De la mano del Feng Shui, he aprendido a lo largo de los años a identificar un lenguaje muy particular de las casas y su correlación con problemáticas de sus habitantes. Si detectamos a tiempo las señales ambientales, podemos trabajar los pensamientos y creencias inconscientes que hemos desparramado y plasmado por toda la casa.
Muchas de las creencias personales sobre el merecimiento ante la vida, sobre la manera de relacionarnos con los otros o de afrontar los desafíos se materializan en nuestros hábitos cotidianos expresados en las dinámicas de la casa.
Sin darnos cuenta, vamos depositando por el living, la cocina, los baños, en cada rincón, ilusiones, frustraciones, miedos, metas, logros, historias familiares, mandatos, etc. Sin darnos cuenta vamos depositando por cada rincón ilusiones, frustraciones y miedo.
Los síntomas en la casa
El síntoma de tu casa viene a mostrarte un conflicto inconsciente o una emoción no expresada. Por ser la casa que habitamos una representación de nuestro inconsciente, ella nos muestra a través de las manifestaciones estructurales todo nuestro mundo interior.
En este sentido, debemos estar agradecidos y atentos a los síntomas del hogar, para poder abordar las emociones atrapadas allí antes que se manifieste en la salud.
A través de los colores, la organización espacial, la decoración, los desperfectos recurrentes, la casa es un mapa perfecto de nuestro subconsciente. A veces no nos hacemos responsables de estas declamaciones y responsabilizamos al vecino, al plomero, a los hijos que desordenan, etc.
A través de los colores, la organización espacial, la decoración, los desperfectos recurrentes, la casa es un mapa perfecto de nuestro subconsciente
Otras creemos que hemos elegido una imagen o una distribución simplemente porque nos gusta y otras, porque no quedaba otra opción.
Optamos por tal o cual cuadro, o por tal distribución de los espacios, por ejemplo, porque algo en ello nos resulta familiar, resuena en nosotros como consecuencia de nuestras creencias y mandatos adquiridos.
Las creencias no son malas ni buenas, pero cuando conllevan formas de accionar con sufrimiento o esfuerzo es conveniente cambiarlas por otras que alivian en la vida.
Uno por uno, «síntomas» hogareños
A continuación, algunos de los síntomas que podemos detectar y prestar atención:
Desorden en la casa
Si decodificamos el desorden en una vivienda, podemos ir a ver en qué área de la casa se produce de forma recurrente y relacionar este síntoma con algún aspecto personal que está necesitando mayor claridad y organización.
Preguntarte qué te produce tener este desorden en tu casa te dará pistas de cuál es la emoción que está atrapada en él. A veces pueden ser enojos, otras frustraciones y lo más frecuente es el ‘no puedo con esto’. Ordenar, sacar lo que sobra, es un proceso de liberación y de enfoque en metas claras.
Paredes que se descascaran
Las paredes son nuestra piel dentro de la casa. Convivir con su descascaramiento revela conflictos en torno a las relaciones, a la capacidad de hacer contacto para procurarme el amor que necesito.
Humedades, goteras y pérdidas de agua
Las humedades, muchas veces difíciles de remover, son una manifestación emocional de frustración, algo que deseo y que no lo veo plasmado en mi vida. El lugar donde se encuentren nos dará la pista sobre aquella área personal donde siento esta emoción.
Por ejemplo, las humedades en los cielos rasos representan la sensación de no poder satisfacer una posibilidad de crecimiento, ya que el techo de una vivienda simboliza la capacidad de crecimiento.
Las pérdidas de agua o goteras son indicio tanto de emociones vividas en silencio como de miedo a la pérdida o diferentes conflictos con el dinero según su ubicación en la casa. Las goteras son indicio de emociones vividas en silencio
Las canillas que gotean por meses también son expresión de escasez. En todos los casos, se recomienda que la casa afirme a través de su decoración y objetos el mensaje de funcionamiento pleno y positivo de la vida en lugar de naturalizar modos del manifestarse en escasez.
Cerradura que se traba
La puerta de acceso a una vivienda representa en el Feng Shui nuestro presente, es el lugar donde nos abrimos (o no) a las oportunidades.
