Las mascotas de Vigo que parten hacia su último viaje ya disponen de una vía de tren exclusiva.
Se trata de una en la que las ruedas se convierten en colores de arcoíris para transportar a los perros y a las perras que deben despedirse de su vida en la tierra para comenzar una nueva «más allá del cielo».
De esta forma, la ciudad olívica es el punto de partida desde el cual ninguno y ninguna de ellas se quedan en el olvido.
La estación se encuentra en Matamá y la maquinista que dirige este peculiar medio de transporte es Eva Casais, una conocida artista gallega que se dedica a convertir los espacios caracterizados por el «feísmo» en auténticas obras de arte. Esta vez ha sido posible gracias al programa «Vigo cidade de cor» y su peculiar obra ya luce en el muro del aparcamiento de la Asociación de Vecinos de Matamá.
Para entender por qué esta estación ha llegado hasta la ciudad olívica, hay que remontarse al pasado 2022. En ese año, la artista Eva Casais visitó una de las protectoras con más actividad del área de influencia de Vigo, Os Biosbardos, cuyas instalaciones se sitúan en uno de los municipios de la comarca de O Condado, en Ponteareas.
Fue allí cuando su vida profesional adquirió un nuevo rumbo. Conoció a las mascotas que vivían en esta protectora ponteareana y decidió centrarse en los perros y las perras para seguir comunicando a través del arte en los murales.
Las personas que hacen posible que la protectora Os Biosbardos continúen funcionando le explicó a la artista a dónde van las mascotas que se mueren. Esto es, llegan más allá del arcoíris para convertirse en eternos y, de vez en cuando, llenar de color el cielo cuando se va tornando del color gris.
De gala, para el último viaje
Los principales protagonistas de este curioso tren son cuatro de los perros que formaron parte del hogar de Os Biosbardos. Se trata de Oba, Barto, Cherry y Lía que en su día llegaron a las instalaciones de la protectora sin una casa a la que poder volver pero que, más tarde, consiguieron encontrar una nueva en la que poder disfrutar de la compañía de las personas y descansar en un remanso de paz.
Más tarde, llegará el final y se suben a este tren del arcoíris con sus mejores galas.
Oba, por ejemplo, porta en su cabeza un lazo azul, a juego con un pañuelo y una camisa amarilla. Por su parte, Barto, llegará al «más allá del arcoíris» con un elegante sombrero y un traje de chaqueta a juego.
Cherry es el tercer pasajero del tren y decidió proveerse de unas gafas para que sol no le deslumbrara a su paso por el arcoiris. Lía, optó por una pamela decorada con flores rosas y un traje azul hecho a medida.
Misión especial
Los cuatro perros y perras no van solos en este viaje que ha plasmado Eva Casais en el mural del aparcamiento de Matamá puesto que parten con una misión especial.
Mientras los cuatro animales parten desde Vigo para cruzar el arcoíris, llevan consigo un mensaje de concienciación ciudadana. Este apuesta por la adopción de mascota e invita a que las personas que deseen adquirir la responsabilidad de tener un perro o una perra a su cargo no opten por comprarlos.
8 días de rodillo y solidaridad
La artista Eva Casais que ha participado este año en el programa de «Vigo cidade de cor» ha empleado 8 días en diseñar y elaborar este mural que recuerda a aquellos animales que acompañaron en su día a día a cientos de personas y que ahora viven en los colores del arcoiris para aparecer en los momentos más oscuros.
Un total de 8 días en los que Casais ha empleado colores donde predomina el azul y el rosa para completar la misión especial de transportar a Oba, barto, Cherry y Lía hasta su nuevo hogar mientras recuerda a los ciudadanos y a las ciudadanas la importancia de adoptar.