Hay que tener en cuenta que la posibilidad de leer el futuro en la Bola de cristal depende, no tanto de las calidades de dicha bola, como de nuestras facultades como clarividentes.
Se dice que una persona posee esta condición cuando trata de captar unos objetivos que ni él ni ninguna otra persona conocen, y obtiene resultados superiores a los que normalmente se consideran fruto del azar.
Ahora bien, si alguien conoce estos objetivos posteriormente, los mismos resultados podrían interpretarse como producto de la telepatía.
Por clarividencia entendemos, también, ver claro y ver o predecir algo que los demás no pueden ver ni saber y para ello podemos emplear cualquier sistema u objeto, incluida la Bola de cristal.
En su interior deberemos observar una sustancia luminosa y estrellada parecida al éter, denominada astral, que es una forma de materia superior a la que compone el mundo físico.
En esta sustancia se reflejan las partes correspondientes de la materia física, ya que el mundo astral impregna y penetra en el mundo físico mediante los siete planos de la naturaleza: físico, astral, mental, búdico, nirvánico, paranirvánico.
Lo primero, es obvio, es encontrar una bola de cristal correcta, pues no son muchos los comercios que la venden. El tamaño debería ser de al menos 20 cm de diámetro, aunque hay quien prefiere mayores medidas. Tamaños pequeños, menos de 7 cm, no proporcionan buenos resultados y tampoco se consideran adecuados para consultas abiertas al público.
El cristal debe estar correctamente pulido, sin aberturas, imperfecciones ni sombras en el interior, preferentemente de cristal de roca (cuarzo), aunque son bastante caras.
Cuando miremos a ella no deberían existir deformaciones de la imagen, salvo las propias de la amplitud similar a un gigantesco Ojo de Pez en fotografía.
Esta visión de 360º no permitirá visualizar varias imágenes al mismo tiempo, con bastante claridad si se le ha añadido mayor porcentaje de plomo para darle más trasparencia.
De todas maneras, si tenemos que elegir entre una bola de cristal normal grande y una pequeña de cuarzo imperfecto, deberíamos escoger esta última pues las posibilidades son mucho mejores.
Después deberemos situarla en un soporte adecuado, bien sea de madera o metal, aunque los más tradicionales siguen empleando un gran almohadón de seda negra. Es importante que esta bola no sea tocada por personas distintas y que seamos nosotros los únicos que la manipulemos, pues debe cargarse de nuestro propio aura y energía.
En especial, resultan muy afectadas por el sudor ajeno y por las personas agresivas o incrédulas, contaminándola hasta tal punto que la hagan ineficaz.
La personalización:
Indudablemente, una bola que haya pertenecido a un prestigiado mago o vidente, o alguna reliquia encontrada en un baúl escondido en un desván, pueden proporcionarnos resultados increíbles e imprevistos, pues en ella se habrán acumulado las energías de personas muy cualificadas esotéricamente.
Si la compramos nueva, deberemos personalizarla mediante el proceso de magnetización y poder adecuado.
Cuando esto finalice tendremos una Bola de cristal en la cual solamente nosotros podremos ver el pasado, presente y futuro, o en su defecto, una persona en la cual hayamos delegado nuestro poder.
Desde ese momento la bola debe ser nuestro fiel amigo y aliado, casi como un criado fiel o un espejo mágico que nos responde a todas nuestras preguntas. Nuestra mente debe fundirse con ella y por ello llegará un momento en el cual tengamos una confianza absoluta en sus propiedades, aunque en ocasiones será mejor dejar el proceso a causa de su negativa a proporcionarnos datos.
Es importante también que el lugar elegido sea ligeramente sombrío, pues se comporta como un espejo y refleja cualquier luz ambiental, lo que puede ocasionar distorsiones en las imágenes.
A continuación doy algunos ejemplos básicos de interpretación de figuras de la cristalomancia:
Nubes violetas: armonía y tranquilidad.
Nubes azules: conquista y felicidad.
Nubes verdes: lucro y prosperidad.
Nubes amarillas: dudas aclaradas en breve.
Nubes naranjas: decisiones difíciles.
Nubes rojas: obstáculos y agitación.
Manchas claras: grandes problemas.
Estrella: Sueños imposibles.
Corazón: vivencia de un gran amor.
Serpiente: cuidado con la salud.
Pájaro: sorpresas.
Ojo: Haga caso a su intuición.
Espada: inarmonía.
Balanza: justa recompensa.
Imagen anterior en la bola de cristal: presente o futuro inmediato.
Imagen posterior en la bola de cristal: pasado que ejercerá una influencia sobre el presente.
Imagen a la derecha de la bola de cristal: buenas influencias.
Imagen a la izquierda de la bola de cristal: malas influencias.