Terminamos de comenzar un nuevo año, y entre nuestros propósitos está el deshacernos de aquellas cosas que ya no usamos y reorganizar nuestra casa. Pero… ¿seremos capaces de hacerlo? ¿De dónde sacamos tiempo para colocar cada objeto en su lugar siendo madres? ¿Cómo mantener el orden con niños en casa?
No es imposible si seguimos algunos de los consejos de la gurú de la organización, la japonesa Marie Kondo.
También es madre de dos niñas y ella misma comenzó de pequeña a buscar el orden en su vida, así que podemos aplicar algunas de sus claves para enseñar a los niños a poner orden en casa.
El método KonMari
El Feng Shui es una filosofía milenaria que enseña cómo alcanzar la armonía organizando nuestro hogar de una determinada manera.
Con esta misma premisa, la japonesa Marie Kondo comenzó como consultora del orden hace ya más de 11 años y creó el método KonMari.
Te contamos alguno de sus trucos para lograr poner orden en vuestra casa y ser aún un poquito más felices.
Y no olvides involucrar a los niños en la tarea: es una parte de su educación, gratificante para toda la familia.
1. Guardar solo lo que te haga feliz
Como asegura la autora en su libro ‘La magia del orden’:
“Deberíamos rodearnos únicamente de aquello que nos trae felicidad. Para algunas personas serán un montón de cosas. Para otras, solo un puñado. No creo que deba haber ninguna competición en nuestro corazón entre cosas y personas. Si valoramos los objetos que nos importan y los tratamos bien, durarán más y nos darán más placer; e incluso aprenderemos a ser más amables y generosos con las personas”.
¿Cómo llevarlo a la práctica e inculcarlo en los niños? Se trata de ir cogiendo cada objeto o prenda que tenemos y preguntarnos si realmente nos hace feliz. Si la respuesta es no, hay que decirle adiós.
En su armario, hay que pedir la opinión de los niños para deshacernos de la ropa que no usan si no son muy pequeños. Cuando se trata de sus juguetes, dejaremos solo los juguetes con los que juegan más habitualmente, los que realmente amen. Como consejo, podéis guardar algunos para rotarlos cuando se cansen de ellos.
Hay que ayudarles a decidir con qué se quedan y de qué pueden deshacerse. Si tiene edad, decidimos juntos, ayudándole cuando duda. Según el método de Marie Kondo, en apenas cinco segundos se tiene que poder decidir qué mantener y qué eliminar. Ante la duda, no lo necesitas. De todas maneras, al tratarse de niños podemos ser algo más flexibles y dejarles tiempo para que recuerden y te cuenten que le evoca cada muñequito, cada cromo, cada dibujo…
2. Ordenar por categorías
El consejo de Marie Kondo es organizar por categorías y no por espacios o habitaciones. Recomienda empezar por la ropa (lo más fácil de clasificar) y ordenar el armario y los cajones. Después, será el turno de los libros, los juguetes, los adornos… Y por último los objetos con valor sentimental (como sus dibujos, las notas del colegio, los recuerdos…).
De igual manera, a la hora de pedirles que recojan es preferible que lo hagan por categorías. En lugar de decirles que ordenen su habitación, será más fácil para ellos si les pedimos que ordenen sus juguetes o su ropa, por ejemplo.
3. Ante todo, sencillez
Hay que procurar guardar todos los objetos de igual categoría en el mismo sitio y ordenarlos por propietario o por tipo de objeto. Minimalismo al máximo exponente. Pocas cosas, organizadas y a la vista.
Imagínate el tiempo que ahorraréis cada día si tenéis organizadas todas sus cosas y a la vista: material para extraescolares y deportes, los libros del cole y de lectura, las piezas de construcción…
Este truco le será útil toda la vida, incluso a la hora de estudiar, para estructurar las diferentes materias.
4. Doblar la ropa en vertical
Entrará más ropa en su armario y ayudará a fomentar su autonomía al vestir si tiene todas las prendas a la vista. Marie Kondo propone doblarlas de manera vertical, formando pequeños rectángulos con ellas hasta que se mantengan de pie, como nos enseña el vídeo a continuación. Podéis practicar con los peques este método de doblaje para organizar el armario.
Para no desaprovechar el espacio, podéis abrochar los botones y cerrar las cremalleras de los pantalones. Al principio, tendrás que hacérselo tú, pero poco a poco irá aprendiendo y un día seguro que te sorprende.
Un truco: las mochilas y bolsos ocuparán menos si los metéis unos dentro de otros.
5. Aprovechar el espacio
Ganarás paz si eliminas en cada habitación de casa todos esos muebles y objetos decorativos que no te aportan felicidad.
¡Por supuesto hay que aplicarse el cuento también en el dormitorio de los peques! Siéntate con ellos en su cuarto e ir mirando cada objeto juntos. Hazle pensar en cuánto tiempo hace que no toca ese peluche o no juega con esa muñeca. Explícale que es bueno dejar espacio para las cosas nuevas que están por llegar y que si tiene demasiadas cosas en su cuarto, le costará más decidirse a la hora de elegir con qué jugar. Entenderá que muchas cosas por el medio le molestarán, pueden hacerle tropezar y le robarán espacio para moverse y jugar.
6. Todo a la vista
Para Marie Kondo es fundamental que de una simple ojeada se pueda ver todo lo que tenemos. Mejor todo a la vista, que esté ordenado y fácil de localizar a la primera. Colocar sus libros e incluso su ropa a la altura de los niños, le dará mayor autonomía a la hora de guardar y organizar mejor sus cosas o vestirse.
Puedes, por ejemplo, colocar alguna estantería baja o elegir un armario ‘para niños’. Si es empotrado, una idea es colocar una barra en la parte de abajo para su ropa y luego eliminarla cuando crezca.
Les encantan los percheros a su altura para colgar su abrigo y su mochila, y así no tendrás que preocuparte de que las dejen tiradas por el suelo o colgadas de ‘cualquier manera’ sobre las sillas o el sofá.
7. Evitar las soluciones de almacenaje
No vamos a negarlo ahora. A los padres nos encantan las estanterías y carritos con ruedas que incluyen cestas de plástico, tela o cajones donde todo cabe. Y, según Marie Kondo, ahí reside el problema: ahí va todo lo que no sabemos dónde meter para ‘recoger’ y terminamos por mezclarlo todo y no saber exactamente qué contiene.
Ella apuesta por usar cajas de zapatos para clasificar y guardar objetos, ya que son ideales por su tamaño, durabilidad y facilidad de uso. Los rollos de papel higiénico también son perfectos, según la japonesa, para guardar la ropa interior o almacenar cables.