que embalan todo en la vivienda antigua y lo colocan perfectamente en la nueva lo que hará que prácticamente ni nos enteremos de que nos estamos mudando. Una vez más, el orden ha de ser el protagonista de nuestra mudanza. Hay que tener muy claro por dónde vamos a empezar y una vez iniciada una habitación continuar por ella hasta que tengamos todo embalado. Se recomienda empezar siempre por la cocina.
Mudarse implica un cambio que hemos de afrontar de una manera positiva en nuestra vida, como un crecimiento y una evolución. Por ello, es importante aprovechar para deshacernos de todas esas cosas que no utilizamos pero que ocupan mucho espacio en casa y que nos roban gran cantidad de energía. Una mudanza es una situación muy adecuada para hacer una limpieza de todo aquello que nos sobra.
Contar con ayuda es fundamental. Si no podemos permitirnos el contratar a una empresa de mudanzas es un buen momento para llamar a nuestros familiares o amigos, esto reducirá el nivel de trabajo y además convertirá esta experiencia en un evento social dónde compartiremos cosas nuevas con nuestros allegados. Contar con la opinión y las recomendaciones de otra gente puede ayudarnos a solventar situaciones difíciles que por determinadas circunstancias en este momento nos cuesta afrontar.
Otro de los consejos fundamentales es el de llevar una alimentación sana y cuidarnos en todos los niveles. Bien es cierto que esto deberíamos hacerlo todos los días de nuestra vida pero durante los días en los que estamos desempeñando una mudanza es vital. Debemos respetar los horarios de comida y de sueño, dormir 8 horas diarias y llevar una dieta equilibrada.
Nunca debemos olvidarnos de hacer pequeñas pausas a diario para seguir disfrutando de momentos de ocio que ayudarán para soltar tensiones y oxigenarnos. Ante todo, la paciencia, ha de convertirse en nuestra mejor amiga.
Mudarse puede traer millones de cambios atractivos para nuestra vida, no olvides que los cambios no son siempre malos sino que en la mayoría de veces nos ayudan a dejar atrás un capítulo de nuestra vida e iniciar uno nuevo.
Las mudanzas generan un movimiento de energía al que se les debe prestar mucha atención. Una estructura, ya sea casa, apartamento u oficina, se impregna con toda la energía del diario acontecer.
Dentro de esos espacios se condensan energías de odio, amor, envidia, desolaciones o éxitos. Esa concentración de energía positiva y negativa es una fuerza que no te pertenece.
Tu energía es el resultado de tus logros, derrotas, amores y miedos. Por todo esto no es prudente entrar en contacto con fuerzas ajenas a tu ser, aún más cuando tú estás viviendo un proceso de transformación. Cuando te mudas cierras ciertos ciclos y te abres al camino.
Producto de esa innovación tu espíritu está dispuesto a recibir lo que el Universo desea otorgarte. En conclusión, es importante que limpies cualquier vieja energía que haya quedado en ese lugar.
Una mudanza está considerada como una de las tres primeras causas de estrés nocivo, por detrás de los procesos de duelo y de los despidos. El estrés surge cuando salimos de nuestra zona de comodidad y rompemos con lo conocido, con la cotidianidad, con lo seguro y con lo controlado.
Las mudanzas se viven como situaciones desestabilizadoras y someten a nuestro sistema nervioso a una tensión, que algunas personas no saben bien cómo sobrellevar. Una mudanza supone un cambio, conlleva desprendimiento y despierta la incertidumbre. Cuando, además, la mudanza obedece a cuestiones emocionales y sentimentales es más impactante.
Cuando se rompe una relación entramos en una espiral de desbordamiento de emociones que afectan a nuestra vida diaria. La idea de mudarte te confronta con la realidad de forma directa: tu relación se ha roto, lo que te puede producir cierta sensación de caos y un sentimiento de pérdida de rumbo en la vida. Aun así, sabes que tienes que ponerte en acción y enfocar tu energía en buscar otro lugar en el cual vivir. Éste es un momento doloroso, en el que sentimos cierto desamparo y comenzamos a temerle a las garras de la soledad. Nuestras carencias emergen, y nos sentimos muy vulnerables. La mudanza inminente es la señal más clara de que hemos roto con nuestra forma de vida anterior. En ese instante, comenzamos a encontramos solos y desvalidos ante lo desconocido, y el miedo, mezclado con otras emociones, se apodera de nosotros.
