El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, que adelantó la Navidad al 1 de octubre en su país, no es el único dirigente político al que le tarda la celebración de adviento, como a Abel Caballero, el alcalde de Vigo, quien en pleno mes de agosto inauguraba ya la cuenta atrás para sus tan ansiadas Navidades, con el montaje simbólico del primer adorno navideño.
Y no es de extrañar que le corra tanta prisa pues desde que Vigo le hace la competencia con sus adornos navideños, “incluso a New York” (siempre en palabras de su regidor), no ha dejado de batir récords de visitantes, y este año prevé pulverizar de nuevo su propia marca.
“Fiebre navideña”
El año pasado “el desembarco portugués colapsó por completo la urbe gallega” el día de la independencia lusa, algo que parece “solo un avance de lo que está por llegar”.
Y es que las agencias de turismo del país vecino han multiplicado los paquetes y experiencias para visitar la ciudad más iluminada de España y ya hay organizadas excursiones de un día a partir de 25 euros por persona desde los municipios más próximos a la frontera gallega, como Guimarães y Braga.
También se están ofertando escapadas desde Oporto, Aveiro y Coimbra por 120 euros en autobús, así cómo vuelos especiales desde la isla de Madeira, con traslado desde la terminal de Oporto.
Es lo que la prensa gallega acierta al calificarla de “fiebre navideña” que se desata en diciembre y que prevé visitas a la ciudad olívica incluso en planes de todo incluido desde Oporto, con el nombre “Luzes de Vigo”.
Además de disfrutar de Vigo y su alumbrado, los paquetes ofertados incluyen cenas de marisco con crucero y queimada, visitas al Museo del Mar o incluso realizar turismo por Santiago de Compostela.