¿Por qué es tradición hacer el Camino a Santiago?
¿Por qué se hace el camino de Santiago con tanta devoción, cariño, entusiasmo e ilusión? Si una peregrinación resulta altamente conocida, y casi única en su estilo, es la del Camino a la catedral de Santiago de Compostela.
Un poco de historia en el camino
A raíz del descubrimiento de la tumba de Santiago el Mayor (Siglo IX), se forma una de las rutas de peregrinación más importantes de Europa. Se sabe que, entre los primeros en hacer la ruta Jacobea, estuvo Alfonso I el Castro, rey de Asturias.
Fue la Edad Media uno de los puntos más álgidos de peregrinación. Esto, por el significado de la propia ruta religiosa como parte del sentido de fortalecimiento de los reinos cristianos.
Es por esta razón que se ven tantas iglesias y monasterios a lo largo de todas las rutas, así como las respectivas posadas.
Hoy día, el Camino hacia Compostela en esta ruta de peregrinación se ha transformado en una experiencia muy popular para muchas personas. Además de ser un Patrimonio de la Humanidad “bien cultural en serie” (UNESCO, 1993) el mismo constituye, para cada caminante, algo diferente: turismo, reto personal o, el mejor de todos, el compromiso religioso.
Así, ya vemos propiamente las que es tradición hacer el camino a Santiago, pero veamos un poco más a fondo del por qué se hace el Camino de Santiago.
8 motivos del por qué se hace el camino de Santiago
Si bien ya quedó establecido que hay múltiples razones, pasemos a explorar las más significativas. Esto, a fin de que puedas empatizar e identificar en cuál encajas tú, si es que aún no te decides a hacer tu ruta.
1. Los motivos religiosos: la fe como el motor del caminante
Empecemos por la razón principal por la que se originó la ruta como tal. Esta que es la que impulsa a cientos de peregrinos a cumplir con las exigencias de la misma para el conseguir su Compostelana : la fe.
Cuando un peregrino ve como su motivo el religioso, puede estar haciendo este “viaje espiritual” como una forma de honrar al apóstol Santiago al llegar hasta su tumba en la Catedral de Compostela.
Además de esto, la propia peregrinación puede formar parte de una promesa o agradecimiento por alguna petición de salud o, reconforte religioso. Sin duda algo muy personal y particular que mueve al peregrino en su esencia emocional y espiritual.
Esta es la motivación que consideraremos como más tradicional y apegada a lo que la ruta Jacobea representa.
2. La ruta del Camino a Santiago como un momento de introspección
Siguiendo por el sentido espiritual, pero más como una forma de auto reconocimiento, parte de por qué se hace el camino de Santiago es para sentir una conexión con el propio ser y su razón de ser. Al hacer este maravilloso recorrido, especialmente solo, las personas pueden tener su momento más personal para pensar.
Hacer una reconexión con su yo más profundo, una evaluación con lo que son, hacen y esperan lograr, o simplemente para reflexionar sobre un momento trascendental en la vida es una razón del recorrido.
Nada mejor que hacer el Camino de Santiago para permitir conocernos mejor, reflexionar sobre nuestro lugar en este mundo y tomar nuevas rutas de vida.
Como un punto final, y una razón que resulta una verdadera tradición al hacer el Camino de Santiago, es poder sentir una conexión entre el símbolo del recorrido, la vieira, y tú. No olvides que uno de sus interpretaciones es el renacimiento.
Algo que sucede con el propio caminante al hacer su peregrinación es que este, al hacerla, no resulta el mismo que la inició.
Lo que se espera es que se opere un cambio desde el interior y se finalice la ruta Jacobea, siendo una persona mejor, más ligera y sabia.
3.Reto personal como motivo para tu peregrinación
La ruta es un recorrido que requiere una media de preparación física. Para aquellos dispuestos a tomarla a pie o en bicicleta, hablamos de 100 kilómetros para el primer caso y 200 para el segundo.
