Rincones irrecuperables del Vigo del siglo XX
Quienes hayan vivido en esta ciudad y hayan superado el medio siglo de existencia recordarán numerosos lugares que hoy sólo perviven en el recuerdo popular
Recordemos y refresquemos esa memoria popular viguesa, por ejemplo, con los ultramarinos Ricardo Costas, al principio de la calle del Príncipe; la camisería Industrial Viguesa; la zapatería Layton, donde había un elefante y una jirafa que hacían las delicias de los pequeños; la pastelería Las Colonias; la juguetería Moya; la zapatería infantil Chavalín; la zapatería Cruces; la cafetería Flamingo; los almacenes El Príncipe; la cafetería El Príncipe; la joyería relojería Arosa; la mercería La Favorita, ubicada en la calle del Príncipe haciendo esquina con Velázquez Moreno.
Y en la misma calle del Príncipe también estaban los almacenes Olmedo; la papelería Española; la boutique Karina, con Ismael Chillón al frente; la tienda de fotografía Foto Mecánicos; los almacenes Alfredo Romero, en los que repartían globos todos los jueves para los más pequeños, y donde había una gran jaula con pájaros; las galerías de La Norma, en las que estaba la juguetería Tobaris; y frente aquellas galerías estaba la joyería Rosende; el estudio fotográfico Pacheco y la Papelería Comercial, que todavía sobrevive.
En esta céntrica calle viguesa también estaba el establecimiento de fotografía Vigo foto; la expendeduría número uno, desaparecida hace poco tiempo y donde se vendía tabaco y sellaban las quinielas; el comercio de moda masculina Esmar; la zapatería El Calzado Español, haciendo esquina con la calle López de Neira; la mercería y despacho de lotería Amalia; y ya entrando en la Puerta del Sol estaba la tienda de ropa de niños Kadete.
Pero en las proximidades de la calle del Príncipe también recordamos a La Villa de París, en la Puerta del Sol, lo mismo que El Louvre.
Y debemos mencionar las desaparecidas galerías que comunicaban Velázquez Moreno con Policarpo Sanz, donde había numerosos comercios, entre ellos, la boutique Milo. Y quién no recuerda los almacenes El Pilar, en la calle Velázquez Moreno; el restaurante La Cueva; la librería Balmes; la tienda de moda Reveri.
Otro tanto podríamos decir de los cines desaparecidos: Fraga, Odeón, Tamberlik, Cine Vigo, Cinema Radio, Disol, Plata, Niza, García Barbón, Mini cines, Roxy…
En la calle Colón no podemos olvidar la tienda de moda Gladys, Vigobazar, Blancazul, Ropal, Cividanes… Mención aparte merecen las salas de fiestas Nova Olimpia y Teide.
Y quién de aquella época no recuerda la cafetería y confitería Arrondo, frente al Centro Cultural Caixanova, en la calle Policarpo Sanz, y el comercio Joperi; y el comercio Las Tres BBB… Y quién que viviera en Vigo en aquella época seguramente habrá tomado alguna cerveza en la cervecería Joaquín, en la calle Areal, cuyo interior se muestra en la fotografía.
Pero todo esto corresponde a un pequeño radio de acción en el centro de la ciudad, porque en realidad la lista sería interminable.