Hoy (Sábado 30 de Septiembre 2023) hicimos la ruta del paseo del Salgueiron hasta Areamilla en el Morrazo una ruta que hicimos muchísimas veces y que conocemos hace años pero es un ruta que nunca te aburre y mas con buen tiempo y con calor!!!!!!
Esta ruta la encontrarás señalizada justo antes o después (dependiendo en dirección donde vayas) de la gasolinera Self en Cangas y la rotonda de la carretera de Bueu.
Información de esta ruta:
Nada más llegar a Massó, te sorprenderás con la antigua fábrica conservera Massó, inaugurada en 1941. Esta fábrica tuvo un importante papel en la economía de la villa de Cangas. Durante su época de mayor auge, llegó a contar con más de 600 trabajadores y fue una de las principales fuentes de empleo de la zona.
Algunos de sus edificios originales todavía se conservan, como la chimenea o el almacén de salazón.
Una vez que saques todas las fotos que necesites, puedes seguir paseando por el Paseo do Salgueirón, pasando por la Playa de A Cunchiña, (única playa para perros del Morrazo), y por la antigua ballenera.
Si haces la ruta en verano, encontrarás varios chiringuitos por el camino en los que podrás tomarte algo.
Seguimos hacia el muelle de A Congorza, la playa del Medio y la laguna de A Congorza, o laguna de Massó.
Siguiendo el sendero llegarás a la playa de Areamilla, (una de nuestras favoritas). Si quieres, también puedes empezar la ruta desde aquí, pero te perderías todo lo anterior.
La fábrica ubicada en Bueu se construye en 1883, sobre la fábrica de salazón de principios del siglo XIX de Salvador Massó Palau. Esta fábrica ya estaba levantada sobre un edificio preexistente que era un almacén de sal estancada, conocido con el nombre de «Almacén del rey» y que fue adquirido por Salvador Massó Palau por el 1816.
Sobre este edificio, que a partir del 1883 se transformó en fábrica de conservas en lata, se levanta una planta para dedicarla a museo en el 1932. Ahí se traslada la colección familiar tanto de libros antiguos como de antigüedades náuticas.
El museo irá creciendo a lo largo de los años dentro de las instalaciones de la antigua fábrica. En los años sucesivos y conforme a las necesidades de producción, la fábrica fue ampliada en número de naves llegando a ocupar toda la manzana que hoy abarca desde la avenida de Montero Ríos, calle Alcalde Johan Carballeira y calle de Pazos Fontenla. En los años 1924-1926 se levanta la nave de estructura metálica. Tras lo cierre de la fábrica, esta fue desmantelada para crear espacio público entorno al Ayuntamiento y Museo Massó, manteniendo parte de los jardines de la Casa Massó. La Fábrica de Conservas en Cangas fue un complejo conservero inaugurado en 1942, que contaba con la última tecnología, integrando: una fábrica de conservas que contaba con una cámara frigorífica, una fábrica de envases y zona de varadoiros para la reparación de flota pesquera; un taller mecánico e instalaciones para la producción de harinas y aceites de pescado. Así como instalaciones para los obreros como guardería, zonas de comedor y duchas.
Apuntes históricos
Son cuatro las generaciones de la familia Massó que están ligadas a las fábricas de conservas del Morrazo. Todo inicia cuándo Salvador Massó Palau, catalán de nacimiento, se instala en Bueu hacia 1816, fundando una compañía de salazón con el fin de explotar la salazón de sardina y distribuirla por el levante español. Años más tarde, hacia 1880, constituye junto a sus hijos Gaspar y Salvador Massó Ferrer una sociedad mercantil para la salazón de la sardina bajo el nombre Salvador Massó y hijos. Su establecimiento familiar se llamó «O almacén do Rei».
Los Massó, al igual que el resto de familias de fomentadores catalanes, tenían su casa contigua a la fábrica de salazón. La dirección de la empresa era llevada directamente por el propietario o por los familiares, no por asalariados. También sus relaciones, tanto profesionales cómo personales, se realizaban de manera endémica con otros fomentadores catalanes.
Es en 1883 cuando esta sociedad realiza el tránsito de la industria de la salazón a la de la conserva. Para eso, crearon una sociedad mercantil con Paul Dargenton y Félix Domingo, presidente de la cámara de Bayona, denominada Massó, Dargenton, Domingo & Cía e instalaron una fábrica en Bueu llamada «A Perfección». El objetivo de esta sociedad era comercializar en Francia la producción de sardinas en aceite, aprovechando la crisis francesa, pero también de otros pescados, aves y otras fabricaciones de latas.
