El cambio de hora puede provocar cambios de humor; irritabilidad, alteraciones de sueño, cansancio, falta de atención , cefaleas, dificultades de concentración y de atención y, en algunos casos, también problemas digestivos.

Para algunos adultos y,especialmente para los niños y ancianos, ésta adaptación puede ser más difícil, dando lugar a la astenia primaveral.

 

Efectos negativos de la astenia primaveral

El diagnóstico de la astenia primaveral es clínico, en virtud de la observación de los síntomas que presenta. Los síntomas característicos de la astenia primaveral son los siguientes:

• Cansancio generalizado.

• Falta de energía para realizar las tareas cotidianas.

• Dificultad para conciliar el sueño. Somnolencia diurna.

• Irritabilidad y nerviosismo.

• Disminución del apetito.

• Bajada del deseo sexual.

• Problemas de concentración

 

Estos síntomas suelen prolongarse durante una semana o dos, el tiempo que tarda el organismo en acomodarse a las nuevas circunstancias ambientales. Por tanto, estaríamos hablando, más que de una patología, de un trastorno adaptativo.

 

¿Cómo podemos combatir los efectos de la astenia primaveral? Consejos generales.

Para minimizar los efectos del cambio de hora sobre el organismo hay varias pautas que se pueden seguir, siendo lo más efectivo adelantar los días previos a las rutinas habituales en 15 minutos para que el cuerpo se vaya acostumbrando.  Siguiendo determinados consejos, como los que exponemos a continuación, se puede conseguir superar antes la astenia primaveral.

 

• Regulación propia: Lo mejor es dejar que sea nuestro propio cuerpo el que se regule por si mismo para adaptarse progresivamente a la nueva situación horaria.

• Horarios regulares: Los expertos aconsejan que en los siguientes días al cambio de hora se sigan horarios regulares en las comidas y en el descanso, manteniendo una hora fija para irse a dormir.

• No se recomienda tomar fármacos inductores del sueño si en el día en que se produce el cambio de hora cuesta más conciliar el sueño.

• No es beneficioco dormir «la siesta» ese día, aunque uno se sienta cansado y con sensación de sueño.

• Practicar ejercicio físico: Estar físicamente activo en el día en que se produce el cambio de hora puede ayudar al organismo a regularse antes. No hace falta que sea un deporte intenso; basta con realizar una actividad física moderada.

• No automedicarse: Si la persona está correctamente alimentada, no necesita suplementos nutricionales para superar la astenia primaveral. Hay que vigilar una posible hipervitaminosis (exceso de algunas vitaminas), por lo que antes de tomar este tipo de productos es recomendable consultarlo con el médico.

• Ejercicio moderado: Practicar ejercicio físico moderado con regularidad (caminar, nadar, montar en bicicleta…) estimula la producción de endorfinas y aumenta el tono vital.

• Atención a la comida: Es importante hacer cinco comidas al día para que el cuerpo no sufra hipoglucemias que también afectan al ánimo y el bienestar. Además, la dieta ha de ser rica en nutrientes que aporten mucha energía, como los frutos secos o los plátanos, que además son ricos en triptófano (aminoácido precursor de la serotonina, un neurotransmisor que potencia la felicidad).

• Ser paciente: La astenia primaveral es pasajera, por eso aunque sus síntomas sean muy molestos y afecten negativamente al ánimo, se debe ser paciente e indulgente, pues acabará pasando en unos pocos días en cuanto el organismo se adapte a la nueva situación.

 

La astenia primaveral en niños.

Los niños también perciben el cambio horario y pueden manifestar irritabilidad, cansancio y falta de concentración, aunque se adaptan más rápidamente que los adultos.

Especialmente pueden tener dificultades para irse a dormir cuando todavía hay luz ambiental. Hay que tener en cuenta que tal vez presenten más rabietas y lloros durante unos días, pero que cesarán enseguida una vez el cuerpo se adapte al nuevo horario.

 

Además de los consejos para los adultos, también aplicable para los niños, conviene prestar especial atención a que los siguientes «requisitos» para superar la astenia primaveral más fácilmente.

 

• Adelantar rutinas infantiles: Al igual que sucede con los adultos, para minimizar los efectos del cambio horario en niños, hay que adelantar las rutinas habituales unos 15 minutos desde varios días antes y es aconsejable que realicen alguna actividad física para que concilien mejor el sueño.

• Actividades placenteras: La astenia primaveral provoca desmotivación en general, por eso conviene intentar superar la sensación de cansancio y falta de energía para realizar actividades que resulten placenteras. De este modo el ánimo se eleva y se combate más eficazmente el periodo transitorio de tristeza primaveral.

• Hidratación suficiente: Hay que beber, por lo menos, dos litros de agua al día para estar bien hidratado. Una hidratación insuficiente afecta al estado general de salud, pudiendo provocar cefaleas, entre otros.

 

 

La «falsa» astenia primaveral.

 

En ocasiones, la astenia primaveral puede confundirse con otras patologías como la anemia o distintas viriasis, incluso con enfermedades mentales como el trastorno afectivo-estacional.

Si, además, de los síntomas específicos de la anemia, la persona tiene fiebre, mucosidad o manifestaciones respiratorias o gastrointestinales; conviene acudir al médico para que diagnostique si se trata de otra enfermedad. También si los síntomas de la astenia se prolongan durante más de dos semanas, para poder así descartar otras enfermedades en el ámbito de la salud mental.