La tradición de «Os Maios» consiste en colocar ramas de xesta en la entrada de casas, coches o embarcaciones, sobre todo en la zona de las Rías Baixas y en comarcas como el Barbanza
Las ramas de xesta son un símbolo histórico de la tradición gallega.
Cada primavera, con la llegada de mayo, los habitantes de un montón de localidades gallegas acuden al monte en busca de retamas o ramas de «xesta» para adornar su casa, su coche o su embarcación.
Si estos días te has paseado por alguna de las localidades que llevan a cabo esta tradición, seguramente te hayas encontrado con esta peculiar «decoración» y te hayas preguntado qué significa poner ramas de xesta en las puertas de las casas o los limpiaparabrisas de los coches.
Si bien la forma y el objetivo varía en cada zona de Galicia, en prácticamente todas las localidades se celebra la llegada de la primavera y el buen tiempo; y se busca la buena fortuna en la cosecha que está por producirse. Pero hay mucho más allá.
Significado de la tradición de «Os Maios» en Galicia
Pese a que la mayoría de teorías sobre el origen de la tradición de «Os Maios» en Galicia indica que era una cuestión de celebración de la llegada de la primavera, hay motivos más allá.
Los más mayores de las Rías Baixas apuntan a las «meigas» y a la protección contra la mala suerte y el mal de ojo, para «que non poida entrar o maio, nin collan o meigallo».
Por ello, se utiliza en coches, casas, embarcaciones u otras propiedades, para protegerlos y que su longevidad sea la mayor posible.
Otra muestra que las ramas de xesta son vistas como un arma contra los espíritus es que son utilizadas también para barrer las casas el día de San Juan, pues se cree que purifica y protege el hogar contra la mala fortuna.
En Pontevedra, además, la consideran la flor de los enamorados, pues, antiguamente, los chicos entregaban esta flor en señal de amor a las chicas que pretendían. Si las aceptaban, significaba directamente que pasaban a ser novios.