La distribución de tareas era la siguiente: Massó desde Bueu fabricaba y Dargenton y Domingo desde Francia comercializaban los productos bajo denominación francesa, por ejemplo: La Perfección. Lo más interesante es que gracias a esta sociedad se acordó que técnicos de Nantes acudieran a Bueu a formar al personal en este nuevo sistema de conservación, así como en la producción de las latas y tapas donde se almacenaba el pescado. Crean en 1883 el Reglamento de la Perfección en el que se fijan horarios, tipos de pago, horas extraordinarias, trabajo nocturno, etc.; y que afectaba a los responsables técnicos, de la administración y también a obreros y obreras.
La firma conservera fue disuelta en 1894. Los socios franceses vendieron su parte a los Hermanos Massó, quedando los socios fundadores Gaspar y Salvador Massó Ferrer. Esta compañía basándose en la anterior, se dedicó a la producción de conservas y salazones de pescado, compra y venta de harinas, y a la fabricación de toda clase de artefactos de pesca (MUÑOZ, 2011: 125). Esta nueva sociedad no se disuelve hasta 1925.
En este primer tercio del siglo XX la familia Massó participó activamente en la vida social y política tanto de Bueu, del Morrazo, e incluso de Vigo. Gracias a las buenas cifras de los primeros años de la industria Massó, esta pudo adoptar nuevas tecnologías que le posibilitaron cuadriplicar la productividad del trabajo y reducir la conflictividad laboral. Así hacia 1904 incorporaron las máquinas prestadoras noruegas Reinert y las prensas Bliss para lo troquelado (MUÑOZ, 2011: 127). Era común que la gestión de la empresa quedara en manos familiares. Así. los hijos de Gaspar Massó Ferrer se formaron para eso, tanto Gaspar como José María. Tanto es así que hacia 1925 figuraba como gerente de la empresa junto a Salvador y Gaspar Massó Ferrer, Gaspar Massó García.
Durante la primera guerra mundial la empresa obtiene grandes beneficios que propiciaron la construcción de una modernizada fábrica en Bueu, junto con un muelle de madera frente a la fábrica para facilitar la entrada de la materia prima. El complejo fue inaugurado en 1926. El crecimiento de las fábricas de Massó continua hasta principios de los años treinta, cuando desciende el comercio internacional por consecuencia de la Gran Depresión. Pero se recupera con prontitud, hacia 1933, gracias al consumo interno. Hacia 1930 Massó pasa de compañía colectiva la Sociedad anónima, tras la muerte de Gaspar Massó Ferrer. Es ahora Gaspar Massó García quien asume mayor protagonismo en la gestión con el cargo de director-gerente, mientras que José Mª y Antonio ostentaban los cargos de vicepresidente y secretario, respectivamente. En 1932 Gaspar y José María Massó deciden fundar el Museo Massó en Bueu, dotándolo con incunables sobre tratados de navegación, libros de expediciones marítimas, maquinaria antigua, etc.
Con la llegada de la Guerra Civil, y bajo la gerencia de Gaspar Massó, la empresa experimenta una etapa de crecimiento con un incremento de las ventas, ya que las conservas gallegas fueron utilizadas para suministrar a los territorios ocupados por los nacionales. Es en este rato (1941) cuando se construye la fábrica de Cangas.
En el lugar donde antes estaba la salazón Paganini, se levanta ahora un complejo conservero con la última tecnología, integrando: una cámara frigorífica; una fábrica de envases y zona de varaderos para la reparación de flota pesquera; un taller mecánico e instalaciones para la producción de harinas y aceites de pescado.
Al contar con una cámara frigorífica para almacenar el pescado congelado de excedentes en épocas de bonanza, podían mantener la producción todo el año. Adoptaron, además, mejoras para los empleados como vestuarios, guardería y cocina-comedor. Llegó a tener en 1943 a 2000 trabajadores. La innovación no solo vino de fuera sino que la industria Massó patentó tecnología propia, utilizada no solo en España, sino también a nivel europeo. Junto a este complejo, en Punta Balea se construyó la factoría ballenera donde se procesaron ballenas y cachalotes desde mediados de los años 50 hasta el año 1985 en que se cierra, tras la firma de España del acuerdo internacional que prohíbe la explotación comercial de los grandes cetáceos.
