«Eres la suma de las personas que ayudas a brillar»: Probablemente hayas escuchado esta frase un sinfín de veces, pero déjame decirte que, para mí, cobra un significado inmenso cuando veo a alguien brillando gracias a ese impulso que le has dado.
Hacer brillar a los demás no solo habla de tu generosidad, también ilumina tu propia capacidad para conectar, compartir y crecer como persona.
A veces no somos conscientes de la fuerza que tiene un simple gesto de apoyo, una palabra de ánimo o esa pequeña acción que hace que otra persona se sienta capaz de todo.
De eso se trata: de ayudar a brillar a los demás y, en el proceso, recordarte que tú también puedes brillar sin necesidad de apagar a nadie.
Si quieres mejorar en tu desarrollo profesional, si necesitas conseguir crecer en tus resultados pon en marcha esto: Exprime toda tu energía en hacer brillar a las personas que tienes a tu lado. A cuántas más mejor, en la medida que puedas y usando los canales que tienes a tu alcance.
Las personas que obtienen grandes resultados no lo hacen por casualidad.
Yo centro el foco en lo positivo, en el crecimiento, en las personas bonitas y en los comportamientos que ponen en marcha y que dan luz a los demás. Absolutamente todos ellos tienen una característica en común: hacer brillar a los demás.
Las personas que consiguen más resultados están sumamente orientadas a los demás.
Hacen todo poniendo el foco en los demás, consiguen algo no apto para mortales, trascender de su ego, de sus miedos, de sus limitaciones, de sus necesidades de refuerzo con el fin de aportar el mayor valor a los demás.
Sólo logras crecer cuando dejas de darte importancia y de ponerte en el centro de las intervenciones y te percibes a ti mismo como un mero facilitador.
Un medio para que los demás, a través de lo que tú tienes que ofrecerle al mundo, logren sus objetivos, les resuelvas su problema y les ayudes a brillar.
¿Qué tienes que haber trabajado en ti para ser capaz de hacer brillar a los demás?
Reconocerte en el espejo
Asumir quién eres. Cuáles son tus fortalezas. Tus debilidades. Tus límites (y no, tus límites no son el cielo) Cada uno tiene los suyos y eso si, debemos de encargarnos de llevarlos al máximo. Saber hasta donde llegas.
Con lo bueno, con lo malo, con lo que le gusta a todo el mundo, con lo que no le gusta a casi nadie, con lo que te logras ver y con lo que es inaccesible a tus ojos. Pero saber que todo eso que ves ahí, repleto de imperfecciones, de heridas, de miedos y de luz eres tú. Y es maravilloso. Es lo que hay. Y trabajas cada día por mejorar lo mejorable. Y ya.
Practicar el arte de amarte
Valorar con equilibrio nuestras competencias, nuestros valores. Ni por encima ni por debajo. Pero con amor.
Aprender a decirte algo bonito, haz la prueba. Ya.
Trabajar tu humildad. Y tu generosidad.
Todas las personas que te encuentras tienen algo que enseñarte. Todas. Sin excepción. Enseñarte todo lo que no quieres ser, también cuenta como aprendizaje.
Entender que el brillo es ilimitado.
Las estrellas brillan todas a la vez, de forma simultánea y cada una tiene su encanto, su atractivo, su para qué. Y si por separado son bellas, todas juntas forman un espectáculo increíble.
Deseo genuino de hacer que las personas que están a tu lado brillen
Sin la palabra genuino, nada de lo que leas de este post tiene sentido. Y éste es el elemento que marca la diferencia. Sólo consiguen resultados notables, dar a los demás de forma GENUINA y desde el CORAZÓN.
¿Qué tienes que hacer para ayudar a brillar a los demás?
Disfruta observando los pequeños detalles de las personas con las que te encuentras.
Haz la prueba. Dile a la siguiente persona que te atienda con amabilidad que es muy amable. Di que le estás muy agradecida. Dile que es una alegría encontrarte con personas como él / ella
NOTA IMPORTANTE: no se lo digas todo junto a la misma persona porque puede flipar. Aplícalo en la dosis adecuada.
Mira a las personas como pueden llegar a ser, no cómo son ahora.
Y no es suficiente con que las mires así. Trátalas así. Actúa en consecuencia. Ayúdalas a brillar.
Conecta a una persona bonita con otra.
