Con razón a Mehmet, un granjero local de la región de Anatolia (Turquía), le costaba tanto trabajar la tierra. Entre dificultades por la dureza del terreno, este veterano trabajador del campo se ha topado con una sorpresa mayúscula.
Pronto, Mehmet y otras personas se dieron cuenta de que bajo la tierra comenzaban a aparecer azulejos, de piedra y pasta de vidrio, con representaciones de animales. Acababan de hallar un mosaico de entre los siglos IV y V d.C.
Nada menos que un mosaico romano de unos 84 metros cuadrados, poblados de representaciones de animales de todo tipo, así como árboles y plantas, en un conjunto profusamente decorado y cuidado, reconoce la prensa internacional.
Obras alrededor de un mosaico, en una imagen de archivoAssaf Peretz/Israel Antiquities Authority