El cuerpo también se comunica. La lectura de los lunares le posibilitará conocerse más a usted mismo y descifrar la personalidad de quienes tiene a su lado.
Durante el siglo XVII estudiosos de las señales existentes en el cuerpo comenzaron a prestar más atención a los lunares, debido a que la mayoría de las personas poseían alguno.
Lo llamativo de estas marcas era que cambiaban al igual que determinados acontecimientos de la vida de las personas y describían ciertos rasgos generales de personalidad según su ubicación.
Así nació la melanomancia, la lectura de los lunares en el cuerpo.
Ahora se sabe que los lunares guardan valiosa información sobre nuestro carácter y sobre la suerte que tendremos en la vida.
De hecho, se llaman lunares por la influencia dela Luna en su aparición, y por la fuerza emotiva de este satélite en la configuración de nuestra personalidad.
Estas pequeñas manchas no sólo adornan nuestra piel, sino que, según sus características, nos enseñarán más sobre nosotros.
La mancia de los lunares: Melanomancia
Muchos astrólogos y adivinos se fijan en el color, la forma, el tamaño y el lugar de estas acumulaciones de pigmentación para hablar sobre las cualidades que las personas pueden tener y sobre su destino. Los lunares claros son positivos e inducen al portador a encontrar la suerte. Los de color oscuro suelen ser más negativos, y los de coloración negra resultan en su mayoría dañinos.
También hay que saber que son más positivos los pequeños y redondos, mientras que los alargados generalmente marcan conflictos.
Lunares en el cuerpo:
Los lunares y marcas de nacimiento en nuestra piel suelen pasar totalmente desapercibidos para muchos, pero lo que la mayoría desconoce es que existe una mancia (nacida en Oriente) que se dedica a la adivinación por medio de ellos.
Se analiza tamaño, formas, colores, situación… pero como aproximación al tema, este podría ser un buen resumen:
En la pierna: Anuncia que la persona tendrá una juventud repleta de fuerza y coraje para superar los obstáculos que se le presenten y abrirse camino en la vida con el propio esfuerzo. Con las energías bien ubicadas y los objetivos claros, logrará lo que se proponga.
En la rodilla: Carácter amable. Personas que desean agradar a todo el mundo.
En el vientre: Amor exagerado a la buena vida y a los placeres más instintivos.
En el tobillo: Un lunar en el tobillo para un hombre indica que tiene una forma de ser más bien tranquila; es una persona que necesita ser muy incentivada para luchar por las cosas que quiere. Una mujer con un lunar en el tobillo es aventurera y desea siempre destacarse y ser admirada.
En el talón: Personas activas, decididas, inclinadas al mundo de las artes, los deportes y los negocios. Con los objetivos claros logrará hacer fortuna si se lo propone.
Axila: Si el lunar está bajo el brazo izquierdo, indica que la primera parte de la vida del sujeto estará llena de luchas y dificultades, pero con resultados óptimos. Puede, incluso, alcanzarse una buena posición social y reunir cierta riqueza. La segunda parte de la vida puede ser una etapa brillante y llena de dicha. Si el lunar está bajo el brazo derecho, significa que la persona deberá andar siempre con pies de plomo en lo referente a su seguridad y posición económica. Si sabe ser prudente, su existencia conocerá una felicidad estable.
Barbilla: tanto si está a la derecha como a la izquierda, el lunar en este sitio pronostica afabilidad y disposición generosa. El individuo es trabajador, capaz, responsable, respetuoso y dispuesto a aceptar todas las responsabilidades sociales que le atañen, sean familiares, laborales o mundanas. Los que poseen un lunar en dicho lugar son amantes de los viajes, la geografía, la antropología, la sociología, etc.; y poseen un sentido de la fraternidad muy desarrollado.
Brazo: tanto si está en el izquierdo como en el derecho, pronostica una vida afectiva intensa, apasionamiento y excelente vida matrimonial. Si se trata de un hombre y tiene el lunar en el codo, vaticina que tendrá que luchar mucho en la vida y deberá enfrentarse con una multitud de obstáculos de toda naturaleza. Si se trata de una mujer, tendrá muchos problemas de tipo familiar y conyugal.
