Según en qué parte del mundo hiciéramos esta pregunta las respuestas variarían mucho.
Si lo preguntáramos en Japón, la respuesta sería pasar el día 24 con la pareja y no en familia porque es la fiesta de los enamorados.
Y si lo preguntáramos en Méjico, descubriríamos que se celebran “Las Posadas”, unas fiestas de origen religioso que acaban con una piñata y gran diversión para los más pequeños las cuales tienen lugar durante los nueve días anteriores a Navidad.
Y si siguiéramos preguntando, siempre encontraríamos respuestas que varían de nombre, de fecha, de personajes…
Pero hay una cosa que es común a todas las Navidades: celebrar la alegría de estar juntos y de saber que nos tenemos los unos a los otros.
No debemos olvidar que la base de la Navidad es celebrar el Nacimiento de Jesús, que nació en un establo, de manera humilde y rehusado por los habitantes del pueblo los cuales no fueron generosos ni hospitalarios con María y José.
Por lo tanto, la gran pregunta es: Realmente estamos celebrando el renacimiento de Jesús en nuestros hogares y en nuestros coros, o hemos caído en una trampa consumista y nada sostenible?
Test rápido: ¿Cómo vives la Navidad?
Respóndete a ti mismo/a estas preguntas:
- ¿Notas una ligera ‘ansiedad’ cuando se acercan las fechas navideñas solo de empezar a pensar en los regalos?
- ¿Te sientes un poco ‘obligado/da’ a seguir una tendencia de celebración que no te pertenece?
- ¿Te marcas un presupuesto por regalos y, a menudo, lo acabas sobrepasando?
- ¿Te marcas un presupuesto para las comidas y, a menudo, lo acabas sobrepasando?
- ¿Compras rollos y rollos de papel para envolver?
- ¿Acabas comprando por comprar porque ves que se acerca la fecha y no sabes que regalar?
- ¿Acabas saturado/a de tantas comidas y cenas e incluso con molestias digestivas?
Si la mayoría de respuestas son un SÍ, el resultado está claro: el vórtice consumista de la Navidad te ha consumido.
Y es que nunca mejor dicho, la Navidad puede acabar consumiéndonos.
Consumiendo nuestros bolsillos.
Consumiendo nuestras ganas de estar con la familia.
Consumiendo nuestra salud, con tantas comidas demasiado copiosas y seguidas.
Consumiendo nuestra imaginación para hacer regalos que realmente signifiquen algo.
Consumiendo el planeta, con toneladas y toneladas de plástico, de papel para envolver y de CO 2 lanzado a la atmósfera para producir los millones de regalos que quizás no eran bienvenidos, ni deseados.
Consumiendo nuestra espiritualidad olvidando el verdadero significado de la Navidad y alejándonos de la auténtica generosidad: la solidaridad.
Recordemos que Jesús no nació en un ambiente de comodidades, caprichos y derroches. Por lo tanto, la celebración de su nacimiento nos pide un compromiso: acercarnos a vivir la Navidad como la vivió la Sagrada Familia. Sin gastos innecesarios y desorbitados, y con más generosidad hacia quien más la necesita.
Otra Navidad es posible y está en nuestras manos diseñarla y hacerla realidad.
¿Qué podemos hacer para disfrutar de una Navidad menos consumista y más sostenible?
- Regalar cosas hechas por nosotros: seguro que tienes algún hobby, ya sea cerámica, tocar el saxo o hacer crochet. Cuando regalamos algo hecho por nosotros, estamos haciendo un regalo único e irrepetible que lleva el nombre de la persona a quien se lo estamos haciendo.
- Regalar tiempo: siempre nos quejamos de que no tenemos tiempo para vernos, que no pasamos suficientes momentos juntos… pues, ¿por qué no regalarnos tiempo?
- Regalar un viaje o una experiencia: Viajar es una de las cosas mas enriquecedoras de la vida.
- Regalar comercio justo: una forma de comercio que tiene en cuenta los valores éticos y medioambientales en vez de los criterios puramente económicos. Además, tiene como objetivo corregir las desigualdades generadas por el sistema económico capitalista y potenciar alternativas de consumo más respetuosas…
- Regala cultura. Teatro, conciertos, libros, espectáculos… la cultura es un bien que no ocupa espacio, pero que genera muchas emociones y recuerdos.
- Regalos compartidos. Antes que recibir 10 regalos que no sabes donde poner, ¿no es mejor recibir uno que realmente te haga ilusión? La organización entre familiares/amigos puede ayudar a hacer regalos que realmente sean deseados, a no solaparse y también a ahorrar.
- ¿Quién dijo “papel de regalo”? Sabías que cada habitante del territorio español genera 4 millones de residuos anualmente, de los cuales un 30% se producen en la temporada de Navidad según el último estudio del INE. Esto se traduce en un millón de toneladas de papel y cartón generadas durante los meses de diciembre y enero en todo el territorio español. Así que tunea tus regalos con papeles de revistas, de diario, de embalaje, con cajas, cestas, telas… ¡Viva el packaging original y sostenible!
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Regala salud y bienestar y espiritualidad regalando una de nuestras terapias en Terapias Vigo o uno de nuestros productos.
¿Qué podemos hacer para disfrutar más de los encuentros durante estas fiestas?
- Móviles fuera de la mesa: los móviles en la mesa tendrían que ser como los animales en la mesa: no bienvenidos. Si uno empieza a poner el móvil en la mesa, los demás lo seguirán. Es un efecto dominó y en 5 minutos tendrás media mesa desconectada del encuentro. Para evitarlo, puedes poner un bote o caja en la entrada de casa y pedir a todo el mundo que deje el móvil allí. Papá Noel o el Tío lo vigilarán
- Aprovecha para hablar con aquella familia que no ves tan a menudo o con aquella con quien ya no creías tener nada que decirte. A veces puedes reencontrarte con alguien que no hubieras esperado y recuperar una relación.
- Si no eres de estar mucho en la mesa, propón otras actividades. Si después de un rato de sobremesa no sabes donde ponerte, sugiere unos juegos en familia (el de las películas y personajes con un trozo de papel y un sombrero ya haces), o una salida nocturna para ver estrellas, o mirar todos juntos los álbumes en familia o explicar historias de miedo o, incluso, hacer un concurso de collage. Si quieres tener una Navidad diferente, toma la iniciativa para conseguirlo. El cambio está en quien lo quiere crear.
- Los abuelos y abuelas, un gran tesoro. Quién pueda disfrutar de ellos y ellas que lo haga al máximo. “¿Cómo se conocieron los abuelos?” “¿Dónde vivían los padres de pequeños?” La historia familiar es importante.
- Las tareas, entre todas mejor. Si queremos celebrar las fiestas, pero tenemos a la madre o a la abuela todo el día en la cocina, todos hacemos fiesta menos ellas. Pues qué mejor que repartir las tareas de cocinar (o llevar cocinado), poner la mesa, quitar la mesa y limpiar entre todos?
- Prioriza y aprende a decir que no. Quizás no hay que ir a toooodas las comidas y cenas. Hay más fines de semana en el año para verse con la familia y amigos. Si solo de pensar en todos los días seguidos de encuentros que hay, ya sientes ansiedad, prioriza y agenda los otros para más adelante.
YO EN LA CABALGATA DE REYES EN COIA AÑO 2022: