Siempre he oído la típica frase de “La experiencia es un grado” y llega un momento en el que empieza a cobrar sentido.
Con el paso de los años vas viendo que en la vida, no existen límites y por el contrario, la vida nos pone obstáculos pero los límites los ponemos nosotros mismos.
A día de hoy me sorprendo de todas las cosas que he hecho y quizá si años atrás me lo hubiesen planteado no lo hubiera creído.
Ahora mismo considero que no existen impedimentos para que podamos tener una mayor felicidad en la vida, si lo queremos, es posible.
En buena medida, nuestra felicidad en la vida, viene determinada por la capacidad que tengamos de no limitarnos, alcanzando nuestras metas y siendo más felices diariamente.
Mírate a los ojos, conoce hasta donde quieres llegar y permanece optimista por encima de todo, aunque las circunstancias no sucedan como esperas, con esfuerzo e ilusión, todo es alcanzable.
Es necesario que seamos sinceros con nosotros mismos y respondamos a la pregunta: ¿qué queremos en nuestra vida?
La vida no te pone límites, los límites te los pones tu mismo.
Si sueñas y luchas esos límites no existen.
Las barreras te las pones tu; el que la sigue la consigue, y la paciencia como me dijeron es una virtud, y la perseverancia y constancia un don.
Todo esfuerzo tiene su recompensa.
Por mucho que la vida te ponga obstáculos patéalos y sigue de frente con la cabeza bien alta, nunca te avergüences de ellos, nunca digas me arrepiento de no haberlo hecho; ¿qué pasaría si lo hubiera hecho?, pues ya sabes…
hazlo y di al menos lo intente; otros tiraron la toalla y se rindieron.
Piensa que todos los errores que cometiste pasaron por algo y tiene su por qué y el cómo; simplemente aprende de ellos, valora, piensa y rectifica.
La vida muchas veces nos da segundas oportunidades por algún motivo, siempre pasa por alguna razón; para meditar, reflexionar y actuar. No te arrepientas de tu pasado, solo mira el presente y el futuro. El pasado es una lección más de tu vida y gracias a ello, el presente y futuro pueden ser mejor
Las limitaciones nos las imponemos nosotros mismos:
El único limite a nuestros logros de mañana está en nuestras dudas de hoy.
Nosotros mismos somos los que decidimos ver problemas donde hay oportunidades y los que nos marcamos límites antes ni siquiera de intentarlo en muchas ocasiones.
Nuestras limitaciones y nuestros éxitos estarán basados muchas veces en las expectativas que tenemos respecto a nosotros mismos, sin darnos cuenta que que lo que la mente crea, el cuerpo lo transforma en resultados.
Como dijo Buddha, ‘todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado. La mente lo es todo. En lo que pensamos, nos convertimos’.
Si nosotros creamos límites y barreras eso es lo que nos encontraremos.
Por lo contrario, si lo que creamos son oportunidades e ‘ilímites‘ y lo unimos a mucho esfuerzo, el éxito llegará. A fin de cuentas la oportunidad está en el hombre, no en el trabajo. Por lo tanto somo nosotros los que debemos de superar las tareas, no estas a nosotros.
Podemos aceptar el fracaso porque es algo humano, todos podemos fallar en algo, pero lo que no podemos aceptar es el no haberlo ni siquiera intentado
Todos nos enfrentamos continuamente a grandes oportunidades disfrazadas de problemas aparentemente sin solución con lo cual no es lo que tu tienes, sino como lo utilizas lo que marcará la diferencia en lo que hagas.
Nunca te pongas excusas o límites.
No tienes tiempo para ello, porque si usas tu energía de ese modo, no te quedará energía para hacer todas las cosas que necesitas hacer, como superar obstáculos y alcanzar objetivos.