Hay una frase muy conocida: “Como es arriba, es abajo, como es adentro, es afuera”.
Esta frase expresa el principio de Correspondencia, que es uno de los siete principios herméticos que se encuentra en el libro “ El Kybalión “. Este principio dice que hay una armonía entre el plano físico, el mental y el espiritual, y que todo lo que existe está conectado y en correspondencia.
Según este principio, nuestro exterior es un reflejo de nuestro interior, y viceversa. Lo que pensamos, sentimos y hacemos influye en cómo vemos y vivimos la realidad. Y también la realidad nos afecta a nosotros según cómo la interpretemos. Por eso, si queremos cambiar algo en nuestra vida, tenemos que empezar por cambiar nosotros mismos, nuestra actitud y nuestra percepción.
Hay muchos autores que han hablado sobre este tema, y en general se dice que la vida interior que llevamos se traslada inevitablemente hacia lo que perciben los demás de nosotros a simple vista.
La imagen que proyectamos al exterior tiene mucho que ver con lo que nos sucede por dentro.
El principio de correspondencia también se aplica a la física, donde se establece que hay una correspondencia entre las leyes de la física cuántica y las de la física clásica.
La física cuántica describe los fenómenos de los objetos microscópicos, como los átomos y las partículas. La física clásica describe los fenómenos de los objetos macroscópicos, como los planetas y las estrellas.
El principio de correspondencia dice que la física clásica debe emerger como una aproximación a la física cuántica cuando los sistemas aumentan de tamaño.
Una manera de aplicar el principio de correspondencia en tu vida es usarlo como una herramienta de autoconocimiento y transformación.
Puedes preguntarte qué aspectos de tu realidad externa te gustan o te molestan, y luego buscar la correspondencia con tu realidad interna.
Por ejemplo, si te sientes frustrado por no conseguir tus objetivos, puedes explorar qué creencias o emociones te están limitando o bloqueando. De esta manera, puedes identificar y cambiar los patrones que te impiden vivir la vida que deseas.
“El mundo que hemos creado es un proceso de nuestro pensamiento. No se puede cambiar sin cambiar nuestra forma de pensar”.
Albert Einstein
LORENA.