Con la siguiente generación de los Massó, y dada la diversificación que la empresa Massó había sufrido a lo largo de los años, se produce una división múltiple de actividades (MUÑOZ, 2011: 138). Hacia 1960 se reestructura la compañía con Gaspar Massó al frente, con el apoyo de sus hermanos Xosé María y Antonio. Se implantó el sistema Bedaux de rendimiento mínimo; mejores condiciones de trabajo para trabajadores y trabajadoras al pertenecer a una gran empresa de más de 500 empleados y apostó por la alfabetización de los mismos.
A partir de los años setenta la situación cambia para la empresa Massó. Diferentes condicionantes: restricciones externas, políticas bancarias restrictivas, factores sociales y la crisis del petróleo afectaron al sector conservero y, por lo tanto, a la empresa Massó. Bajó tanto la pesca como la producción de latas. Con la entrada en la CENE y la demanda externa, que esta trajo pareja, pudieron experimentar un aumento en las ventas que permanecieron estables en los años 80. Pero, esta década de los 80 dejó mermada la empresa por los problemas con los sistemas de pagos de los clientes mediante letras y el crédito de los bancos. A esta situación se une la crisis del aceite de colza que afectó en diferentes grados al sector conservero. La llegada de los años 90 trae la muerte de Gaspar Massó García y el cierre de Massó Bueu. Sus trabajadores fueron reubicados en la fábrica de Cangas. Pero el cierre de esta se produjo poco después terminando así con una de las empresas conserveras gallegas más importantes del sector tanto en el siglo XIX como XX.
Situación actual
- Titularidad: La fábrica de Massó en Bueu es pública y pertence a la red de museos de la Xunta de Galicia. En ella se encuentra el Museo Massó. La fábrica de Massó en Cangas es privada, pero con gestión pública.
- Situación: La fábrica de Massó en Bueu está restaurada y en uso. La fábrica de Massó en Cangas está abandonada y deteriorada.
- Protección del entorno: Las fábricas de Massó aparecen en el V del Plan Nacional de Patrimonio Industrial referido en el Catálogo Mínimo seleccionado por TICCIH-España. Están realizados los estudios técnicos y solicitada su inscripción por la Xunta de Galicia.
- Visitas: La fábrica de Massó en Bueu se puede visitar y en ella se sitúa el Museo Massó. Por su parte la fábrica de Massó en Cangas está cerrada y no existe una gestión de visitas.
- Estado de conservación: La fábrica de Massó en Bueu está en buen estado. La fábrica de Massó en Cangas está en un estado de conservación malo.
Información Playa de Areamilla
Una de las playas más tranquilas que podemos ver en el municipio de Cangas de Morrazo es la playa de Areamilla, un arenal de unos 200 metros de extensión conectado a la playa Do Medio a través de un conjunto rocoso que conforma la Punta Balea.
La playa de Areamilla está bañada por las aguas de la Ría de Vigo y su arena es fina y blanca agradable al contacto con los pies. Su forma de concha es debido a su situación geográfica, pues se encuentra resguardada del Océano Atlántico entre dos salientes rocosos que la protegen de las corrientes. Por esta razón sus aguas son muy tranquilas perfectas para que los niños puedan bañarse a gusto y sin fuerte oleaje.
Durante el verano su nivel de ocupación es medio, por lo que se convierte en un lugar ideal para pasar un día de playa relajado y en familia.
En los alrededores de esta playa podemos realizar diferentes actividades como un paseo por la Senda costera de Areamilla, pasando por los diferentes miradores para apreciar las maravillosas vistas desde ellos.
Siguiendo la Senda de Punta Balea llegaremos a un pequeño lago llamado Lago de Congorza, junto a la playa con el mismo nombre. Muy cerca de aquí se encuentra el puerto en el Cabo Balea, que también podemos visitar.
Servicios y recomendaciones
Pasar el día completo en la playa puede desgastar mucho físicamente, sobre todo a los niños, por eso es recomendable visitar el chiringuito de la playa de Areamilla donde tomar algún refrigerio durante las horas de más calor. También por si lo necesitamos tenemos a nuestra disposición unos baños públicos sin necesidad de movernos de la playa.
La playa de Areamilla está acondicionada con pasarelas y rampas que facilitan el acceso a ella desde carritos de bebés hasta aquellas personas con movilidad reducida. Esto es uno de los requisitos imprescindibles para tener la bandera azul, a parte de la buena calidad del agua.