Si al querer salir o entrar de tu casa te encuentras a diario con la dificultad de la cerradura, este contratiempo aceptado en tu día a día está mostrando el permiso que te das a abrir y cerrar oportunidades, a elegirlas a tu voluntad y con libertad. Te invito a solucionar de modo consciente el estado de tus cerraduras.
Acumulación
¿Guardas todo por las dudas?, ¿te cuesta desprenderte de objetos en desuso?, ¿encuentras algún paralelo entre este hábito y tu actitud frente a la vida? Soltar y cambiar, volar y evolucionar provoca incertidumbre y miedos.
Aprende a soltar, confía en que tendrás lo necesario en el momento que lo requieras y así será. Haz espacio a lo que quieres que llegue porque acumular además bloquea la energía de la prosperidad.
Desperfectos eléctricos
Las lámparas que se queman con frecuencia son interpretadas como síntoma de emociones vinculadas a la sobrecarga de estrés que se ha expandido hacia la energía ambiental.
Seguramente si revisas a conciencia tu momento algo te viene preocupando o te genera mucha ansiedad. Este desperfecto eléctrico también delata dificultades para ver con claridad alguna situación puntual de tu vida en ese momento.
Máscaras
Pueden ser bellas, sencillas o sofisticadas, pero las máscaras siempre simbolizan algo que se oculta detrás de ellas. Si te sientes atraído por ellas, si ellas resuenan en ti es porque traes información interna ancestral vinculada a su simbolismo.
Descubrir secretos ancestrales a veces no es tan sencillo, pero quitar estos símbolos de tu entorno permite hacer una primera movida para liberarlos.
Sables o katanas
Cuando elegimos exhibir en la casa haces de algún tipo, sean antiguas, marciales, etc., estamos proyectando historias de defensa y luchas.
Seguramente vienen de ancestros que han defendido a la familia en situaciones extremas. Mejor elige proyectarte en un mundo de paz y empatía donde la palabra sea tu mejor estrategia.
Marinas tormentosas
Las pinturas de paisajes de aguas en plena tormenta son bastante frecuentes. Si colgaste en alguna pared de la casa este tipo de paisaje, es oportuno analizar en qué área está. ¿En la del dinero?, ¿en la del amor?
Expresaste inconscientemente en tu casa situaciones conflictivas de algún aspecto de tu vida. Al reemplazarla por otra que sea cristalina y serena estarás expresando tu deseo de no atravesar por tormentas para llegar a tus objetivos. Genera el mensaje de una nueva forma de abordar el tema, de un modo positivo.
Plantas enfermas
Las plantas son muy susceptibles a la energía que las rodea, absorben rápida y servicialmente las desarmonías de los habitantes de la casa. A veces ocurre que no se sabe cómo atender correctamente alguna especie, pero sucede a menudo que a determinadas personas se les mueren las plantas de manera insistente mientras que otras “tienen buena mano para ellas”.
La planta es un ser vivo que genera Qi de crecimiento en el lugar donde la colocamos; si no la riego lo suficiente o la ahogo, no propicio ese crecimiento que podría generarme. Las plantas sanas, bien cuidadas, irradian un Qi positivo sanador y próspero, son la vida misma vibrando en la casa. Las plantas son muy susceptibles a la energía que las rodea
Como vemos, el lenguaje que usa la casa es muy rico y diverso, y lo que a través de él expresa es mucho más de lo que los ojos perciben a simple vista. Este discurso simbólico de la casa nos facilita reparar conscientemente heridas o distorsiones emocionales.
Conectarnos de modo positivo y resiliente con nuestro hábitat resulta inspirador y revitaliza porque podemos en este proceso desterrar mandatos y creencias que nos retienen en circuitos de vida que desgastan nuestro Qi.
En su lugar, podemos rodearnos de pensamientos positivos que hemos de instalar de modo consciente en la casa para elevar su frecuencia vibratoria.
Cuando logramos tomar las manifestaciones de nuestro hogar como una extensión de nuestro mundo interior, sin enojarnos, aceptando amorosamente lo que nos están enseñando, podemos armonizar no solo nuestra casa, sino también nuestra familia y nuestros proyectos. Animarse al arte de habitar conscientes es entrar a un mundo fascinante de autoconocimiento y autonomía personal.
Por Patricia Traversa, directora del Centro Oficial de Feng Shui Profesional y autora del libro “Cambie su vida con Feng Shui”.