EL SOL, SER EXISTENCIAL
En sentido general, El SOL es la representación del padre, del esposo, del amante y de la autoridad masculina; pero también de nuestra luz interior, esa energía que nos empuja hacia el cumplimiento de nuestro destino, hacia el camino de nuestra realización personal y social.
Representa el epicentro de nuestro Ser… nuestro Ser Existencial, nuestra referencia espiritual.
El SOL es la expresión fundamental de nuestra personalidad visible y escondida, el soporte de nuestra conciencia, voluntad, e ideales.
El que nos procura la habilidad para afirmarnos y distinguirnos y el que conlleva las principales preocupaciones existenciales sobre nuestro futuro. Es, además, quien determinará siguiendo su posición en un tema natal, la nobleza y la generosidad del corazón, el amor y la lealtad.
El Sol es el arquetipo de la voluntad, el poder y el deseo, aunque no necesariamente del deseo sexual. No se limita a aceptar, procura mejorar y si es posible, cambiar. Pero por encima de todo, busca espacio para una expresión más amplia de sí mismo. Proporciona al ente su integridad en cuanto a ser y su voluntad de existir.
El Astro Rey nos habla de la esencia interna de la persona y de su verdadera naturaleza. Es el principio de conciencia y voluntad; siendo uno de los puntos claves para la interpretación de la naturaleza mental y espiritual de la persona, lo que llamaríamos un estudio astrosófico (astro-sofia=sabiduría) también conocida como astrología esotérica.
Este astro marca la amplitud de conciencia, desde lo más limitado e infame, hasta lo más elevado y espiritual. Es la esencia imperecedera e inmutable del hombre, aun cuando la persona a veces no sea consciente de su verdadera individualidad.
Es la conciencia del yo mismo, o aun más, el propio yo mismo. Según realizamos esa experiencia solar, nos convertimos en uno de los centros conscientes del universo infinito, participando en su recreación y aceptando la labor concreta que nos corresponde realizar en el cosmos.
«Conócete a ti mismo y conocerás a la Creación», pues las leyes de la vida se entienden a medida que dilatamos nuestra conciencia hacia la supra conciencia, según vamos abandonando la mezquindad próxima al instinto animal.
El Sol es luz y punto de referencia para el que se estudia a sí mismo. Es el símbolo de la verdad absoluta que se va realizando gradualmente. En ella no caben dudas o peros, pues sencillamente ES…
Rige el domingo, el día del Sol. Se le asimila el color azul. Su color simbólico es el amarillo-oro. El metal es el oro.
LA LUNA, SER ESENCIAL
El simbolismo de la Luna es muy complejo y amplio. En general, representa el poder femenino, la diosa madre, la reina del cielo y la protección.
No obstante, también tiene otros significados, como por ejemplo, el lado oscuro y el aspecto invisible de la naturaleza, el aspecto espiritual de la luz en la oscuridad, el conocimiento interior, lo irracional, intuitivo y subjetivo; las tendencias psiquicas de la persona y su comportamiento inconsciente.
Es el ojo de la noche, el que ve todo lo que sucede en una etapa del día considerada prohibida.
Es la luminaria de carácter femenino. Representa a la mujer, la fecundidad, el sentimiento, el amor materno y la psique. Su revolución alrededor de la Tierra dura 28 días, igual que el período menstrual de la mujer.
Este satélite rige, sobre todo, en lo físico y emocional al sexo femenino.
La Luna tiene un papel regulador de las mareas, lluvias, aguas, inundaciones y estaciones, por lo que se convierte en la mediadora entre el Cielo y la Tierra.
Se relaciona también con el huevo del mundo, la matriz y el arca.
La luna se asocia con la fantasía y la imaginación por su misterio y representación dentro de la noche.
Es el complemento de la verdad absoluta e inmutable, o también, el espejo donde la poderosa luz solar se refleja y toma variadísimos matices.
Es el alma o cuerpo de los sentimientos que sirven de intermediario entre el cuerpo físico y la conciencia.
La Luna crea la ilusión que proviene de todo lo perecedero (formas), frente a la esencia solar de todo lo que existe. Es el apego y unión a la Tierra, aunque poco a poco levanta su cabeza, y sin perder su base terrestre sirve de intermediario moldeable para la realización de la eterna individualidad representada por el Sol. Es capaz de crear mediante el sentimiento un puente o equilibrio entre lo terrestre y lo celeste.
