Meditar favorece nuestra capacidad de concentración, de relajación y nos ayuda a ser más productivos. Antes de que aparezcan síntomas de ansiedad por el estrés y las preocupaciones diarias, lo mejor es aprender técnicas de meditación guiada que puedas realizar desde tu casa.
1. Pon la atención en tu respiración
El primero de estos ejercicios sencillos de meditación también es uno de los más fáciles de incorporar a nuestra rutina. Así, lo conseguiremos con mayor facilidad si podemos sentarnos en una posición relajada y con los ojos entreabiertos
Mientras tanto, es bueno que centremos toda nuestra atención en nuestra respiración, sin intentar variar alguno de sus parámetros. Tan solo tratar de percibir el aire entrando y saliendo. En este momento es frecuente que aparezcan distintos pensamientos distractores. Ahora, nuestra misión será ignorarlos hasta que pierdan fuerza.
2. Cuenta hacia atrás
Esta técnica es especialmente sencilla y resulta de gran utilidad a la hora de meditar. Con los ojos cerrados, procederemos a contar hacia atrás desde número elevados, como el 50 o el 100, hasta llegar a cero. El objetivo de esta práctica es centrar nuestra atención en un único pensamiento/actividad, de forma que consigamos eliminar las sensaciones producidas por el resto de estímulos.
3. Toma conciencia de los objetos
Este ejercicio consiste en escoger un objeto y observarlo atentamente. Tienes que focalizar tu atención en el objeto en sí, da igual el que sea. Observa y toma consciencia de lo que observas para sentirte despierto. Notarás que la mente se centra y se libera de otros pensamientos. Esta técnica la puedes practicar con los ojos y con las orejas, la escucha consciente es también muy eficaz.
4. Cuenta hasta diez
Consiste en centrar la atención en un punto. Limítate a cerrar los ojos y contar despacio hasta diez. Inspira por la nariz y exhala por la boca. Si te descentras, vuelve a empezar por el número uno.
5. Escucha música
La música es muy beneficiosa para el cerebro humano y se utiliza en muchas terapias de psicología positiva. Escuchar música puede ser un ejercicio por sí mismo o, simplemente, un elemento más de relajación. Siente las notas, la vibración, concéntrate en lo que estás escuchando. Es preferible que sea música relajante o calmada.
6. Medita en movimiento
En este sentido, podemos dar largos paseos por la playa o por el bosque, y así disfrutar de la calidez del Sol en el rostro, las caricias del viento o el roce de las plantas y del agua en las manos. Además, puede ser otra forma de auto-observación, al pensar en los movimientos de nuestro cuerpo mientras andamos.