Si eres una persona sensible a la energía que te rodea, sentirás todas estas cosas.
El mundo, como sabrás, está hecho de energía. Todo lo que nos rodea tiene energía, pero especialmente las personas. Teniendo en cuenta esto, hay quien es más sensible a la energía de los demás y quien menos. A las personas particularmente sensibles a lo que le sucede a los demás se las conoce como persona empáticas.
La empatía es muy buena. Es el mecanismo a través del cual somos capaces de “ponernos en el lugar del otro”, comprender cómo se siente, sentir con los demás.
Pero hay personas que son particularmente sensibles a la energía de los demás. No sólo son empáticos, sino que todo lo que sucede a su alrededor los afecta casi personalmente. Esa cualidad los convierte en buenos amigos, y en grandes personas, aunque puede ser un poco doloroso también.
¿Crees que eres una persona muy sensible a la energía de tu alrededor? ¿Tienes la sensación de que las cosas que les pasan a los demás te afectan más que al resto? Estas señales confirmarán si eres o no alguien hipersensible a la energía que te rodea.
1. Piensas demasiado las cosas
Si eres de los que le da mil vueltas a todo, incluso a cosas que no tienen que ver directamente contigo. Si sientes que debes estar atento a lo que le pasa a todo el mundo, y no dejas de pensar en ello… ¡Es la primera señal de que la energía que te rodea te afecta particularmente!
2. A menudo te sientes cansado sin explicación
Si eres una persona demasiado empática, todo lo que sucede cerca tuyo te golpea directamente. Experimentas los sentimientos de los demás como si fueran los tuyos propios, y eso puede dejarte agotado.
Recuerda que el cansancio mental es tanto o más duro que el cansancio físico.
3. Intentas encontrar acuerdos con todo el mundo
Como ver sufrir a otros te hace sufrir a ti también, siempre estás tratando de que todo el mundo se ponga de acuerdo y haga las paces.
Es una actitud que te hace ganar buenos vínculos, pero te resulta desgastante. Es que sueles utilizar más tiempo en ello que en ti mismo.
4. Eres un solucionador de problemas
Del mismo modo, las personas más empáticas son las que siempre se están preocupando por encontrar soluciones a los problemas de todo el mundo. Si eres una de ellas, odiarás ver a alguien en apuros y no podrás quedarte sentado sin hacer nada.
No lo haces por el reconocimiento o por el qué dirán. Simplemente, es algo más fuerte que tú: no puedes quedarte de brazos cruzados ante el dolor ajeno.
5. Eres creativo
Si eres muy sensible a la energía que te rodea, seguramente ella entre en ti de distintas maneras. Por eso, no es de extrañar que seas una persona sumamente creativa.
Pues necesitas transmitir todo lo que pasa a tu alrededor y que sientes en tu interior. Puede que escribas, bailes, cantes o pintes: pero siempre estarás expresando lo que la energía del mundo tiene para decir.
6. Tu círculo íntimo es reducido
Si eres tan empático, seguramente todo el mundo te aprecie mucho. Sin embargo, aunque eres una persona abierta, tu círculo íntimo de vínculos es reducido. Es que estar rodeado de demasiada gente te agota, pues no puedes separarte de su energía.
Después de estar en grandes reuniones llegas a tu casa agotado, abrumado. Por eso, prefieres rodearte de la gente más cercana a ti, que ya te conocen, y donde puedes sentirte relajado.
7. Amas la naturaleza
Estar al aire libre, caminar por la playa, andar en bicicleta en el parque, tomar sol, explorar los bosques. No importa cuál sea tu actividad favorita, pero estar en la naturaleza es lo que te carga.
Es que la energía de la naturaleza es pura, y la recibes entera. Allí no tienes que preocuparte por lo que pasa a tu alrededor: en la naturaleza siempre se está bien. Esa paz relaja y nutre tu mente y tu espíritu.
8. Siempre buscas respuestas
Como eres una persona muy sensible a la energía de los demás y te lastima ver cómo todos sufren, permanentemente te preguntas: “¿Por qué?”.
Desearías que el mundo fuera un lugar más pacífico, con más amor y menos dolor. Y no entiendes cómo el ser humano tiene tanto odio, por qué tiene que haber tanto sufrimiento en el mundo.
Entonces, permanentemente intentas encontrar explicaciones. No te basta con ser un observador pasivo, necesitas entender lo que sucede.