Propicia que se desencadenen acontecimientos. Haz de intermediaria. No te canses de recomendar. Crea encuentros, presenta personas entre sí, introduce a personas en tus grupos. Pero no fuerces, recuerda que no todos somos personas bonitas para todos. Y cada uno encuentra a las suyas en el tiempo que necesite para ello.
Pero, ¿Qué es brillar como persona?
Quizá te preguntes: “¿Qué es brillar como persona?” o “¿Cuál es el brillar significado que más me resuena?”
Para mí, brillar es esa energía que reflejas cuando te sientes seguro de ti mismo, cuando eres coherente con tus valores y cuando contribuyes a que los demás muestren lo mejor de sí mismos.
Imagina a una persona brillando en lo que hace: no siempre es quien más aplausos recibe, sino la que destaca por su autenticidad y generosidad. Si buscas algo que brille de verdad en ti, céntrate en tus talentos y utilízalos para inspirar a las personas que brillan a tu alrededor.
Y, cuáles son los beneficios de hacer brillar a los demás
Podría extenderme en este punto, tú eres mejor persona, el mundo es un poquito más amable (que falta nos hace) y menos gris, pero todo se puede resumir en esto:
Tú brillas millones de veces más.
Cuando no quieres acaparar, cuando no quieres que el foco se centre en ti si no que desde tu posición bonita, brillante y única señalas, destacas y pones en valor lo bonito de los demás, todo te vendrá dado vuelta.
De una u otra forma, de esas u otras personas, pero te llegará. No es una apuesta al sol, es lógica pura. O sea, este el el significado real de «eres la suma de las personas que ayudas a brillar».
NOTAS MUY MUY IMPORTANTES:
- No te devalúes a ti para alabar a otro. No es necesario.
- Si no lo piensas de verdad no funciona, se le llama peloteo y es algo horrible que canta a leguas y que es nefasto para ti, para el que lo recibe y para los espectadores que asisten atónitos a tan lamentable espectáculo.
Los que ayudan a otros a brillar lo han entendido todo
“Los que ayudan a otros a brillar lo han entendido todo.” ¿Te suena? Ese simple enunciado encierra una verdad tan poderosa que merece un espacio especial. Y es que, cuando decimos que “los que ayudan a otros a brillar lo han entendido todo significado”, hablamos de esa capacidad de darse a los demás, de tender la mano para que el otro alcance su máximo potencial.
Quienes priorizan ayuda a brillar a los demás demuestran un nivel de comprensión y empatía que, lejos de restarles protagonismo, los impulsa a crecer junto con la gente que aprecian.
Al final, las personas que ayudan a otras a brillar son las que mejor representan la colaboración, el apoyo mutuo y la generosidad real.
Frases de brillar como persona que inspiran
A veces, una frase puede marcar un antes y un después en nuestra forma de ver el mundo.
- “Eres la suma de las personas que ayudas a brillar: cada uno deja una huella imborrable en tu historia.
- “Los que ayudan a otros a brillar lo han entendido todo: solo al compartir nuestro brillo podemos transformarnos.”
- “Brillar es una elección: si hoy sientes que tu luz no es suficiente, deja que alguien te ayude a encenderla.”
Estas frases de brillar como persona son un recordatorio de que todos tenemos luz propia y que, cuando se pone al servicio de los demás, creamos vínculos más fuertes y un entorno más positivo.
Eres la suma de las personas que ayudas a brillar
Es muy fácil que si tu pones en valor a las personas de forma justa y equilibrada ellas lo hagan contigo. Y de un buen producto, una buena visibilidad y unas equilibradas recomendaciones surgen las formas y las maneras de hacerlo posible.
No te canses de ver la luz que los demás tienen para darle al mundo. Es la mejor luz que puede acompañarte y la única forma posible de que tú se la puedas dar a los demás.
Seguir brillando, haciendo brillar…
Ya lo ves: hacer brillar a los demás te devuelve, de forma casi mágica, parte de esa luz que entregas. Sin darte cuenta, eres la suma de las personas que ayudas a brillar y tu mejor versión surge cuando permites que otras personas que brillan también enciendan tu camino.
Así que, la próxima vez que sientas que pierdes un poco de luz, recuerda: hay un montón de gente esperando a que compartas tus dones, tus ganas de superarte y tus momentos de persona brillando. Dar y recibir brillo son dos caras de la misma moneda.
Y ahora brilla sin miedo, porque recuerda que cuando brillas, eres indestructible