Todos hemos estado sometidos en algún momento de nuestras vidas al estrés. Sin embargo, ¿Qué es, en realidad, el estrés?
Muchas personas piensan que la palabra estrés conlleva en sí una connotación negativa, pero, en verdad, no es así. Hay estrés negativo y estrés positivo.
Existe aquel estrés que al permanecer en niveles aceptables, nos impulsa a responder a los requerimientos y exigencias del entorno.
Esto proporciona entusiasmo por la vida, libera nuestra creatividad y estimula el aprovechamiento de nuestros recursos. Este estrés recibe el nombre de positivo o eustress.
Sin embargo, cuando la tensión excede o sobrepasa, con creces, las habilidades y capacidades para dar respuestas al medio ambiente, se convierte en estrés negativo. En ese caso, es un riesgo para la salud.
El estrés es una reacción del organismo ante un estímulo o cambio que perturba su funcionamiento normal y es considerado un estado habitual en la vida diaria que requiere ser manejado adecuadamente. Sin embargo, si una persona no puede controlar el estrés de forma efectiva, éste puede alterar su salud mental o física.
Los signos más inmediatos de estrés negativo son:
Miedo o angustia, Estado de ansiedad o desesperación
Furia o enojo por causas no aparentes, Inquietud e irritabilidad constante
Insomnio, Dolores de cabeza y musculares, Dolores de estómago
Cambios cardiovasculares (aumento de presión, parestesias de miembros hinchazón)
Agotamiento, Pérdida de apetito, Cambios en su comportamiento, Falta de concentración
Incluso puede provocar reacciones físicas en el cuerpo como:
Granitos, Manchas en la piel, Sudoración, Caspa, Caída del cabello, problemas gastrointestinales (úlcera, dolor de estómago, gastritis, diarrea, etc.)
Con el paso del tiempo, el estrés negativo puede ocasionar, también, dolores de cabeza, migrañas, palpitaciones, bruxismo, ansiedad, asma y hasta presión alta.
Algunos remedios naturales para combatir el estrés negativo son:
Tomar té de valeriana, de tila o de flor de azahar.
Infusiones de melisa o toronjil son calmantes naturales.
Tomar una infusión de las hojas y flores de lavanda antes de cada comida. Son suficientes un par de cucharaditas de lavanda por cada taza.
Preparar un placentero baño caliente. Para ello, se debe añadir al agua del baño una infusión fría de manzanilla. Cuando se sumerja en él, sentirá cómo se desvanece el estrés al tiempo que su piel se perfuma deliciosamente.
Echar 5 gramos de hojas de albahaca en una taza de agua hirviendo. Después de tres minutos, colar y endulzar. La dosis adecuada es de una taza después de cada comida.
Mezclar 1 cucharada de tila, 1 de valeriana y 1 de espino blanco en un litro de agua hirviendo y dejar reposar durante 15 minutos. Tomar una taza al día.
Lavar perfectamente una mandarina grande y luego rayar su cáscara. Colocar en un vaso de agua que esté hirviendo, tapar y dejar refrescar un poco. Tomar, aún tibia, una taza preferiblemente antes de dormir.
Hervir, durante 10 minutos, 50 g de flores secas de malva silvestre en dos litros de agua, que se agregarán al agua de la bañera. Permanecer un cuarto de hora para lograr una relajación total..
Preparar una infusión bastante concentrada con valeriana, melisa y malva a partes iguales. Practicar maniluvios calientes (lavado de manos, brazos y parte superior del tronco) 2 veces al día. La última vez, antes de acostarse es decir, que disminuyen el índice de cortisol, la hormona del estrés
Usar en hornillos, en un ambiente dispuesto para la relajación después de una ardua jornada 3 gotas de aceite esencial de limón, 3 de naranja y 4 de bergamota. Respirar profundamente y no usar más de dos horas seguidas.
Usar, también, en hornillos, una combinación de 3 gotas de aceite esencial de lavanda, 4 de cedrón y 3 de naranja. Respirar en forma profunda y dejar puesto hasta 2 horas seguidas.
Extraer 1 cucharada de la mezcla, a partes iguales, de las siguientes plantas: Hipérico, melisa y borraja. Verter en una taza de agua que esté hirviendo. Tapar y dejar refrescar. Filtrar y beber 2 tazas diarias en los períodos que se esté sometido a estrés
Consumir una o dos mandarinas diariamente, ya que es sabido que contienen ciertos elementos como el bromo que ayudan a equilibrar la actividad del sistema nervioso en general y las situaciones de nerviosismo en particular
Colocar en un recipiente con agua caliente, una cucharadita de flores de azahar lo cual desprenderá un aroma con eficaces efectos relajantes.
Incluir en las ensaladas u otras comidas uno tallos de apio crudo para equilibrar el sistema nervioso.