El miedo es una emoción básica necesaria para nuestra supervivencia. Es una señal que nos hace estar alerta y despiertos para reaccionar antes de que entremos en la espiral del peligro. Visto desde esa óptica, el miedo nos ayuda a analizar una circunstancia desde diferentes perspectivas, con lo que se convierte en un potente aliado de vida. Este tipo de miedo nos permite equilibrar nuestra vida. Pero, ¿qué sucede cuando el miedo conlleva dudas y parálisis? ¿Qué ocurre cuando nos introduce en un agujero negro del cual no sabemos salir? La respuesta es que el miedo se convierte en un elemento tóxico que nos oxida, erosionando nuestra salud y bienestar. Este miedo nos resta frescura y nos produce un bloqueo mental.
Es en este punto cuando hay que tomar conciencia de que el miedo está hipotecando las decisiones que tomamos o dejamos de tomar. En este momento hay que encontrar el interruptor para accionar nuestra motivación y buscar la manera de reactivar, reavivar, mover y afianzar la confianza y seguridad en nosotros mismos. Una ruptura sentimental desata el miedo en su versión más dañina. Escúchate y observa qué te dices en estos momentos. Es importante que sepas que tus posibilidades se encuentran en el momento presente y que para superar las duras pruebas de la vida debes responsabilizarte de tus pensamientos porque éstos crean tu realidad. Los guiones negativos de nuestra vida nos hacen estar dentro de la espiral de los pensamientos y los comportamientos negativos que provocan ira, frustración e infelicidad.
Tras una ruptura tienes todo el derecho a estar frustrado. Lo que pasa es que si esa frustración se enquista, el pasado se convertirá en tu presente. Tener pensamientos basados en la supervivencia genera sentimientos de ira, de miedo, de tristeza, de ansiedad, de agresividad, de irritación, de rabia, de inseguridad y de incertidumbre. Estas emociones tóxicas se instalan tanto que analizamos lo que nos ocurre desde ese estado mental, con lo que se generan más pensamientos de supervivencia. El resultado es un perpetuo círculo sin fin. Tienes derecho a estar mal, pero no olvides que también tienes derecho a vivir y que eres un digno merecedor de todo lo bueno de la vida. Te animo que te adentres en tus emociones, te invito a que las escuches y a que aprendas a convivir con ellas. No las reprimas porque se harán más fuertes. Debes dejar que se expresen.
Mientras haces tu» mudanza emocional», te recomiendo que tengas en cuenta los siguientes puntos para preparar y organizar tu mudanza física de forma eficiente:
- Haz cajas con los objetos que consideres que son de primera necesidad e imprescindibles y embálalos de manera que los puedas reconocer y localizar rápidamente para usarlos cuando precises. Esta sencilla recomendación va a rebajar la sensación de descontrol.
- Lleva las cosas y objetos de valor contigo para evitar pérdidas innecesarias.
- Evita dejar cajas cerradas de forma permanente. Colócalo todo en su sitio de forma progresiva comenzando por la cocina. La cocina es el lugar donde satisfacemos las necesidades primarias relacionadas con la alimentación y es uno de los lugares que mayor sensación de hogar nos aporta.
- Aprovecha para tirar lo que ya no te sirve o aquellos objetos que te hacen más daño que bien por el tipo de estado de ánimo al que te someten. Te aseguro que éste es un ejercicio que te va a proporcionar una gran liberación mental y emocional.
- Trata de mantener tu equilibrio y la armonía. Piensa que esta mudanza es una gran prueba. Se van a mover muchas emociones. Míralas como la puerta de acceso a tu nueva vida. Aunque ahora veas tu existencia de forma gris y desesperanzada, te aseguro que la claridad llegará a tu vida.
