Hay una reflexión muy bonita de Herman Hesse que dice:
La próxima vez que estés a punto de rendirte recuerda esto:
«La flor más bella no se abre por prisa sino por espera porque en un mundo que premia la prisa la paciencia es un acto de rebeldía espiritual, es confiar en que el dolor se transforma, que el caos se ordena, que lo verdadero llega cuando uno deja de exigir y empieza a confiar , tu obra, tu voz, tu legado también están creciendo en ese silencio así que no lo apresures y honra el tiempo».
Y yo pienso en lo difícil que se ha vuelto esperar en esta sociedad «microondas» donde todo tiene que ser inmediato , donde parece que sino se ve no existe , pero hay procesos que necesitan madurar en lo invisible como las raíces antes de florecer y quizás la verdadera fortaleza no está en correr sino en saber quedarse, en permitir que algo crezca sin tener que controlarlo todo.
LORENA (TERAPIAS VIGO)