Abandonado durante dos décadas, el edificio del Cine Fraga mucho más que un edificio con una arquitectura espectacular. Su interior es un viaje directo al pasado, a la memoria de una buena parte de las vecinas y vecinos de Vigo y, por qué no decirle, de los gallegos.

Con el acuerdo de la compra millonaria a Abanca ya sellado con Xunta de Galicia y Deputación de Pontevedra, este pasado miércoles 9 de octubre llegó el momento de poner en valor la figura de César Portela, el arquitecto gallego que culminará la nueva vida de este espacio cultural que fue todo un referente en España en el siglo pasado.

El acto permitió adentrarse en el interior del Cine Fraga, en prácticamente cada uno de sus habitáculos. César Portela, encargado de otras actuaciones en la ciudad como el Museo do Mar, el Verbum o el Auditorio Mar de Vigo, se mostró visiblemente emocionado por ser el encargado de colaborar en la rehabilitación del Cine Fraga, un espacio cargado de simbolismo para el arquitecto, ya que él fue testigo de la apertura de puertas del Fraga en el Cine Fraga con la proyección del estreno de la película «Botón de Ancla» a finales de marzo de 1948. Además, el conselleiro de Cultura, José López Campos, reiteró los plazos avanzados hace varias semanas, donde la Xunta prevé que las obras estén totalmente finalizadas en 2027.

La historia personal de César Portela es la de muchas viguesas y vigueses. Desde ese 27 de marzo de 1948 el edificio del Cine Fraga fue uno de los espacios culturales más importantes de Galicia.

Su sala disponía de 1.758 butacas, convirtiéndose en el más importante de la comunidad gallega -hay que destacar que el Auditorio Mar de Vigo tiene un aforo de 1.400 asientos.

Este templo de la cultura, abandonado por Abanca hasta que pudo hacer negocio con él, mostró cómo es su estado actual, unos meses antes de que Xunta y Diputación inicien las obras para recuperar uno de los espacios más míticos y de más historia de la ciudad olívica.

El interior del Cine Fraga es una metáfora de cómo se encuentran esos recuerdos y esas vivencias de todos aquellos vigueses que acudieron a este edificio para disfrutar de las películas más míticas o simplemente para bailar o ver algún concierto en otro espacio emblemático como era Nova Olimpia.

Este miércoles, ambos espacios han vuelto a la vida para Vigo. Entre cables sueltos y polvo, en un contexto donde se percibe una obra sin acabar, el Cine Fraga y Nova Olimpia resurgen cómo lo que son actualmente, un lugar lleno de pasado, sin presente y en el que se trabaja para que haya un futuro.

El Cine Fraga y Nova Olimpia: Esa sala majestuosa, los ascensores que llevaban a las diferentes plantas del inmueble e incluso llegar hasta Nova Olimpia, ese lugar donde se forjó el amor de muchas parejas viguesas.

Precisamente, en Nova Olimpia afloran los recuerdos al ver la estructura de esa macrosala. Su planta de arriba, sus escaleras y, sobre todo, esa sala donde se bailaba y se disfrutó del directo de artistas míticos como Tom Jones, Nino Bravo, Víctor Manuel o, ya en el siglo XXI, Pereza.

Esta visita al interior del Cine Fraga ha permitido adentrarnos en la sala de proyecciones del auditorio principal, donde todavía se encuentran cuatro grandes proyectores, lo que demuestra la importancia histórica de este recinto cultural que en mayo de 2001 ofreció sus últimos visionados con las películas «Lara Croft», «Una noche con Sabrina Love» o «El regreso de la momia».

Para los nostálgicos que acudan al edificio cuando abra a visitas guiadas, reseñar que en la rehabilitación no figuran los mini cines que permitían disfrutar en una misma jornada de hasta tres filmes distintos.

FOTOS DEL MIERCOLES 9 OCTUBRE 2024 EN EL ANTIGUO CINE FRAGA Y NOVA OLIMPIA: