Un chico de Reino Unido no se retira porque cree que es “demasiado joven”. “Quiero graduarme como ingeniero, necesitas una razón para levantarte a diario”.
¿Quién no ha soñado alguna vez con ganar la Lotería? Todos nos hemos imaginado en algún momento qué haríamos si nos toca un premio tan alto que nos dé para cambiar de vida, dejar de trabajar y llevar una vida llena de ocio o viajes.
Esa seguramente sea la principal razón por la que mucha gente juega cada semana a sorteos como la Primitiva o los Euromillones, con botes tan altos y jugosos.
La probabilidad de ser ganador es muy pequeña, pero siempre hay alguien que resulta premiado. Es lo que le pasó a un joven de 20 años de Carlisle (Reino Unido). Un día se levantó y se dio cuenta que había ganado casi 9 millones de euros. 8.946.656 euros por ser más exactos (7.533.329 libras al cambio).
Como suponemos que pasará en estos casos, la primera persona a la que se lo dices no te cree. Es lo que le sucedió a James Clarkson, protagonista de la historia. Su novia, con la que estaba pasando la noche, no le hizo caso en primera instancia. “Me miró somnolienta. ‘No, no ganaste’, me dijo. Se dio la vuelta y volvió a dormir”, cuenta. Pero él confirmó el premio al llamar a su familia. “Comencé a reírme y pensé que era una locura”, añade.
Sus primeros caprichos
Clarkson hizo lo normal en estos casos. Celebrar. Una gran cena con champán con familiares y amigos, unas vacaciones de lujo en Cabo Verde, la compra de algunos artículos caros y los primeros planes: liquidar la hipoteca, comprarse un coche o comprar entradas para todos los partidos del Manchester City, su equipo de fútbol.
Sus primeros días como rico yendo a trabajar
Pero lo que parecía que iba a ser su nueva vida, solo fueron caprichos. Clarkson ha decidido no retirarse. O al menos no de momento y seguir trabajando. Insólito. “El día después de que me enteré de que había ganado, estaba afuera, en el frío, tratando de arreglar los desagües obstruidos. Fue un poco desalentador, pero esa es la realidad. No voy a dejar de trabajar, soy demasiado joven”, relata, sabiendo que muchos piensen que es una “locura”.
“Quiero graduarme como ingeniero y seguir adelante. Debo tener un propósito en la vida. Además, papá no me dejaba dejar de trabajar de todos modos. Dice que todavía hay muchos millonarios trabajando y que necesitas una razón para levantarte todos los días”, precisa, con casi 9 millones de euros en el bolsillo.