La Luna despierta la facultad de disfrutar y percibir los reflejos de la naturaleza o Maya (en sánscrito). La clave está en captarlos y sentirlos, pero sin dejarse engañar por ellos, evitando el apego psíquico lunar.
Rige el lunes. Equivale al blanco incoloro. Su metal correspondiente es la plata, debido su color y pureza
Los símbolos más habituales que representan gráficamente a la luna son la media luna como unos cuernos de vaca (considerada “nave de luz en el mar de la noche”); las diosas lunares controlan y tejen el destino y por esta razón a veces se la simboliza como la araña en el centro de su tela; un hombre viejo y decrépito puede simbolizar la luna menguante.
Existen dos símbolos en particular que resultan primordiales para representar a la Divinidad. Es una tradición de polaridad, dualidad que busca sintonizarse tanto con lo Masculino representado por el Dios y lo Femenino, representado por la Diosa.
El primero de estos símbolos es conocido como la Triple Diosa, que consta de la unión de las Fases de la Luna en un sólo signo. Representa a la Diosa como Doncella (Luna Creciente), Madre (Luna Llena) y Anciana (Luna Menguante).
El segundo es conocido como el Dios Astado, para representar la energía masculina del Dios. El hijo y consorte de la Diosa. Señor del Bosque, de las bestias y de todo lo que es libre y salvaje.
Simbolismo atribuido a las fases lunares
Las fases de nacimiento, crecimiento y muerte de la luna simbolizan la inmortalidad y la eternidad, la perpetua renovación y la iluminación.
La luna llena significa totalidad, plenitud, fuerza y poder espiritual.
El cuarto menguante es funeral.
La luna menguante representa el aspecto siniestro y demoníaco, mientras que el cuarto creciente representa la luz, el crecimiento y la regeneración.
Los tres días que la luna no está visible (luna nueva) representan el descenso del dios al mundo subterráneo del que emerge, al igual que la luna creciente.
Estas fases por analogía se parecen a las estaciones anuales (primavera, verano, otoño e invierno) y a las etapas del hombre (infancia, juventud, madurez,ancianidad). De ahí nace el mito de que la luna nueva, tiempo donde no está visible, corresponde a la muerte.
Diferentes simbolismos según culturas y religiones:
Islámica: Representa la medida del tiempo. La media luna representa la divinidad y la soberanía. Es el símbolo del Islam y una muestra clara es su representación en las banderas de todos los países islámicos.
Africana: El tiempo y la muerte. Pero en algunas tribus la asocian con los arboles, y en otras significa una deidad masculina.
Amerindia: “La anciana que nunca muere” y “La doncella del agua”. Se relaciona con la palmera y el maíz en Sudamérica y en Norteamérica con un árbol. La luna llena se asemeja a la luz del Gran Espíritu, y en algunas tribus representa un poder maligno.
Budista: Paz, serenidad, belleza. La luna llena y la nueva indican tiempos de fortaleza del poder espiritual. También es símbolo de unidad o del yo.
La luna y las aguas juntas representan la naturaleza no obstructiva.
China: La esencia del principio femenino de la naturaleza, lo pasivo y transitorio pero también la inmortalidad.
Cristiana: La luna es la morada del arcángel Gabriel, la seguridad y pureza.
Egipcia: “La hacedora de la eternidad y la creadora de la duración eterna”. La media luna principalmente es la Reina del Cielo.
Esquimal: La luna es quien envía la nieve.
Hindú: La media luna representa al recién nacido impaciente por crecer.
Japonesa: La luna es de carácter masculino.
Maorí: La luna es el Dios Padre.
Oceánica: La luna es masculina y simboliza la eterna juventud.
Sumerio-semita: El dios masculino de la sabiduría y el medidor del tiempo.
Taoísta: La luna es la verdad absoluta y el ser sobrenatural.
Teutónica: La luna es el poder divino masculino.
El simbolismo de la unión entre el Sol y la Luna:
La Luna y el Sol están representados como dos amantes míticos en el cual el amor procrea el día.
La Luna y el Sol juntos representan la perfección, el matrimonio sagrado entre el cielo y la tierra, el rey y la reina, el oro y la plata, la Diosa y el Dios.
Hay que recordar que tanto el sexo masculino como el femenino poseen ambos símbolos o energías psicológicas: el Sol o principio masculino y la Luna o principio femenino.