«Te amo» – dijo el principito…
-«Yo también te quiero» – dijo la rosa.
-«No es lo mismo» – respondió él…
«Amar es la confianza plena de que pase lo que pase vas a estar, no porque me debas nada, no con posesión egoísta, sino estar, en silenciosa compañía.
Amar es saber que no te cambia el tiempo, ni las tempestades, ni mis inviernos.
Amar es darte un lugar en mi corazón para que te quedes como padre, madre, hermano, hijo, amigo y saber que en el tuyo hay un lugar para mí. Dar amor no agota el amor, por el contrario, lo aumenta. La manera de devolver tanto amor, es abrir el corazón y dejarse amar.»
-«Ya entendí» – dijo la rosa.
-«No lo entiendas, vívelo» – agregó el principito.»