Cuentan que después de que hayan crecido todas las flores, el Hada de las Flores les dio un nombre olvidándose de una de ellas.

Las flores se pusieron muy contentas al recibir su nombre, solo una se quedó triste en un valle de un rio.

Lloraba sin comprender por qué era menos querida que sus hermanas y sus lágrimas se mezclaban con el agua del río.

Un día saliendo a pasear por el campo verde y lleno de flores, el Hada de las Flores llenó su corazón de alegría al ver que todas las flores le sonreían.

Bajando la cuesta de la aldea hacia el río se encontró con la triste florecita que no podía contener su lloro.

Al verla le pregunto:

“Y tú, hermosa y delicada flor, ¿Por qué lloras mientras todas tus hermanas se alegran?»

-“¿Como no voy a llorar?

Cuando todas ya recibieron un bonito nombre y de mi te olvidaste.

Al oír su respuesta, el Hada se asombró por haberse olvidado de darle un nombre justo a esa flor tan especial.

-Mi querida flor, deja de estar triste…

Atardecerá el sol y tú tendrás tu nombre…

Diciendo eso el Hada desapareció. Volvió al palacio donde se aconsejó con las demás hadas y , llamando allá a la flor olvidada, le dijo:

-“No olvidaste que no te di un nombre como hice con tus hermanas así que, por lo tanto, a partir de hoy te llamaré:   “No me olvides «.

Y así es que desde entonces esta bonita flor lleva el nombre de “No me olvides”.

La flor de no me olvides simboliza el amor eterno, desesperado de un amante.

Así mismo representa, la lealtad hacia un amor no correspondido.

Regalar la flor «No me olvides» azules es una muestra de fidelidad y amor eterno, es prometer amor en la eternidad.

Es amor de verdad, honesto, único y especial.