ESTA RUTA ES DE MIS FAVORITAS, SE PUEDE IR EN CUALQUIER EPOCA DEL AÑO SOLO QUE EN VERANO ESTA DEMASIADO MASIFICADO EL LUGAR DE GENTE, YO LA DESCUBRI EN EL AÑO 2007 IVAMOS EN COCHE HACIA MOAÑA CRUZANDO POR EL PUENTE DE RANDE CUANDO DE REPENTE ENTRE EL MONTE VI UNA GRAN CASCADA DE AGUA Y DIJE QUE ES ESO?? VAMOS A EXPLORAR!,, Y DESPUES DE MUCHO RATO BUSCANDOLA ENTRE CAMINOS EN COCHE Y A PIE  Y PREGUNTANDO A AGUN VECINO PUES ASI FUE COMO DIMOS CON ELLA PORQUE LO CIERTO ES QUE POR AQUEL ENTONCES NADIE LA CONOCIA, NO COMO AHORA, Y ACTUALMENTE HA CAMBIADO MUCHO E INCLUSO ESTA SEÑALIZADA Y TODO!, LAS FOTOS SON MIAS TODAS HECHAS POR MI EVIDENTEMENTE PUES LA VISITO TAMBIEN CADA AÑO ES UN LUGAR MUY MÁGICO.

EL ESCRITO EXPLICATIVO QUE PONGO A CONTINUACION ES DE LITTLE VIGO QUE EXLICAN MUY BIEN COMO DAR CON EL LUGAR:

La Poza da Moura está muy cerquita y es un lugar lleno de encanto que ofrece una panorámica espectacular de la ría de Vigo y el puente de Rande.

Tanto los niños como los adultos disfrutaréis del paseo y del espléndido paraje, con mucho espacio para que jueguen, senderos, puente de madera. molinos restaurados, y ahora también un acceso con escaleras de madera que ofrece una vista fantástica de la cascada.

El acceso, al principio era un poco lioso pero ahora hay mucha señalización y no resulta complicado, tenemos que llegar hasta la urbanización Domaio, allí dejaremos el coche y a escasos metros ya encontramos la poza.

La Poza da Moura es un pequeño embalsamiento natural de las aguas procedentes del río Muiños que después siguen su curso formando una cascada en dirección a Domaio.

Un pequeño paraíso al otro lado del puente de Rande. Merece la pena!

Si utilizamos el corredor del Morrazo para llegar, tendremos que tomar la salida hacia Domaio y una vez en la rotonda subir hacia la derecha, un poco más arriba encontraremos ya el indicador que nos lleva hacia la Poza da Moura. Si utilizamos la carretera hacia Moaña, después de pasar por Domaio encontraréis esta intersección con un pequeño parque a la derecha y el indicador que señala hacia la Poza. Tendréis que seguir hasta encontrar la urbanización, al final de la misma a mano derecha encontraréis el sendero que os lleva directamente a la Poza.

LEYENDA DE LA POZA DA MOURA:

Cuenta la leyenda que un mouro llegó a tierras gallegas acompañado de su hija. Estos seres, constructores de los antiguos castros y petroglifos, vivían bajo tierra, en rocas de apariencia artificial, extrayendo oro, material con el que construían todos sus artilugios. Se trataba de un pueblo de gran riqueza, sin embargo su relación con los campesinos gallegos era áspera y accidentada. Los mouros recurrían a ellos para realizar trabajos, bien pagados con este mineral tan preciado, pero con la condición de no revelar jamás la procedencia de esos pagos. De lo contrario, las historias cuentan que ese oro tan brillante y valioso se tornaría en el más negro carbón y la vida del campesino tendría los días contados.

La joven moura recién llegada a las tierras de Domaio cayó enamorada de un joven campesino, y comenzaron una relación secreta ante la previsible desaprobación de sus padres. Solían perderse entre los montes, siguiendo el curso y sonido del agua, conducidos hasta la poza del río Muíños. Sin embargo, un terrible día el padre de la joven supo de esta relación y, como castigo y fruto de su ira, asesinó al amante de su hija. Ella, que no soportó la pérdida de su amado, volvió a la poza donde habían compartido su amor y allí se hundió para siempre.

La Poza da Moura, escenario de esta trágica historia, perdura intacta en los montes de Domaio.

Dicen que en las noches de verano se oyen en Domaio los lamentos de una «moura». Este ser mitológico gallego, siempre de excepcional belleza, llora la pérdida de su amado a manos de su padre, que no aprobaba su relación con un campesino. Ella, rota de dolor se sumergió en la poza que hoy lleva su nombre.

Sus aguas, que fueron testigo del amor y la muerte, según la mitología, suponen hoy todo un reclamo para quienes quieren pasar un día entre la naturaleza, alejados de la ciudad y con posibilidad de incluso darse un chapuzón. El lugar se encuentra en un entorno de vegetación, con molinos restaurados que adornan el paisaje y acompañan el correr del agua. Llama la atención una pequeña escalinata de madera que dirige a las orillas de la poza y que cruza el cauce del río.

Su agua fría y trasparente se deja caer en una pequeña cascada ideal para un masaje natural y esconde ranas y renacuajos. Las grandes y talladas rocas que la rodean son perfectas para un picnic en familia. De fondo, una panorámica espectacular de la ría de Vigo, con el puente de Rande como rey supremo de las vistas. Pero además, esta poza se encuentra muy próxima a otros puntos de interés, como el mirador de Chan de Arquiña, único por sus vistas de hasta tres rías (Vigo, Pontevedra y Arousa en los días despejados).

POZA DA MOURA: