Una cerradura atascada significa que tu mente no quiere que salgas de allí.
Si se rompe unas de gafas de sol, el espejo que llevamos en la cartera, la mirilla de la puerta, la pantalla de un móvil, puede que no notemos una relación entre estos objetos pero son todos elementos que usamos para “ver”, es decir, nuestras energías o las del entorno están haciéndonos saber que no queremos o no podemos ver algo que está ocurriendo.
Cuando nuestras emociones se descontrolan un poco y también cuando no las expresamos de la manera adecuada (tal vez porque no las hemos asumido aún), la energía que proyectamos provoca una cierta vibración sobre los vidrios del hogar, ya sean los de ventanas, decoraciones, vasos, copas, platos o los que sean.
Los vidrios de la casa pueden romperse por una concentración elevada de energías, como cuando hay peleas, preocupaciones, estrés u otras.
Observa si hay concentraciones de energía elevadas en tu hogar, también, si estás pensando en algo específico al momento en el que se rompe el vidrio; por ejemplo, si estabas pensando en una persona y se quiebra el cristal, puede que algo dentro de ti te advierta sobre esa persona. Si pensabas en hacer un viaje en ese momento, quizás no debas hacerlo. Si pensabas en iniciar un negocio, considéralo nuevamente.
Estas proyecciones energéticas son advertencias claras que te dicen que tu mente y tu espíritu no están de acuerdo con eso que sucede o en lo que piensas.
Si los electrodomésticos no funcionan o provocan chispazos al conectarlos, nos dicen que hay una sobrecarga emocional en esa habitación o en quien los usa.
Cuando te cierras emocionalmente al diálogo (no quieres dar explicaciones ni compartir con tus amigos, familiares, te quieres comunicar de modo alguno) es habitual que se rompan o comiencen a funcionar mal los móviles, los teléfonos fijos, etc.
Si las puertas de los armarios y alacenas se abren sin razón, puede que estés necesitando algo nuevo en ellos: más abrigo, más alimento, más salud depende si es armario, botiquín, o alacenas.
En cambio, si las puertas se cierran, es que eso que guardas allí te está sobrando.
Si son cajones los que se atascan, hay asuntos del pasado que no queremos asumir, que no nos hacen bien o que no queremos mostrar al mundo.
Si suele atascarse la cerradura , analiza la situación: si estás dentro de casa, es que no quieres dejar entrar a alguien en tu vida; si estás fuera de casa, no querrás cambios o estás ocultando secretos.
Y si el cerrojo se rompe contigo y con alguien más adentro o por el motivo que sea quedáis encerrados dentro de la casa, es que no quieres perder a esa persona.
Éstos son sólo algunos de los más habituales significados de las roturas en la casa.
Aparte de que si pasa algo de esto se debería hacer una limpieza espiritual del hogar .