HE VISITADO ESTE PARQUE HACIENDO 2 DE SUS RUTAS EN JUNIO 2021 Y ES UNA MARAVILLA ME ENCANTO, LUGAR PARA REPETIR, BOSQUE SUPER MÁGICO QUE AL MENOS 1 VEZ EN LA VIDA HAY QUE VISITAR, ESO SI, LLEVA CALZADO COMODO Y PREPARATE PARA ANDAR MUCHO SUMERGIENDOTE ENTRE SUS AGUAS CRISTALINAS, ATRAVESANDO PASARELAS DE MADERA, LARGOS PUENTES COLGANTES, HAY QUE LLEGAR A LA META COMO LLEGUE YO DESPUES DE HORAS CAMINANDO, LA META ES EL MONASTERIO DE CAAVEIRO, PRECIOSO TODO, SI AL LLEGAR ESTAS CANSADA PUEDES REGRESAR A DONDE DEJASTEIS EL COCHE EN EL BUS TURISTICO DEL LUGAR QUE TE BAJA DEL MONASTERIO AL LUGAR DE PARTIDA NOSOTROS TUVIMOS QUE SUBIR A PIE Y BAJAR EN BUS PERO PORQUE COMENZABA A LLOVER! Y A MAYORES ESTABAMOS MUY CANSADOS. COMIMOS ALLI (EN LAS FRAGAS EN UN MERENDERO) DE PICNIC LLEVAMOS MANTEL Y COMIDA ECHA DE CASA, FUE UNA MARAVILLA TODO, LO UNICO QUE PODRIA DECIR «NEGATIVO» ES QUE NO HAY COBERTURA YO RECUERDO ESO QUERIA LLAMAR A CASA Y NO PODIA, QUERIA MANDAR UN WASAP Y NO PODIA, ESTO ES GENIAL PARA UNA DESCONEXIÓN TOTAL LO MALO ES SI A ALGUIEN LE PASA ALGO ALLI POR LO QUE SEA NUNCA SE SABE SI PUEDE PASARNOS ALGO O SURGIR ALGUN IMPREVISTO, PERO BUENO HAY MUCHA GENTE HACIENDO LAS RUTAS POR EL PARQUE, SOLO NUNCA ESTAS ESO TAMBIEN ES VERDAD, PERO SI QUE ME LLAMO LA ATENCION NO TENER COBERTURA EN CASI NINGUN PUNTO DE TODO EL PARQUE CUANDO HACER 1 SOLA RUTA LLEVA UN DIA ENTERO COMO MINIMO.
Parque Natural Fragas do Eume
Fragas do Eume es uno de los bosques atlánticos de ribera mejor conservados de Europa. Dentro de sus 9.000 hectáreas de extensión viven menos de 500 personas, lo que da una idea del estado virgen de estos exuberantes bosques que siguen el curso del río Eume. El parque tiene la forma de un triángulo cuyos vértices y fronteras serían As Pontes, Pontedeume y Monfero.
La mejor forma de conocer el parque es a pie. Así, si uno sabe ver, quizá descubra a los juguetones duendes que habitan en él. Robles, chopos, fresnos, alisos, más de 20 especies de helechos y 200 de líquenes se dan aquí. A veces la vegetación es tan tupida que apenas deja pasar la luz. Pero este bosque umbrío y secreto es generoso como sus aguas, fuentes y cascadas. Aquí no hay verde, aquí hay paisajes de mil verdes. Y escondido en el corazón del bosque, el monasterio de Caaveiro, un antiguo cenobio con más de 10 siglos de historia y unas vistas espectaculares de esta «fraga» mágica.
El río Eume, de unos cien kilómetros de longitud total, ha labrado en la mayor parte de su curso medio y final un profundo cañón. Las abruptas laderas, en algunos puntos de hasta 300 metros de desnivel, conservan el manto vegetal original de los bosques atlánticos.
Un bosque como todos soñamos: la espesura, las estaciones transformadas en colores, un río que conoce la aventura del salmón y busca la proximidad del mar para hacerse ría…
Porque “fraga” significa bosque con árboles de diferentes especies. Robles y castaños forman el manto caducifolio acompañados de abedules y alisos, fresnos y tejos, avellanos y árboles frutales silvestres; y de los perennes laureles, acebos y madroños. Todos forman una heterogénea selva en la que cada especie ocupa su lugar. Los alcornoques, por ejemplo, tienen en estas laderas orientadas al sur su límite septentrional en Galicia. En las riberas húmedas y sombrías se conserva una amplia colección de líquenes, musgo y helechos que son una de las joyas de los bosques climáticos como Eume, relictos de la Era Terciaria.
El Parque tiene establecidos cuatro portales de acceso, sin comunicación entre ellos. El más visitado es el que fija como destino el monasterio de Caaveiro. Las laderas inclinadas sólo permiten esta entrada siguiendo el curso del río a través del coto pesquero de Ombre, a diez kilómetros de Pontedeume. Desde el refugio de pescadores de Cal Grande parten los itinerarios a través del bosque.
En la temporada de verano el paso con vehículos está restringido, pero existe transporte colectivo hasta cerca del monasterio. En este punto, pie en tierra, comienza la subida de unos quince minutos hasta el cenobio benedictino de San Xoán de Caaveiro, recientemente rehabilitado. Todo un monumento de arte románico en plena naturaleza con vistas panorámicas a las frondosas y al cielo. La entrada es gratuita con visita guiada, generalmente en turnos de 45 minutos. Sin problema durante los fines de semana, festivos y temporada alta. El resto del año, consultar. El horario sufre modificaciones estacionales.
Ya ganado el alto, y visitado el monasterio, la senda puede continuarse en una breve bajada hasta el rumor del Sesín, que desagua en el Eume un poco más abajo del monasterio. Vale la pena admirar su bravura de pozas y fuentes verdes filtradas de musgo. El mismo Sesín puede ser abordado aguas arriba por otro itinerario diferente a éste. Desde la carretera de Cabanas a As Pontes de García Rodríguez, tomando el desvío en As Neves que conduce a Gunxel con los molinos del Sesín y luego continúa hacia la antigua central hidroeléctrica de Ventureira. La pista se estrecha a partir de aquí en las numerosas curvas de las laderas arboladas de este itinerario que enlaza, en la orilla izquierda con la carretera de Rebordelo (Monfero).
En la misma carretera Cabanas-As Pontes, ya en el desvío de Goente, se accede a la presa del Eume. Destaca como mirador privilegiado sobre el salto de agua que durante las subidas invernales se convierte en cascada debido al diseño de la compuerta. Todo eso entre paredes verticales y desnudo granito sin que el paisaje pierda nunca el encanto de su fertilidad.
En la orilla izquierda destacamos la visita al monasterio de Monfero con su fachada barroca ajedrezada con lascas de pizarra. Después podemos penetrar en el Parque donde la cola del embalse del Eume recibe al río Frei Bermuz en medio de un frondoso paisaje.