Caderas: un lunar en cualquier parte de las caderas pronostica felicidad, erotismo, enamoramientos, pero también una naturaleza práctica y un carácter ingenioso y calculador, dispuesto a no dejarse arrebatar por pasiones inútiles. Tendencia a que el cerebro domine el corazón, excepto en períodos de luna llena y aspectos astrales caóticos.
Cejas: un lunar sobre la ceja del ojo derecho pronostica firmeza ante las dificultades, fortaleza de carácter, agresividad para enfrentarse con los enemigos, tenacidad para alcanzar los objetivos propuestos. Anuncia una vida muy activa y éxitos en todos los planos: negocios, amor, deportes, artes liberales, amistades, etc. La riqueza está asegurada, pero debe temerse algún contratiempo en la salud, que puede ser grave si el sujeto no descansa lo suficiente o abusa de los placeres. Si el lunar está sobre la ceja del ojo izquierdo, vaticina todo lo contrario: indolencia, desilusiones, carácter débil, infelicidad, fracasos profesionales y familiares, desengaños amorosos, dificultades familiares, etc.
Codos: un lunar en el codo, sea en el izquierdo o el derecho, anuncia viajes, amor a los deportes, interés por las profesiones y trabajos que requieran talento para una o más artes, muchas probabilidades de conseguir la fortuna, ya por el propio trabajo, ya por suerte en los juegos de azar y loterías, ya por herencia. En el aspecto sentimental y matrimonial pronostica dificultades, incertidumbres, penas ligeras y enfrentamientos con hijos.
Cuello: un lunar situado en la parte delantera del cuello significa buena fortuna, éxito social, encumbramiento, fama, voluptuosidad, grandes amores, mas de un matrimonio. Si está colocado detrás, indica que la persona no deberá abusar de los placeres de la mesa, pues de lo contrario verá empañada su salud y su felicidad, con los consiguientes fracasos sociales y profesionales. Tendrá dificultades en conseguir el equilibrio entre lo sensual y lo espiritual, por lo que algunos apasionamientos y deslices perjudicarán su vida conyugal. Muchas probabilidades de que el primer matrimonio fracase rotundamente.
Dedos: un lunar en cualquier dedo indica exageración de las virtudes o de los vicios respectivos, determinados según las características quirománticas de cada individuo. Pero, en general, significa falta de habilidad y carencia de diplomacia para solucionar problemas familiares y sociales, así como tendencia a la murmuración, a la crítica, a la calumnia y a la mitomanía.
Espalda: un lunar en la espalda pronostica falta de paciencia y dificultades en el campo de los negocios y familiares debido a que no se reflexiona lo suficiente antes de emprender una línea de acción. El sujeto no debe precipitarse en sus deducciones y conclusiones, pues de lo contrario está destinado a cosechar muchos fracasos y sinsabores. Es preciso que aprenda a meditar y a actuar fría y calculadoramente.
Frente: un lunar en medio de la frente vaticina éxitos profesionales, celebridad, riqueza, amores, encumbramiento social, dicha conyugal, muchos amigos y admiradores. El sujeto puede alcanzar cargos públicos y mando sobre la comunidad. Si el lunar está a la derecha o a la izquierda del centro de la frente, los pronósticos son los indicados al hablar de las cejas.
Hombro: un lunar en este lugar indica un espíritu inquieto, inconformista, insatisfecho con su suerte. El sujeto ambiciona nuevos objetivos constantemente, tanto en el plano sentimental como en el profesional. Pero si el lunar está en el hombro izquierdo vaticina todo lo contrario, es decir, el sujeto se conforma con lo que la vida le da y tiene pocas ambiciones.
Inglé: un lunar en el lado derecho advierte de contratiempos en la salud, por lo que el individuo deberá abstenerse de abusos de toda clase y procurará llevar una vida metódica y ordenada. Si está en el lado izquierdo, anuncia, además, problemas monetarios y financieros.
