Enero: Clavel
El clavel representa orgullo, belleza, admiración y gratitud. Originaria de Asia donde se cultivan desde hace 2000 años, esta flor de invierno, de vivos colores y suave perfume, constituye una auténtica joya.
Los claveles se suelen asociar, sentimentalmente, a la alegría
y al encanto, aunque cada uno de los colores tiene un significado concreto.
Así, mientras el rojo expresa la admiración hacia la persona amada, el blanco hace referencia al estado puro del amor. Por el contrario, el color amarillo se asocia a la decepción o el desengaño.
Febrero: Iris
Simboliza fé, valor y sabiduría.
En la Antigua Grecia, Iris, como personificación del Arco Iris (Iris en griego) era el mensajero de los dioses, el lazo de unión entre el cielo y la tierra.
Marzo: Narciso
Esta flor que brota a finales de invierno, con su brillante color amarillo, personifica el renacer a la vida, unos nuevos comienzos.
Presentados en abundante ramillete, prometen felicidad y alegría.
Abril: Margarita
Cuenta la leyenda que el origen de la margarita
se debe a una ninfa que se transformó en una encantadora pero modesta flor silvestre para escapar a una atención no deseada.
Personifica la alegría e inocencia juvenil, es la esencia misma
de la feliz primavera.
Mayo: Lirio ó Lilium
Lilium, comúnmente llamado azucena o lirio, representa el candor,
la majestuosidad y la pureza.
Los lirios eran muy venerados por los antiguos Griegos
que creían que brotaban de la leche de Hera, la reina de las diosas.
Mucho tiempo asociados a la Virgen María,
los lirios blancos representan virtud,
mientras que los Lirios del Valle
confieren dulzura y humildad.
Esta flor de Mayo expresa pureza de corazón, majestad y honor.
Junio: Rosa
Símbolo de amor y pasión, la rosa es rica en simbología.
Aunque cada color tiene un significado distinto
y el número de flores conlleva un mensaje particular, la rosa representa belleza y perfección.
Julio: Delfinium
Con sus estilizadas flores, el delfinium ó espuelas de caballero, simboliza un corazón abierto y un ardiente afecto.
Los suaves colores y aromas de esta flor de verano, le confieren un refrescante y distintivo encanto natural.
Asimismo sugieren una sensación de ligereza.
Agosto: Gladiolo
El gladiolo representa fuerza e integridad moral. Si bien sus flores cautivan por su belleza, también significan engreimiento.
Su nombre procede de la palabra latina gladiolus, diminutivo de «gladius» que significa espada, que por un lado se refiere a la forma lanceolada de la hoja y, por otro, al hecho de que la flor,
en la época de los romanos, era entregada a los gladiadores que
triunfaban en la batalla.
De ahí que esta flor sea el símbolo de la victoria.
Septiembre: Aster
Durante mucho tiempo, se le han atribuído poderes mágicos. Antiguamente, se creía que si se quemaban las hojas de aster, su perfume ahuyentaba el mal.
Hoy en día, esta bella flor está considerada como un talismán de amor y símbolo de elegancia.
Octubre: Caléndula
Brillante y colorida, de grandes flores anaranjadas, es la quinta-esencia de las flores de otoño.
La caléndula o Maravilla representa afecto y gracia.
Noviembre: Crisantemo
Los crisantemos, símbolo del sol,
eran muy apreciados antiguamente.
Para los Japoneses, sus flores representaban la perfección.
Para Confucio, eran objeto de meditación.
Significan optimismo y felicidad.
Se dice que si se coloca un simple pétalo en el fondo de un vaso de vino
aportará una larga y saludable vida.
Diciembre: Poinsetia
La Euphorbia Pulcherrima ó Flor de Pascua, es una planta de origen mejicano. Cuenta la leyenda que cuando una niña colocó una humilde planta sobre el altar de una iglesia, sus hojas se convirtieron en brillantes flores rojas.
Simbolizan alegría y felicidad, el perfecto atributo de las celebraciones navideñas.