Inolvidable Facundo
«La vida no te quita cosas: te libera de cosas… te alivia para que vueles más alto, para que alcances la plenitud.
Porque de la cuna a la tumba es una escuela; por eso, lo que llamas problemas, son lecciones. Siempre tendrás que entender que no perdiste a nadie: El que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allá vamos todos. Además, lo mejor de él, el amor, sigue en tu corazón. El que se fue de voluntad, no aportaría nada bueno a tu vida, suéltalo.
Haz sólo lo que amas y serás feliz. El que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser, será y llegará naturalmente.
No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban tres o cuatro meses de vida.
Entiende que, tienes a un ser humano a cargo y eres tú mismo. A ti debes hacerte libre y feliz.
Recuerda: “Amarás al prójimo como a ti mismo”. Reconcíliate contigo, ponte frente al espejo y piensa que esa criatura que estás viendo es obra de Dios y decide ahora mismo ser feliz, porque la felicidad es una adquisición.
Hay tantas cosas para gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo.
Ayuda al niño que te necesita, ese niño que será socio de tu hijo.
Ayuda a los viejos y los jóvenes te ayudarán cuando lo seas.
Da sin medida y te darán sin medida. Ama hasta convertirte en lo amado; más aún, hasta convertirte en el mismísimo Amor. Dios no te prometió días sin dolor, risa sin tristeza, sol sin lluvia, pero él sí prometió fuerzas para cada día, consuelo para las lágrimas y luz para el camino.
Y jamás te olvides que cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír».
~Facundo Cabral