En promedio, un caminante puede recorrer, como media, entre 15 a 20 kilómetros al día. Algunos se trazan la tarea de hacer un trayecto diario y así completar la misma en pocos días.
Ya sea que estés muy bien físicamente o que vayas mucho más a tu ritmo, hacer el recorrido supone un reto físico, mental y de voluntad que superar. He ahí parte del por qué se hace el Camino de Santiago.
4. Razones de tipo turísticas y culturales
Si algo resulta fantástico al hacer tu recorrido a Santiago de Compostela es la oportunidad de hacer un turismo diferente. Una de las riquezas de cualquiera de sus rutas en las magníficas construcciones de villas, pueblos, iglesias, puentes, fuertes y demás monumentos que resultan un placer conocer.
Recordemos que, muchas de las ciudades se construyeron en el pasado al amparo de la propia ruta Jacobea. Por lo tanto, la riqueza cultural en esta peregrinación no solo nos deja con una oportunidad de conocernos a nosotros mismos, sino de conocer esta rica geografía y el propio urbanismo que todos los caminos ofrecen.
Sumado a esto, cuando pasas tus noches en cada ciudad o pueblo, te haces un poco con el día a día de sus habitantes y de los alrededores. Nada más enriquecedor que esto para ver, aprender y probar cosas nuevas.
5. La gastronomía como una excelente razón del por qué se hace el Camino de Santiago
Ya que mencionábamos lo de probar cosas nuevas, ¿Por qué usar esto como una motivación para hacer tu peregrinación? La experiencia culinaria al hacer cualquiera de las rutas hacia Santiago de Compostela está llena de exquisiteces que puedes degustar mientras haces tu viaje.
Uno de los caminos donde más se puede disfrutar de una oferta gastronómica absolutamente exquisita y variada es el camino Francés. Al pasar por zonas tan diversas como Pamplona, Burgos, León y la propia Galicia, los platillos regionales te van a hacer querer detenerte un poco más para poder probarlo todo.
Imagina que, en tu próxima peregrinación, tu objetivo sea hacer el recorrido en 7 días en bicicleta por el Camino Francés y, en cada lugar de tu trayecto, puedas degustar las exquisiteces de la zona. Sin duda una experiencia diferente y que enriquecerá mucho más tu viaje.
No olvides que, aunque el objetivo es importante (llegar a la Catedral de Santiago de Compostela), el recorrido es superior a todo. Disfrutarlo, a través de la comida, será toda una novedosa experiencia.
6. Conexión a la naturaleza como una razón de tu recorrido
Al hacer la ruta Jacobea, el caminante podrá conocer la belleza natural presente en todas las rutas. Sea cual sea el camino que elija, estos traerán una cantidad de paisajes, montañas, ríos o hasta vistas al mar que te harán reconectarte con tu lado más natural.
Seguramente no verás el mismo paisaje en primavera que en otoño y sin duda tus vistas cambiarán si tomas el Camino Portugués, el Primitivo o el de la Vía de la Plata. Sin duda diferente formas de disfrutar el paisaje y sus bellezas en diferentes momentos del año y en zonas distintas.
No cabe duda de que esta es una manera de ver, desde otra perspectiva, cada zona y pueblo. También, el conocer un poco más de su fauna y flora te hará valorar mucho más el recorrido, y la vida en sí. Sin duda, una manera de lograr el equilibrio y la paz mental con una conexión hacia un lado más puro de la ruta.
7. El componente social como motivo de hacer el Camino a Santiago
¿Sabes otra excelente razón del por qué se hace el camino de Santiago? ¡Para conocer personas nuevas!, ¡Exactamente como lo lees!
Ya sea que decidas tomar un viaje organizado para grupos o hacerlo por tu cuenta, conocer a otros caminantes es parte de lo que ganas en tu peregrinación. Y esto es sencillamente genial.