Labios: un lunar en los labios indica un carácter bonachón. Alegre, noble y benévolo. Pero con ambiciones definidas para mejorar la condición social, familiar y profesional. En el aspecto afectivo, es señal de voluptuosidad, de sensualidad, de erotismo y de apasionamiento.
Manos: un lunar en una mano, que no sea en los dedos, indica abundancia en todo si la persona es cauta y actúa sincera y lealmente con el prójimo. Es símbolo de salud, riqueza y amor. También pronostica suerte en el trabajo o en la carrera y un talento muy desarrollado.
Mejillas: indica que el sujeto es estudioso, amante de la cultura y de la sabiduría, que es moderado en sus pasiones y en sus críticas, y que no necesita de las cosas materiales para ser dichoso. Si el lunar está en la mejilla izquierda, y el sujeto es del sexo femenino, vaticina cierta inestabilidad de sentimientos y deseos de ser admirada y envidiada. Por el contrario, si está en la mejilla derecha, la mujer puede experimentar cierta inclinación por la vida mística y religiosa.
Muñecas: significa talento, buen carácter, cordialidad, espíritu amante de las artes. Si está en la muñeca izquierda pronostica problemas familiares y sentimentales, pero si está en la derecha hay muchas probabilidades de alcanzar la dicha matrimonial. En el hombre, un lunar en la muñeca advierte de la posibilidad de dos matrimonios o de dos grandes amores.
Nalgas: un lunar en las nalgas indica que la persona no será muy laboriosa y que preferirá la vida reposada, tranquila y perezosa. Aceptará cualquier forma de vida antes que luchar para abrirse camino en la vida con el trabajo y el estudio. Pronostica cierta inestabilidad sentimental, con tendencia a la inconstancia y a la infidelidad. Es persona destinada a conocer poca dicha en el matrimonio.
Nariz: un lunar en este lugar indica muchas posibilidades de fortuna súbita por una herencia, lotería o golpe de suerte en un negocio, pero siempre que la manchita esté en la parte frontal. Si está en un lado, advierte de contratiempos profesionales, familiares y de salud, además de vaticinar un carácter más agresivo y tiránico.
Ojos: un lunar en un ojo anuncia talento y sabiduría, pero con pocas probabilidades de que vaya acompañado de riqueza y de felicidad. Si el lunar está en la comisura del párpado, indica que el sujeto es noble, recto, laborioso e inteligente, pero que necesita mucho cariño y comprensión para destacar en su profesión o carrera, sobre todo si es hombre.
Ombligo: en un hombre, un lunar en el ombligo significa buena suerte en los deportes, en los negocios, en el trabajo y en los juegos de azar. En la mujer, apasionamiento, voluptuosidad, inclinación por la vida matrimonial y deseos de tener muchos hijos.
Orejas: un lugar en una oreja es una cosa extraordinaria y pronostica sorpresas agradables, riquezas inesperadas, éxitos profesionales, aventuras sentimentales, proposiciones matrimoniales y triunfos en los deportes.
Pecho: un lunar en el pecho, sobre todo en el hombre, indica mal carácter, agresividad, insociabilidad, tiranía, poco respeto a las ideas ajenas y espíritu de contradicción. Pronostica ataques de cólera y poca disposición para trabajos rutinarios.
Pezón: significa ambiciones sociales, afán de destacar, ansias de ser admirada de alguna forma, naturaleza exótica y amor por la riqueza y la buena vida. Naturaleza voluptuosa, inconstante y deseosa de aventuras sentimentales. Afán de conquistas, de amor, de honores y de riqueza, pero con poca predisposición al estudio y al trabajo.
Pie: un lunar en el pie anuncia inestabilidad emocional, tendencia excesiva a los ensueños, predisposición a la melancolía e inclinación por los trabajos sedentarios. El sujeto, tanto si es hombre o mujer, debe procurar hacer ejercicio o practicar un deporte, de lo contrario sufrirá muchos contratiempos en su salud.