Recomendaciones:
Tomarse tiempo para uno mismo. Para ello, se recomienda guardar una hora al día para leer un libro o ir a dar un paseo. Ésta última actividad es excelente, sobre todo, en un parque, ya que el contacto con el verde y el aroma fresco ayuda a combatir el estrés. Es importante escoger una actividad que no suponga un esfuerzo, ya que debe ser algo agradable en vez de plantearlo como una obligación ineludible.
Establecer prioridades y no tratar de hacer todo a la vez : Es necesario saber organizar el tiempo y no intentar hacer demasiadas cosas a la vez. Se debe ser menos exigente con uno mismo.
Dormir lo suficiente : Es importante dormir lo suficiente y no demasiado porque, en ese caso, puede que nos sintamos flojos por la mañana
Realizar ejercicio: El ejercicio nos ayuda a aclarar las ideas, a eliminar algunas de las hormonas propias del estrés y a liberar endorfinas, las hormonas que nos hacen sentirnos bien. También puede mejorar la circulación lo cual supone un beneficio para la piel.
Aprender técnicas de relajación. El yoga, el Pilates, la meditación y el ejercicio físico regular, practicados con constancia, son excelentes para recuperar la calma, pero hay otras técnicas que pueden ayudar a relajar durante los «picos» de tensión:
Automasaje suave en el pecho. Para tranquilizarse, resulta muy efectivo hacer círculos con la punta de los dedos lentamente y en el sentido de las agujas del reloj sobre el pecho, a la altura del esternón.
Hacer ejercicios de respiración especial. En este sentido, una técnica con la respiración consiste en tomar aire por la nariz y expulsarlo lentamente por la boca hasta que se note los pulmones vacíos. Después, se llenan nuevamente y expulsa el aire. Repetir varias veces.
Aprender a decir que no. Si se sabe que no se podrá cumplir con un favor solicitado, es mejor ser sincero y decir que no puede hacerlo e indicar razones válidas en lugar de hacerlo mal y lleno de estrés.
Vigilar nuestra dieta. Para ello, controle el uso de proteínas, disminuir el consumo de grasas saturada y azucares simples Incluya mucha fruta y verdura frescas y alimentos con un alto contenido en fibra
Buscar un asesoramiento o consejo: El hablar con nuestros familiares , terapeuta o amigos de lo que nos preocupa es muy útil para tratar de encontrar la mejor manera de resolver las exigencias de nuestra vida.
Consentirse con alguna recompensa de vez en cuando: En este sentido, los baños de espuma (de olores suaves ayudan mucho), recibir un masaje o efectuar algún pasatiempo con la pareja son muy recomendados.
Ver la situación que produce estrés desde otro punto de vista distinto:
La situación que nos produce estrés podría, en realidad, tener ventajas o beneficios que aún no se han descubierto, lo que ayudaría a sobrellevarla mejor.
Frotar las manos por 30 segundos para disminuir el estrés: Según investigaciones realizadas, frotarse las manos (y también sonreír) reduce el cortisol y la adrenalina, las hormonas del estrés.
Tener una mascota en casa: Según estudios realizados, tener la compañía de un animal disminuye el nivel de estrés, lo que ayuda a tomarse el día a día de manera más relajada e incluso se ha podido demostrar que también contribuye a reducir la hipertensión y el colesterol, lo que puede tener que ver con la obligación de sacarlo a pasear (en el caso de los perros) varias veces aldía, con lo que la persona se ejercita.
Escuchar una pieza de música clásica. Es, según científicos norteamericanos, una de las técnicas más sencillas para relajar los sentidos. Cualquier música que resulte agradable puede servir, pero la clásica es la más efectiva.
Esbozar una sonrisa con la boca y con los ojos. La sonrisa que involucra tanto los músculos que rodean la boca como los que están alrededor de los ojos es uno de los remedios más eficaces para alejar el estrés, según la Universidad de Kansas (EE. UU.). Sus beneficios son los mismos, aunque sea impostada.
Evitar confrontaciones cuando se tiene estrés. Recuerde que, para pelear, se necesitan dos y si no quiere participar en una discusión lo mejor es permanecer en silencio.
Practicar técnicas como yoga, Tai-Chi, Reiki o meditación.
Pensar positivamente. Pensar en un acontecimiento feliz o un logro del pasado es excelente cuando tiene inseguridades y reduce el estrés negativo.
Visualizar un hermoso paisaje: Resulta muy efectivo para relajarse imaginar una playa tropical de arena tibia y brisa refrescante.
Muchas personas ven un vaso medio vacío y otros lo ven medio lleno.
Para convertir el estrés negativo en positivo es necesario analizar las diversas perspectivas y sus pros y contra. Tal vez ese asunto que se ve negativo tiene más aspectos positivos de lo se pensaba.
Por ejemplo: Considerar una tarea difícil en el trabajo como una oportunidad de mejorar sus habilidades puede transformar una vida de tensión e incomodidad en una vida de reto y emociones.