Takigyo, el ritual de la cascada
Práctica budista milenaria, el ritual de la cascada purifica las almas, ahuyenta la mala suerte y te acerca a los dioses de la naturaleza.
Una forma de meditación extrema
Takigyo (pronunciado takiguio) es una forma de meditación, pero en lugar de estar sentado en un templo, estás colocado debajo de una cascada donde por lo general cae todo el peso del agua muy fría sobre ti. Esta práctica pone a prueba tus límites, tu fuerza mental y física, y te redescubrirás en condiciones extremas.
Aunque el momento en el que te deslizas bajo el agua fría está lejos de ser placentero de por sí, todas las personas que lo han vivido aseguran haberse sentido renovados, más serenos, alejados de los pequeños problemas de la vida cotidiana, y han recuperado energías.
El ritual de la cascada
El takigyo es una práctica ancestral. Durante mucho tiempo, fue exclusivo de los ascetas, monjes budistas, sacerdotes sintoístas o incluso de los Yamabushi (monjes de montaña). Aunque se ha popularizado recientemente entre personas no practicantes, el ritual continúa y se desarrolla acompañándolo de una serie de gestos y hábitos. Se recita una oración antes de entrar a la cascada, y se realiza vestido de blanco («karate-gi»), símbolo de pureza.
Aprovechamos para recordar que los japoneses no son sectarios en materia de religión, y que las prácticas religiosas sintoístas y budistas están abiertas a todos, ateos, agnósticos o practicantes de otras religiones. Se trata más de hábitos o experiencias más que de una pertenencia religiosa.
Momentos de serenidad en plena naturaleza
La cascada donde vas a practicar takigyo se llama Yuhi no Taki, que significa «la cascada del atardecer», debido a su belleza con el sol poniente.
Está encerrada en una montaña alrededor del Parque Nacional de Hakone (famoso por sus aguas termales), entre Odawara y el Monte Fuji. Vas a practicar takigyo en plena naturaleza salvaje.
Cerca de la cascada se erige un altar dedicado al dios inmutable Fudo-Myo y a Amida Nyorai, el dios de la luz infinita. La cascada, cuyas paredes son de lava, proporciona un flujo continuo de agua que fluye durante todo el año.
Para todos y accesible desde Tokio
El punto de encuentro es en la estación Shin-Matsuda, que se encuentra a aproximadamente 1 hora y 20 minutos desde la estación Shinjuku, en la línea Odakyu. Desde allí irás en coche con los organizadores y los demás participantes. Es un trayecto de 20 minutos para acceder a la cascada.
Todo el mundo puede practicar esta actividad, hombres y mujeres de todas las edades. Eso sí, debe asegurarse de que goza de buena salud y de que su cuerpo aguanta bien el agua fría. Por favor, no beba alcohol la noche anterior y, en el caso de las mujeres, asegúrese de que no está embarazada.