La Fundación Juegaterapia, que ayuda a los niños y niñas enfermos de cáncer a través del juego, celebra su décimo aniversario haciéndoles un homenaje justo a ellos, con la presentación de un nuevo Baby Pelón vestido de esmoquin y con pajarita.

Corina, una pequeña enferma de cáncer, ha sido la encargada de diseñar el pañuelo que lleva en la cabeza y ella también se ha puesto su pajarita y vestido de gala para la ocasión.

En palabras de Mónica Esteban, presidenta, fundadora y directora general de la Fundación Juegaterapia, “han sido diez años espectaculares, es impresionante el valor de poder ayudar a los demás.

En este tiempo, hemos entregado miles de consolas y transformado muchísimos espacios de entornos hospitalarios en lugares de juego para que los niños enfermos de cáncer puedan seguir siendo niños a pesar de estar ingresados largas temporadas en un hospital”.

Con la evidencia de que jugar mejora la vida de los niños enfermos de cáncer, desde que la Fundación iniciase su actividad en 2010 su objetivo ha sido facilitar momentos de entretenimiento a niños y niñas enfermos de cáncer.

Un propósito que se ha hecho realidad a través de la donación de videoconsolas o la humanización del entorno arquitectónico, convirtiendo las plantas de oncología pediátrica en lugares alegres y acogedores.

Esto es importante porque los niños hospitalizados pueden llegar a pasar meses y hasta años y “al jugar, los niños consiguen abstraerse por completo, permitiendo a su cerebro liberar endorfinas, una hormona que funciona como un analgésico natural que puede llegar a ser hasta 300 veces más potentes que la morfina”, apunta el doctor Mario Alonso Puig.

Hasta la fecha, la Fundación Juegaterapia ha construido tres jardines en las azoteas del Hospital La Paz y el 12 de Octubre en Madrid y La Fe en Valencia; cuatro salas de cine en Madrid, Zaragoza, Burgos y Valladolid bajo la iniciativa “En el hospi estoy de cine”; y transformado en ‘Estaciones Lunares’ las habitaciones de aislamiento donde los niños tienen que permanecer durante una parte de sus ingresos.

Además, este año se ha llevado a cabo la sexta fase de remodelación del Hospital Niño Jesús, un proyecto arquitectónico que abarca más de 2.000 m2 de distintas zonas del hospital.

En Almería, Juegaterapia también tiene un proyecto en mente conocido como En el Hospi estoy de cine, una iniciativa de acondicionamiento de hospitales que transforma desde 2015 estancias en desuso de hospitales pediátricos en auténticas salas de cine, con su pantalla grande, sus butacas y sus merendolas con palomitas.

Los hospitales Miguel Servet de Zaragoza, el Universitario de Burgos, el Universitario de Valladolid y el Gregorio Marañón en Madrid, ya cuentan con estas salas y Almería recibirá una pronto.

La Fundación Juegaterapia ayuda a los niños enfermos de cáncer a través del juego. Cuando los tratamientos de quimioterapia no les permiten salir de sus habitaciones, Juegaterapia les lleva allí el juego gracias a las videoconsolas que instala, procedentes de donaciones de particulares.