- Despídete del que fue tu hogar. Agradece a tu antiguo entorno lo que en él viviste. Cerrar los ciclos es esencial para despejar el camino y permitir que se abran otras opciones.
TIPS PARA CUANDO TE MUDES A NUEVOS ESPACIOS:
• Ventilar mucho la vivienda y limpiarla bien físicamente primero el polvo etc.
• Utilizar vinagre blanco en todas las superficies lavables, azulejos, pisos, paredes, puertas, ventanas y especialmente en los vidrios. Los vidrios y espejos deben limpiarse siempre con vinagre, pues absorben mucha negatividad.
• Aspirar el polvo de sillones y alfombras a conciencia. Las moléculas de polvo también acumulan. Esto si el lugar que se va a usar ya estaba amueblado.
• También puede lavarse y rociar agua bendita por toda la casa y muebles.
• Si usted siente muy cargado el ambiente, los inciensos y sahumerios pueden » remover y purificar» la suciedad, esto luego de haber limpiado con el agua descrita arriba.
• Se debe tirar a la basura todos los pequeños accesorios de los dueños anteriores que estuvieran ya en la vivienda que vamos habitar , debemos renovarlos poniendo unos nuevos a estrenar por nosotros (cuestan poco dinero y no nos beneficia nada tenerlos de otras personas), por ejemplo se debe siempre tirar y reponer: (la fregona y el cubo, las tinas, recojedor y escoba, la escobilla del baño, el cubo de la basura y papeleras, el bote de cepillos dientes, los peines, las esponjas, los estropajos, las alfombras, cortinas o estores, secador de pelo, felpudo puerta de entrada, el paraguero, el perchero, la ropa de cama (sabanas y edredones), las toallas y paños de cocina, la vajilla, la loza, tarteras sartenes y la cubertería entera debería ser toda nueva también a ser posible y no usar la de los anteriores dueños).
RITUAL LIMPIEZA ESPIRITUAL EN UNA VIVIENDA NUEVA PARA NOSOTROS:
- Echamos sal gruesa en el suelo por todos los bordes de todo el piso como recuadrando remarcando cada estancia todo alrededor pegado a la pared y dejar actuar durante unas horas.
- Después barremos con la escoba toda la sal de dentro hacia afuera y fuera de casa la recogemos con el recogedor sin tocarla y la echamos en una bolsa negra y la llevamos directamente a tirar a un contenedor fuera de casa ya no la volvemos a meter dentro de casa esa bolsa se saca al momento a la calle.
- Teniendo todas las ventanas cerradas pasamos dentro del hogar 1 o 3 inciensos de ruda (si es muy grande se puede hacer hasta con 5 puede ser en varilla, en grano o con hiervas secas y carboncillo) encendido ahumando bien por toda la casa recorriendo todas las esquinas y habitaciones de dentro hacia afuera pidiendo que se vaya todo el mal y la negatividad que hay en esa casa.
- Al finalizar dejamos las varillas que se consuman una en cada habitación si aún no se han acabado que se consuman hasta el final.
- Cuando terminen todas las varillas se abren todas las ventanas de la vivienda y se prende en la estancia principal (salón o en donde más tiempo pasemos) una vela blanca pidiendo limpieza energética, atraer energía positiva, y que entre el bien.
- Prender velas violeta (o de lavanda) en el hogar una o dos veces al mes y poner inciensos de manera frecuente.
Al finalizar todo el proceso nos bañamos con una mezcla de agua y sal marina gruesa:
Disolvemos unas 3 cucharadas de sal gruesa marina en una olla de agua hirviendo. Sacar del fuego. Dejar entibiar. Volcar sobre el cuerpo de la cabeza a los pies luego de haberse duchado como de costumbre.
Otra opción es disolver la sal directamente en la bañera para darse un baño (Esta opción es más relajante).
NOTA: Si el piso ya está amueblado y con alfombras antes de que nos mudemos en vez de hacer la limpieza con la sal por todos los bordes del suelo ya que eso no se podría hacer entonces en ese caso fregaríamos el suelo donde este libre con fregasuelos de lavanda, amoniaco perfumado y sal gruesa de dentro hacia afuera.