Muchas personas que hacen sus rutas, especialmente en la mejor época del año para hacer recorrido a Santiago , que puede ser verano por vacaciones o al inicio de primavera por la belleza y la frescura del ambiente, se acompañan por algunos trayectos.
O simplemente coinciden en los albergues y posadas a lo largo de la ruta.
Todo este roce social con personas de todo el mundo, enriquece mucho más esta peregrinación. Incluso, lingüísticamente hablando, ¿Te has detenido a pensar cuánto puedes aprender o practicar al coincidir con peregrinos que no hablen español o catalán?
Nada mejor que engrandecer tu viaje con este bouquet de culturas, idiomas, anécdotas y personalidades con los que tendrás la suerte de coincidir.
Además de hacer conocidos en cada localidad, pueblo, o villa, aquel que hace la ruta cada año, puede llegar a hacer muy buenos amigos en los diferentes locales, restaurantes y hoteles en los que se aloja a lo largo de su recorrido.
Así que, aunque tu viaje pueda ser de introspección, como ya lo habíamos señalado, seguro que no estarás solo en tu recorrido. Y esto es, simplemente, genial.
8. Desintoxicación del día a día como un motivo del por qué se hace el camino de Santiago
Si algo resulta ideal de este recorrido por la ruta Jacobea, es que te permite alejarte por unos días de ese día a día del trabajo, el estudio y hasta de la propia tecnología.
Sin duda, hacer el Camino a Santiago nos conecta con otra realidad, una más sencilla, natural y totalmente diferente a la que se lleva en el día a día.
Otra de las maravillas de este peregrinaje: desconectarte y solo pensar en tu recorrido, en lo que ves a tu alrededor, en los kilómetros recorridos, el lugar donde te quedaras en cada trayecto, lo nuevo por conocer, las delicias que degustar y, claro, sellar tu credencial en cada tramo. Y, al final, lograr tu meta: llegar a la Catedral de Santiago de Compostela.
Extras de hacer tu Camino a Santiago
- Para aquellos que aman la fotografía y los videos, nada mejor que el peregrinaje como telón de fondo para esta pasión. Más allá de lo que se hace para las redes sociales, esta es una oportunidad de explorar tu pasión con la visión desde el lente del paisaje, la arquitectura o el día a día de cada zona urbana.
- Una razón del por qué se hace el camino de Santiago es para superar bloqueos profesionales.
- Para cualquier profesión, desde un escritor, artista o científico, la paz que te otorga este peregrinaje puede ser justo lo que estás necesitando para tomar inspiración, impulso y aclarar ideas.
- Para compartir con tu pareja, familia o amigos nada mejor que un viaje. El Camino a Santiago es una oportunidad perfecta para reforzar lazos y compartir, como nunca antes se pudo. Para reír, hablar, explorar y crear momentos inolvidables con tus seres más queridos.
Es evidente que existen muchos y varios motivos por los que los centenares de miles de peregrinos que llegan hasta Santiago de Compostela cada año, realizan el Camino de Santiago solos o con la compañía de amigos o familia. Por supuesto hay un componente de aventura, atraídos por hacer algo diferente y vivir experiencias en contacto con la naturaleza y otros peregrinos.
También está el componente turístico, siendo España y Galicia un país para disfrutar por sus paisajes, sus hospedajes y su gastronomía. Pero también nos encontramos con un tercer componente importante, el espiritual.
El Camino de Santiago, igual que muchas otras peregrinaciones del mundo, y más siendo esta una de las principales, ha sido originalmente y esencialmente conservado por su espiritualidad.
Aunque la espiritualidad del Camino de Santiago no es algo que pueda medirse o tenga un valor concreto, lo cierto es que muchas veces el peregrino termina por sentir este valor intrínseco, siendo o no una persona creyente. Y es que, reconozcámoslo, la experiencia de hacer el Camino puede cambiarnos la vida.
