Recuncho do amor», Presa da Regueira:
Conocimos este lugar por primera vez en el 2020 mucho después del confinamiento mundial, y he regresado en el 2021 en el 2022 y este 2023 tambien he ido 2 veces.
Admiro de verdad la obra que hizo este hombre llamado Juan Alves en el confinamiento convertir todo un monte descuidado en un sitio de paz y tranquilidad y turismo: después de estar días semanas y muchos meses trabajando en el, cuando todos estábamos encerrados en casa debido a la pandemia, muchísimo esfuerzo y actitud tuvo para que hoy en día todos lo podamos disfrutar siendo actualmente un lugar muy visitado por gente de todas partes, hay bancos, hamacas, tirolinas, decoración muy bonita, casitas especificas de colores para nidos de los pajaritos, columpio grande, columpio pequeño, estanque de ranas….
Juan te conocimos ese primer dia que fuimos y nos pareciste un hombre muy agradable empático ilusionista gracioso y generoso y por eso yo hoy sigo recomendando tu espacio que tanto esfuerzo y dedicación te costo construir y que hoy en día es un espacio donde se respira paz, para dar un paseo , para relajarse, para columpiarse, para jugar los más pequeños, y hasta para las parejas, pero sin lugar a dudas un lugar hecho para compartir, ojala leas esta entrada escrita por mi Lorena porque de verdad que te lo dije varias veces en su día pero quiero decirlo públicamente desde aquí que sabes que yo te aplaudo muchísimo, todo un ejemplo de superación personal para hacer ejercicio por tu diabetes, de generosidad pues es todo gratis, de dedicación máxima, recomiendo que todo el mundo lo visite desde el máximo respeto y cuidado a ese lugar.
OS DEJO LA INFORMACION DEL SITIO Y DEBAJO ALGUNAS DE LAS FOTOS QUE YO HICE EN EL EN MIS MULTIPLES VISITAS:
En un recóndito lugar del concello de Nigrán (Pontevedra), en el entorno de la Presa da Regueira, se localiza un curioso parque cuyo origen y construcción se atribuye a un vecino de la zona de A Carrasca. La historia que esconde este singular espacio verde ―conocido también como Parque de Juan Alves (creador) o Recuncho do Amor comienza y evoluciona en la época del confinamiento.
Durante aquellos meses, Juan Alves decidió invertir parte de su tiempo libre en dar una segunda vida a este rincón, que desde hacía décadas se encontraba sumido en el más absoluto abandono. Equipado con una máquina desbrozadora, Alves llegó a limpiar 5.000 metros cuadrados de maleza para después llenar la Presa da Regueira con diferentes elementos que han devuelto a la zona todo su esplendor, como pasarelas peatonales, bancos de madera, columpios para grandes y pequeños e incluso hamacas.
Lo que empezó como una idea altruista, y vinculada a la faceta más deportiva de su creador, terminó dando lugar a uno de los lugares más especiales y visitados del municipio de Nigrán. La diabetes llevó a Juan Alves a querer ampliar una de las pistas del entorno da Regueira para poder extender sus paseos diarios en bicicleta. De hecho, en la actualidad existe una placa de madera que marca el inicio de esta «Ruta da insulina de Juan Alves», germen colateral del ya conocido parque.
Con cada nueva incursión de limpieza, el proyecto personal de Alves iba virando cada vez más su sentido. Ya no sólo se trataba de confeccionar un camino transitable para él, sino de crear un espacio verde que vecinos y foráneos pudieran disfrutar a diario. Con la ayuda de compañeros e instituciones ―hay otra placa en la que se nombra a una treintena de colaboradores―, a partir de materiales reciclados, Alves llegó a fabricar e instalar todo tipo de atractivos elementos que han colmado de personalidad al entorno de la Presa da Regueira.
En el transcurso de este arduo trabajo de transformación de la Presa da Regueira, Juan Alves llegó a recastar de entre las zarzas y el lodo un sinfín de «objetos perdidos». A lo largo de todo el proceso de limpieza, fueron rescatados del medio un elevado número de zapatos, ladrillos, latas y otros tantos escombros o residuos que llegaron a llenar hasta 40 tractores. Quizás por esta razón también existe un letrero que recuerda a todos los visitantes la importancia de mantener limpio el parque con una frase que reza: «No hagas a los demás lo que no quieres que te hagan a ti».
A día de hoy, las zonas verdes y área recreativa del bosque, que abarcan unos 500 metros de forma circular, se encuentran repletas de elementos como columpios de madera y bancos hechos con palés de lo más instagrameables; vallas perimetrales que envuelven el estanque y pasarelas que permiten cruzar entre una y otra ribera del arroyo; así como rampas para bicicletas, hamacas, tirolina, asientos de troncos o casetas para pájaros, entre otros. Pero sin lugar a dudas, uno de los espacios más importantes, que también da nombre al segundo designio de este gran parque, es el Recuncho do Amor (Rincón del amor): una plataforma hecha a base de palés cuya construcción esconde una anecdótica situación.
Hacia el interior del bosque, en una zona un poco más alejada del núcleo de la Presa da Regueira, se ubica la singular construcción bautizada con el nombre de «Recuncho do Amor». Esta plataforma, que por su apariencia recuerda a la forma de una cama matrimonial, supone un guiño en toda regla a una cómica circunstancia vivida por Juan Alves durante la creación del parque.
En el entorno de la Presa da Regueira se localiza el Parque de Juan Alves, creado por este vecino de la zona durante el confinamiento y repleto de elementos bucólicos como bancos, hamacas o pasarelas de madera.
FOTOS HECHAS POR MI AQUI MAYO 2022: