Las extrañas apariciones de una anciana ataviada de negro y sin rostro inquietan a los vecinos de Silvoso
Una anciana vestida de negro que camina muy lentamente por el arcén. Y sin rostro. Es la fantasmagórica visión que ha dejado sin palabras y con el miedo en el cuerpo a varios conductores que circulaban entre Ponte Caldelas y Soutomaior.
Estos extraños episodios centraron uno de los últimos reportajes del programa Cuarto Milenio. Un equipo de «la nave del misterio» se desplazó hasta la aldea pontecaldelana de Silvoso donde recabó el testimonio de varios vecinos que aseguran haberse cruzado con una mujer de avanzada edad que camina muy despacio por el margen de la carretera. Coinciden en que la aparición se produce en noches de lluvia. Relatan haber parado para ayudar a la señora, que se desvanece ante sus ojos sin llegar a verle la cara. Solo una silueta, encorvada y oscura, grabada en sus retinas.
La «leyenda» de la anciana sin rostro es conocida en Ponte Caldelas, pero también silenciada.
El equipo de Iker Jiménez recabó estos testimonios después de que un exguardia civil acudiese al programa para contar el inquietante encuentro. A Eduardo Sánchez le tocó patrullar una noche de fuerte temporal en el invierno de 2013. Circulaba con su compañero por la PO-244 cuando ambos vislumbraron a una señora mayor caminando por el arcén y sin paraguas. Eran sobre las 3 de la madrugada.
Pensaron que se trataba de una persona desorientada por lo que inmediatamente dieron la vuelta para socorrerla. Sin embargo, no hallaron ni rastro de ella. Sospechando que podría haberse caído, buscaron por los desmontes de la carretera, incluso en sentido contrario, sin resultado. «Nos quedamos estupefactos«, describe Sánchez al programa de misterio.
Al día siguiente recorrieron las parroquias del entorno para inquirir a los vecinos sobre la posible desaparición de alguna anciana, o si sabían de alguna que viviese sola. Las respuestas negativas descartaron sus hipótesis. «No encontramos ninguna explicación lógica ni racional», sentencia.
Sánchez decidió ocultar el inquietante suceso en su memoria, hasta que el pasado año lo comentó con un amigo y descubrió que no había sido el único en cruzarse con la misteriosa señora. Así, el exguardia civil reveló su enigmática experiencia a Cuarto Milenio y acompañó a un equipo del programa en la búsqueda de nuevos testimonios.
El reportaje contó cuatro testimonios. El primero, el de un joven que aseguró haber visto a una mujer mayor sentada en un cruceiro en el núcleo de Silvoso al caer la noche. Cuando paró la marcha de su moto para preguntarle si necesitaba ayuda, la oscura figura ya había desaparecido.
Otra vecina narra que en junio de 2019 se cruzó con la anciana en la PO-244. Destaca que la señora pasó tan cerca de su coche que creyó haberla atropellado. Sin embargo, en cuanto bajó del coche descubrió, para su asombro, que no había nadie.
Otros dos hombres explican que tras ver a la anciana caminando sola y de noche dieron vuelta para auxiliarla. Uno de ellos recuerda que paró el vehículo frente a ella y al poner las luces largas vio su silueta pero no su rostro. «Tira, tira», le gritó uno de sus acompañantes, presa del pánico.
Similar es el testimonio de otro vecino, que relata que tras toparse con la mujer también retrocedió en su ayuda, pues llovía con fuerza. Abandonó su coche e incluso la buscó por las cunetas sin éxito. «No encontré a la señora, pero la vi perfectamente. Aunque no tengo una imagen de su cara», aseguró al programa de Iker Jiménez.
Las misteriosas apariciones de esta anciana siembran la inquietud entre los vecinos de Silvoso, que no hallan explicación a estos encuentros: una mujer que ven con toda nitidez pero que se disipa, por arte de lo desconocido, ante sus ojos.
El hecho de que estos episodios ocurriesen en un tramo de curvas pronunciadas en la PO-244 les lleva plantearse que se hallan ante un fenómeno sobrenatural ya denominado: «La abuela de la curva» de Ponte Caldelas».