En cada mujer habita un universo entero:
- Un ángel que cuida con ternura..
- Una bestia que ruge cuando algo duele..
- Una Diosa que crea belleza desde lo cotidiano…
- Una bruja que sabe sin que nadie le explique..
- Una loba que protege lo que ama con fiereza..
- Un demonio que arde cuando se reprime demasiado tiempo..
- Una niña que aún sueña..
- Una anciana que guarda toda la sabiduría del camino..
Y es que todas esas partes viven en ti y a veces se pelean entré si y otras se abrazan.
En los mejores días caminan juntas, porque no viniste a ser solo una sola cosa, sino que viniste a recodarte cíclica, cambiante y llena de matices, a dejar de pedir perdón por ser muchas, por ser agua, por ser fuego, por ser ternura, por ser limite, por llorar y renacer el mismo día, y es que no estás rota sino que estás habitada y cuando dejas de censurar partes de ti, cuando le das espacio a todas tus voces internas algo se alinea por dentro, y empiezas a sentirte en casa dentro de ti misma porque ser mujer es dejar de luchar contra lo que somos y empezar a honrarlo todo.