Para el dolor de cuello: Masajear suavemente el cuello con 10 gotas de aceite esencial de romero (es relajante muscular) mezcladas con dos cucharadas de aceite de oliva.
Para el dolor de cuello , hombros y cervicales : Hervir durante 15 minutos, 1 puñado de hojas de verbena en medio litro de agua. Retirar del fuego y dejar refrescar. Mojar un paño limpio de algodón con esta decocción y aplicar, a modo de compresa, en la zona afectada. Este remedio tiene efectos sedantes.
Para el dolor de cuello : Consumir, a diario, una rebanada de piña. Este remedio resulta efectivo, ya que la bromelina de esta fruta contiene propiedades anti-inflamatorias para reducir el dolor muscular.
Para el dolor de cuello, hombros y cervicales : Aplicar una compresa fría en las primeras 24 horas si el dolor de cuello ha sido producto de un latigazo y existe inflamación. Pasado ese tiempo, aplicar calor para mejorar la contractura. El elemento caliente no deber permanecer colocado más de 20 minutos y una nueva exposición no debe hacerse hasta 40 minutos.
Imprescindible: Cambiar de almohada. Se recomienda optar por una almohada de plumas o una ortopédica, en lugar de espuma sólida. Recuerde que una buena almohada se adapta al contorno del cuello, en lugar de dejarlo sin apoyo. Además, se debe dormir siempre de lado o boca arriba, pero nunca boca abajo para no forzar, ni tensar ni contracturar el cuello.
Practicar ejercicios que fortalecen la musculatura del cuello:
Colocarse boca arriba, apoyando la cabeza en un flotador infantil. Inspirar y, al espirar, inclinar la cabeza hacia atrás presionando sobre el flotador. Volver a la postura inicial, Inspirar y llevar la cabeza hacia delante y la barbilla hacia el pecho. Cerrar los ojos y dirigir la cabeza primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda, espirando cada vez que giras hacia un lado. Hacer cada ejercicio 3 veces.
Dejar los zapatos con tacones altos para las ocasiones especiales, ya que los tacones altos desalinean la espina dorsal y provocan que se impulse el cuello hacia adelante. Por esa razón, usar zapatos con tacones altos sólo para las ocasiones especiales, y ponerse los de tacón bajo la mayor parte del tiempo.
No cargar bolsos cortos pesados colgando del hombro, ya que tensiona el cuello y también la espalda y hombros. En su lugar, cambiarlo por un bolso largo tipo bandolera, una mochila o una maleta con ruedas cuando las pertenencias sean pesadas.
Recargar la cabeza hacia atrás. Con frecuencia, el dolor de cuello se debe a que la cabeza siempre se inclina hacia adelante. La solución sería acercar el material que se desea leer e inclinar la silla para ver televisión para que la cabeza se sostenga en el respaldo de ésta o en la pared.
Evitar bajar la cabeza mucho tiempo seguido cuando trabaje ante un escritorio o esté leyendo para impedir que se fuercen los músculos de la nuca. En su lugar, se recomienda cambiar de posición con frecuencia (por decir, cada hora), para que el cuello no se ponga rígido.
Colocar la pantalla del ordenador al nivel de la vista. Si se tiene que estar dirigiendo la vista hacia arriba y hacia abajo hora tras hora puede que el cuello se resienta.
Usar un atril. El cuello también se tensiona fácilmente si tiene que cambiar la vista de forma constante de un lado para otro de la computadora a los documentos colocados a un lado y a un nivel más bajo que la pantalla. Un atril adecuado al monitor, al nivel de la vista, le permitirá leer los documentos sin dañar el cuello.
Usar menos el auricular del teléfono y evitar especialmente sujetarlo con el hombro mientras se habla, se toma notas o se escribe en la computadora. En su lugar, se recomienda ponerse audífonos para evitar dolor y rigidez del cuello.