La Iridología es una técnica de diagnóstico basada en patrones, colores y otras características del iris. Del examen de la membrana coloreada y circular de tus ojos se puede extraer información sobre tu salud en su conjunto.
Quienes la practican comparan sus observaciones con los ‘mapas del iris’. Estos dividen el disco membranoso del ojo en siete anillos circulares o zonas que corresponden a partes específicas del cuerpo humano de acuerdo al color, forma y características involucradas en cada una de ellas, y se distribuyen en:
- Estómago
- Intestinos
- Corazón, riñón, glándula pituitaria (hipófisis) y glándulas suprarrenales
- Cerebro y órganos sexuales
- Glándula pituitaria, glándula pineal (epífisis) y bronquios
- Hígado, bazo y tiroides
- Sistema linfático, muscular, nervioso, circulatorio y piel
Cada iris, además, corresponde al lado respectivo del cuerpo, si bien muchas partes o funciones de éste se reflejan en ambas membranas.
En general, los órganos y funciones de la parte superior del cuerpo revelan su estado en la mitad superior del iris, mientras en la otra mitad se manifiestan los de la parte inferior.
El iris muestra marcas blancas cuando hay inflamación, estimulación excesiva y estrés, y marcas oscuras cuando una parte del cuerpo no funciona bien. Un anillo negruzco a su alrededor puede indicar, por ejemplo, acumulación de toxinas en la piel por retención de líquidos o estreñimiento.
Según los rasgos peculiares de nuestros iris, las personas nos clasificamos en diferentes tipos constitutivos.
Cada uno de ellos tiene distintos puntos fuertes y débiles, y de acuerdo con la predisposición a la enfermedad, hombres y mujeres pueden ser de tipo linfático, hematógeno o biliar.
