La leyenda de la Santa Compaña es una de las más populares de Galicia. Aunque también es propia de otras regiones del norte peninsular como Cantabria y Asturias (donde se denomina Güestia), algunas zonas de León, Extremadura y norte de Portugal.
Pero es en Galicia donde está superstición está más extendida, tanto que existen múltiples versiones de la leyenda en los diferentes pueblos y comarcas gallegas. Versiones que se diferencian sobre todo en los detalles pero que guardan muchas similitudes y coinciden en lo esencial.
La Santa Compaña es una procesión de las almas en pena que sale por las noches recorriendo los bosques, campos y caminos.
Estas almas en pena son figuras fantasmagóricas vestidas con túnicas blancas y con aspecto cadavérico, aunque según algunas versiones su rostro está oculto tras una enorme capucha y nunca se llega a ver.
La procesión forma dos hileras de ocho a doce figuras y portan un ataúd.
Como si de un entierro se tratase, las almas llevan también cirios encendidos y campanillas y avanzan en total silencio. Sin embargo, muchos aseguran que cuando se acerca la Santa Compaña se puede oír el sonido de las campanillas e incluso en algunas versiones también el sonido de cadenas arrastrándose por el suelo.
Un fuerte e inesperado olor a humedad, a moho y a cera en plena noche es indicativo de la llegada inminente de la Santa Compaña. Incluso en algunas versiones de la leyenda se afirma que la Santa Compaña nunca se puede ver, y solo el fuerte olor a cera impregnando el aire nocturno indica su presencia.
Significado de la Santa Compaña
Se dice que estas almas en procesión son las de difuntos que dejaron asuntos pendientes en vida o que no pudieron cumplir alguna promesa. Por ello vagan indefinidamente hasta encontrar a una persona viva que pueda llevar a cabo tales asuntos pendientes.
Otras versiones dicen que el cometido de las ánimas en pena es reclamar la vida de alguien que morirá pronto, por lo que quien recibe su visita morirá en el plazo de un año.
En otras versiones se dice que dentro del ataúd que porta la Santa Compaña se puede ver la imagen de una persona que morirá pronto, generalmente un familiar o vecino, como si de una macabra muerte anunciada se tratara.
En cualquier caso, la persona que se topa con la Santa Compaña se verá obligada a encabezar la procesión haciendo de guía y portando un gran crucifijo de madera, un cirio o una antorcha (según la versión) en una mano y un caldero de agua bendita en la otra. Su marcha no cesará hasta que se encuentre con otro vivo al que cederle la cruz, el cual no podrá negarse a no ser que conozca la forma de alejar a la Santa Compaña.
Cómo evitar a la Santa Compaña
De acuerdo con la sabiduría popular, existen diferentes métodos para escapar de la Santa Compaña si ésta te sorprende en medio de la noche. El más extendido dice que hay que hacer un círculo en el suelo, preferentemente con sal, y meterse dentro de él hasta que las ánimas hayan pasado. El círculo actúa como una especie de zona de protección donde las ánimas no pueden entrar ni tocarte. No se debe mirar en ningún momento a la Santa Compaña y hay que evitar a toda costa que te toque.
En algunas zonas del rural gallego se dice que los cruceros son lugares en los que ponerse a salvo de la procesión de ánimas. También se considera que algunos amuletos protectores como la figa, el crucifijo o la estampita de un santo sirven para alejar a la Santa Compaña.
En algunos pueblos se dice que hacer la figa (o higa) con las manos ahuyenta a la Santa Compaña y que los cruces de caminos son lugares donde se puede encontrar a la procesión con mayor facilidad, y por ello hay que evitarlos por la noche.
La cantidad de creencias y supersticiones relacionadas con la Santa Compaña en Galicia es enorme, por lo que en cada pueblo o zona tienen las suyas propias. Aún así, la esencia del significado de esta procesión de ánimas en pena es el mismo en todo el territorio.
Origen de la leyenda de la Santa Compaña
Como sucede con la mayoría de creencias populares transmitidas de forma oral, el origen de la leyenda de la Santa Compaña no se puede conocer con exactitud.
Sin embargo, algunas fuentes apuntan que su origen puede estar en la mitología celta y, concretamente, con la celebración del Samhain o Samaín, cuya tradición sigue presente en Galicia en la actualidad.
Para los celtas el Samhain significaba celebrar el fin de las cosechas, la transición al año nuevo y también la apertura al otro mundo.
Los sacerdotes celtas, o druidas, realizaban ofrendas con alimentos a la divinidad Lug (Lugh o Lugus) en los bosques sagrados abriéndose un portal de comunicación con el “más allá”, por lo que durante el Samhain los espíritus de los muertos caminaban entre los vivos.
Así, muchos consideran que la leyenda de la Santa Compaña en Galicia y la Güestia en Asturias tienen su origen en esta creencia celta.
Como tantas otras creencias y costumbres paganas, la llegada de la religión cristiana modificaría algunos aspectos dando lugar a la actual leyenda de la Santa Compaña. También la noche de difuntos y el magosto de Galicia guardan una importante relación con el Samhain celta.
Otras fuentes atribuyen el origen de la Santa Compaña a leyendas europeas de la Edad Media conocidas como el “mito de la cacería salvaje”.
Según estas leyendas un grupo de muertos o almas perdidas ataviados con ropas de caza avanzaban en una persecución fantasmagórica a lomos de caballos y acompañados por perros rastreadores comandados por una figura mitológica.
Su acto de presencia significaba la llegada de tragedias y se cree que esta leyenda era una forma de explicar las tormentas.