La espiritualidad puede llegar en el Camino
Las personas que han experimentado o han llegado a sentir la espiritualidad del Camino de Santiago saben bien que, sin duda, esta experiencia puede cambiar su modo de vida.
Como mínimo, el concepto que tenían del Camino de Santiago. Hay una frase muy bella que describe la espiritualidad o la vivencia: «Empezó como caminante y acabó como peregrino».
Y es que, por supuesto, son dos cosas muy diferentes y ocurre de forma constante, tanto en personas devotas como en las que comienzan su Camino sin ningún tipo de sentimiento religioso.
La transformación de las personas que realizan el Camino de Santiago en cualquiera de sus rutas, puede ser producida por un montón de factores, siendo el religioso el más obvio. Pero no el único: la posibilidad de vivir una aventura única en la vida, el compañerismo que se vive con otros peregrinos, la posibilidad de disfrutar y sumergirse en la naturaleza más bella y tranquila…
El Camino de Santiago ha sido diseñado de forma completamente orgánica para sentir su espiritualidad en muchas de sus virtudes, lo que transforma a un gran número de peregrinos.
A medida que el peregrino avanza hacia Santiago, a medida que conoce parajes, compañeros de Camino, lugares bellos que parecen sacados de los mejores cuentos y relatos… a medida que su cuerpo se acostumbra el Camino de Santiago, pueden llegar a experimentar esta transformación espiritual.
Por ello hay personas que repiten decenas de veces el Camino de Santiago en todas sus rutas, personas que deciden quedarse a vivir cerca del Camino, que cambian sus prioridades en la vida en favor de lo que han podido sentir en su viaje. No es sólo un Camino físico, es también un Camino interior.
El Camino te cambia, no vuelves igual
Muchas personas coinciden en que a su regreso del Camino de Santiago algo ha cambiado dentro de ellos, no vuelves igual que cuando te has ido. El Camino y sus experiencias, especialmente si hacemos un viaje largo y pausado, ayuda a encontrarnos a nosotros mismos y reflexionar sobre nuestro día a día.
El recorrido personal mientras reflexionamos y pensamos, caminando kilómetro tras kilómetro, es un viaje interior que en pocas experiencias podremos realizar tan adecuadamente como en el Camino de Santiago.
Como decimos, el Camino ha sido naturalmente diseñado para facilitar esta experiencia.
Y esta sensación puede llegarnos seamos creyentes o no, católicos, budistas o de cualquiera otra religión del mundo. Vivimos en una sociedad tan ajetreada, tan dada a absorbernos por completo, que una reflexión interna sobre nosotros y nuestra vida sólo es posible en momentos como este: haciendo el Camino de Santiago, mientras recorres un bello paraje en soledad y descubres la sencillez de las cosas. Es una auténtica conexión espiritual que favorece el desarrollo personal.
El Camino de Santiago para una persona creyente
Es obvio que una persona católica puede experimentar con mayor facilidad la espiritualidad del Camino de Santiago mientras realiza su viaje. En este caso, los peregrinos que realizan el Camino simplemente por un motivo religioso, se les aconseja que además de prepararse física y técnicamente, también lo hagan espiritualmente.
De forma tradicional los peregrinos que realizaban el Camino de Santiago por un componente religioso podían dividirse entre los que lo hacían por devoción personal, para cumplir una promesa o voto, o como penitencia por sus pecados.
Las personas creyentes que quieran prepararse espiritualmente para el viaje pueden acudir y buscar consejo en su párroco local, quien les podrá ayudar en el material espiritual para la reflexión y la oración a lo largo del Camino.
Muchas creyentes también desean recibir la Bendición del Peregrino antes de comenzar su Camino, y es recomendable informarse bien sobre el trayecto, los puntos sagrados que visitar y la historia sobre el Camino y la Tumba del Apóstol Santiago en Compostela, objetivo final del trayecto.