Ojalá dejaras de cargar el mundo a tus espaldas, El mundo no se carga, se vive.
Ojalá dejaras de hacerte cargo de las cosas que no alivianan el viaje, al fin y al cabo nadie te va a devolver el tiempo perdido.
Ojalá dejaras de cargar expectativas ajenas, reproches, culpas, frustraciones que no tienen que ver con tu camino.
El mundo está lleno de gente que pone sus propias valijas en el baúl del otro.
Ojalá dejaras de cargar el mundo a tus espaldas, al mundo hay que abrazarlo fuerte.
Ojalá dejaras de cargar con relaciones que no son de verdad, a veces duele darse cuenta y siempre le damos un poquito de lugar a la duda, pero hay gente que te dice te quiero de la boca para afuera y después, si puede, te mete un par de adoquines en la mochila porque le pesan y si también te pesan a ti, se siente menos sola.
Y los llevas, porque quieres bien, por si entendiste mal, por si el otro cambia y por si acaso era sincero.
Pero sabes que no.
Frena siéntate en la vereda, abre la mochila, fíjate bien, fíjate todo, revisa todas las palabras, las cosas que no son tuyas y sigues llevando, tira todo al suelo, agarra el amor, el amor es claro, no te puedes confundir nunca, agarra lo que ERES, toda esa luz que no pesa, todo ese amor que diste, todas las manos de verdad.
Párate derecho(a), cierra los ojos, respira el cielo, mira para atrás y dí gracias, date media vuelta, sigue caminando.
Sigue caminando con tus zapatos, que nadie juegue a ponerte a presión sus carencias, sus limitaciones y dolencias.